- Camisa de fuerza
- Periodista Digital, 2006-12-06 # Michael Flood · Traducción de Laura E. Asturias
A los hombres que cuestionan la masculinidad a menudo se les cuestiona su propia masculinidad y ha habido quien piensa que son homosexuales. ¿Cuál es la conexión entre la homofobia y la masculinidad, y dónde encajan los homosexuales en el movimiento de hombres?
Michael Flood tiene algunas respuestas. ¿Cuántas veces hemos escuchado decir, "Y tú, ¿qué? ¿Eres del otro lado?" ¿Cuántas veces hemos escuchado que alguien llama "marica" a un hombre para ofenderlo?
Mientras crecemos, los hombres nos enfrentamos a la constante amenaza de ser vistos como homosexuales y al desafío de probar que no lo somos.
En síntesis, los niños y los hombres son mantenidos en su lugar por la homofobia. Si nos alejamos de los límites de la conducta masculina, inmediatamente nos enfrentamos a ataques verbales y físicos.
La masculinidad está fuertemente formada por la homofobia, el profundo temor y desprecio hacia los homosexuales. La homofobia lleva a los hombres a limitar sus relaciones de amor y cariño con otros hombres. El temor a ser identificados como "maricas" provoca que los hombres se comporten en formas hipermasculinas y agresivas y a cerrarse emocionalmente.
Los "verdaderos" hombres son hombres heterosexuales. El modelo dominante de la masculinidad es el de una masculinidad heterosexual. Los asuntos relacionados con la homosexualidad son, por tanto, relevantes a todos los hombres. El temor y la hostilidad hacia los homosexuales y las lesbianas son puntos clave de lo que significa ser masculinos.
Si queremos comprender cómo se mantiene a los niños y los hombres en el rol masculino, cómo los hombres se aíslan y se cierran emocionalmente, debemos analizar la homofobia. Y debemos hacerlo también si queremos comprender las diversas realidades de las vidas de los hombres y las relaciones de poder entre los hombres.
¿Homosexual y masculino?
Los gays tienen una experiencia de la masculinidad diferente a la que tienen los heterosexuales. Aunque los gays obtienen algunos de los privilegios de ser hombres, también sufren opresión y discriminación a causa de su identidad sexual.
La nuestra es una sociedad en la cual la heterosexualidad es la norma institucionalizada, reforzada por la familia, la escuela, las políticas gubernamentales y los medios de comunicación.
Tal como escribiera Gary Kinsman en su libro Más allá del patriarcado (Beyond patriarchy), "aunque nosotros [homosexuales] compartimos con los heterosexuales los beneficios económicos de ser hombres en una sociedad patriarcal, no participamos tan regularmente en la subordinación interpersonal cotidiana de las mujeres en los ámbitos de la sexualidad y la violencia".
Las relaciones de poder entre hombres y mujeres son a menudo el centro del pensamiento feminista y pro-feminista, pero ¿qué hay de las relaciones de poder entre hombres?
Los gays sufren, de parte de hombres heterosexuales, una opresión similar a la que se ejerce sobre las mujeres; son golpeados y asesinados por grupos de hombres heterosexuales y se les hace burla por ser "amanerados". Más generalmente, los hombres heterosexuales reciben aprobación y tienen una mejor posición social como heterosexuales; no así los gays (al menos en el mundo heterosexual).
La política gay y lésbica contemporánea se inició alrededor del año 1970 en los Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña y Australia. La condición previa más importante para su surgimiento fue la expansión de las redes y subculturas gay y lésbica -- el desarrollo de comunidades, a partir de la Segunda Guerra Mundial.
El contexto a corto plazo también incluyó la "revolución sexual", la contra-cultura, la sexología liberal, una más intensa vigilancia de la conducta sexual y la existencia de otros movimientos sociales.
Así, en 1970 se dio una explosión de actividad política lésbica y gay en varios países occidentales capitalistas, que hoy en día está bien documentada. ¿De qué se trata la política gay y lésbica? Los grupos de liberación homosexual persiguen acabar con todo el sistema de categorización sexual, de rígida división en homosexual y heterosexual, y crear diversidad y pluralidad sexual. En segundo lugar, estos grupos buscan defender y afirmar sus comunidades y espacios sociales y resistir las diversas formas de opresión social y cultural. Han desafiado las políticas estatales que organizan la vigilancia sexual e institucionalizan la heterosexualidad como norma.
Finalmente, persiguen lograr el reconocimiento de la igualdad de derechos que disfruta la población heterosexual, en áreas tales como la ley, el empleo, patria potestad e inmigración.
Los grupos gay y lésbicos no son homogéneos. Las metas mencionadas arriba han recibido varios grados de énfasis. El énfasis inicial en el desafío al sistema de categorización sexual en homosexual y heterosexual ha sido reemplazado por un énfasis en asegurar derechos y legitimidad como grupo minoritario.
En Australia, los hombres gay tienen una larga historia de resistencia a la masculinidad convencional. En la etapa temprana de la liberación homosexual, muchos gays desafiantemente revirtieron la idea dominante del género, acogiendo el amaneramiento y la no conformidad de género.
Experimentaron con el vestuario travesti radical o la "confusión de género", como lo era combinar un vestido con la barba. El movimiento homosexual apelaba no solamente a los gays, por ejemplo en el slogan, "Cada hombre heterosexual está en la mira de la liberación gay". Sin embargo, para inicios de los años ochenta, la homosexualidad masculina había sido masculinizada. Muchos gays adoptaron los estilos masculinos de la cultura heterosexual.
La política gay también cambió, y hubo menos interés en desafiar la ideología de género de la sociedad en su conjunto. La política gay y lésbica está viva y funciona bien en los años noventa. Los gays y las lesbianas se han involucrado en una multitud de grupos y organizaciones -- fuerzas de tarea de inmigración y patria potestad, Queer Nation, Sisters of Perpetual Indulgence, la AIDS Coalition To Unleash Power (ACTUP), Dykes on Bikes, consejos y burocracias relacionadas con el SIDA, el festival Mardi Gras y muchos otros.