- Dos hombres detenidos por presunta corrupción de menores
- La esposa de uno de ellos, madre de dos niñas, niega la acusación
- El País, 1978-12-29
Según fuentes de la policía, Salvador Codejón es propietario de una zapatería sita en Aguilafuente, 31, en la que recibían a jóvenes de corta edad que acudían allí voluntariamente, y a los que pagaban por acceder a sus deseos.Uno de estos jóvenes, de trece años, estudia en régimen de internado en un colegio de huérfanos, del que faltó al menos durante una semana, mientras se encontraba en relación con los acusados. Hace unas semanas -la información no señala fechas concretas-, el hermano del joven se presentó en el colegio para llevárselo con él a pasar las fiestas navideñas. En el colegio, en cambio, creían que ya se encontraba en casa de aquél. Cuando el joven regresó al colegio, tuvo que explicar las verdaderas razones de su salida y, después, aconsejado por su hermano, acudieron a la comisaría del distrito de Universidad, donde cursaron la correspondiente denuncia.
A raíz de la investigación, la policía detectó otros dos muchachos que también reconocieron haber mantenido relaciones con los encartados, que pasaron a Carabanchel en la noche del 24 de diciembre.
Puestos al habla con la esposa de Salvador Codejón, ésta se mostró muy interesada en esclarecer los hechos, según su propia versión: «Miguel Angel González es un conocido nuestro desde hace años, y sabemos que es homosexual. Como se encontraba sin trabajo y sin casa, mi marido le permitió usar la zapatería, una vez cerrada al público, para que durmiera allí, y nos lo pagaba haciendo recados y cosas por el estilo. Por lo visto, además, utilizó el local para llevar a menores con él. Respecto a mi marido, estoy segura que todo es un error, y que ha sido Miguel Angel quien le ha metido en este asunto. A mi marido le conozco personalmente desde hace veinticinco años, llevo casada con él muchos, tenemos dos niñas, y le puedo asegurar que no es homosexual. Se lo llevaron detenido el 23, y precisamente en Nochebuena pasó a Carabanchel, así es que ya se puede figurar lo triste que fue aquella noche para nosotros. Lo que espero es que este asunto se aclare lo antes posible.»