- La madre del joven de Coria del Río (Sevilla) que denunció 'bullying' pide penas similares a las del 'caso Jokin'
- Europa Press, 2005-07-19 # Coria del Río (Sevilla)
La Audiencia Provincial de Guipúzcoa ha condenado a siete de los ocho menores juzgados por el suicidio de este joven, quienes tendrán que pasar un año de internamiento en un centro educativo en régimen abierto y otro de libertad vigilada, al estimar la Sección Primera de la Audiencia que también son autores de un delito contra la salud psíquica.
En declaraciones a Europa Press, la progenitora del menor Víctor B.G., María Luisa Gómez, consideró que "en cierto modo los dos casos fueron muy parecidos", aunque también matizó que "creo que las condenas serán diferentes, pero eso tendrán que decidirlo las autoridades". Del proceso iniciado a raíz de la denuncia dijo que "aún no sabemos nada" y que "no hay ninguna novedad", si bien el abogado que se ha encargado del caso expuso hoy que "creemos que la Fiscalía ha dejado pasar adrede el tiempo en este tema, para que se calmen un poco los ánimos", por lo que "el proceso se está dilatando en el tiempo".
"Es imposible comparar, jurídicamente, un caso con otro --prosiguió en manifestaciones a Europa Press--, puesto que las investigaciones aún están en su fase inicial y no hay ni siquiera imputados claros". Concluyó diciendo que "de todos modos, nuestra opinión es que ha habido un caso de acoso evidente, por lo que seguiremos adelante con la denuncia".
El IES Caura, de la localidad sevillana de Coria del Río, hizo pública en marzo una nota en la que se explicaba que había trascendido a la opinión pública "una versión de los hechos que dista mucho de la realidad", habiéndose iniciado "investigaciones minuciosas y objetivas que no han podido demostrar en ningún momento la veracidad de los hechos denunciados en nuestro centro", nota que María Luisa Gómez calificó en su momento de "vergonzosa".
El propio Víctor B.G. relató a los medios de comunicación, el pasado 18 de febrero, que tras reconocer públicamente su homosexualidad le decían "mariquita, pégate a la pared", le escupían, le empujaban e incluso no le dejaban entrar en el servicio de los hombres y "me metían a empujones en el de las mujeres".