- ¿A qué juega el alcalde?
- ABC, 2006-07-28 # César Alonso de los Ríos
El desafío de Ruiz-Gallardón es doble. Por un lado, lo es a Mariano Rajoy y a su partido; por otro, a su electorado.
Respecto al primero hay que suponer que el alcalde se lo ha comunicado a Mariano Rajoy. En ese caso, ¿ha dado su visto bueno el líder del PP? Si es así, ¿en qué queda la línea del Partido Popular en relación con los matrimonios de homosexuales y con la defensa de la familia en este orden de cosas? Si, por el contrario, el líder del PP se ha enterado por los periódicos, ¿podríamos saber qué le ha dicho el alcalde?
Luz y taquígrafos para la boda gay en la Casa de la Villa. Resulta obligado. Ya Rajoy tuvo que aguantar la ocurrencia de Pérez Touriño.
El otro desafío que hace Ruiz-Gallardón al comportarse a lo Zerolo es para su electorado. No es esta una cuestión baladí. Para muchos miles de ciudadanos, la defensa de la familia es más trascendental que el soterramiento de la M-30. De los centenares de miles de ciudadanos madrileños que se manifestaron por la defensa de la institución, ¿cuántos pueden pasarle la factura del voto a Ruiz-Gallardón en las municipales de mayo?
Hay gentes que sospechan que Ruiz-Gallardón está en una jugada política cuyo sentido, por otra parte, no acaban de ver... La verdad es que no es fácil encontrar el sentido político que puede tener para el alcalde su papel en esta boda.Desde luego, no responde a la lógica electoral si tenemos en cuenta la mentalidad de la inmensa mayoría de los ciudadanos que votan al PP. ¿Es que Ruiz-Gallardón sospecha que la pérdida de votantes clásicos del PP podría ser compensada por madrileños de izquierda? O acaso el alcalde pueda pensar que las gentes votan al partido más que al candidato, o que los votantes del PP son masoquistas. O que él -Ruiz-Gallardón- está por encima del PP y de la línea que éste define en sus congresos y mantiene en el Parlamento...
Decididamente, este alcalde me desborda.