1997/12/21

> Berria: Homofobia > ARABA: GASTEIZ INVITA A GAYS Y LESBIANAS A ACTUAR LIBREMENTE EN PUBLICO

  • Todas las dependencias del consistorio lucen ya letreros en los que se censura cualquier comportamiento homófobo. El alcalde, José Angel Cuerda, principal impulsor de la iniciativa, fue el primero en abrir un registro de parejas de hecho
  • Vitoria invita a «gays» y lesbianas a actuar libremente en público
  • El Ayuntamiento financia la colocación de 100 carteles en los que se apoya a este colectivo
  • El Mundo, 1997-12-21 # Susana Ciaurriz · Vitoria

«En este local no se aceptan comportamientos homófobos. Invitamos a gays y lesbianas a comportarse con entera libertad». Por primera vez en todo el Estado, un Ayuntamiento, en este caso el de Vitoria, ha colocado placas con un mensaje de este tipo en sus dependencias municipales.


El Consistorio vitoriano, pionero en la creación de un registro para las parejas de hecho en el año 94, ampara nuevamente un llamamiento a la tolerancia con los colectivos homosexuales y censura cualquier comportamiento discriminatorio hacia ellos.


Un acuerdo entre las coordinadoras de homosexuales de Alava y el alcalde de Vitoria, José Angel Cuerda, ha permitido dar un paso en la «normalización» de los derechos de este colectivo. «Nacimos libres e iguales, pero no vivimos libres e iguales por tener un deseo sexual distinto», se lamenta el portavoz de Gaytasuna (Colectivo Gay de Alava), Leopoldo Santos.


Escritas en castellano y euskara sobre sendos triángulos rosas, símbolo con el que los nazis diferenciaban a los prisioneros homosexuales, estas placas pioneras de la denominada Campaña de Liberación de Espacios figuran ya en las paredes de centros cívicos, empresas municipales y la propia alcadía. No obstante, la iniciativa no se limita al ámbito municipal, ya que cualquier establecimiento comercial, centro privado o asociación puede disponer de ellas.


Esta primera tirada de 100 letreros, financiada de forma íntegra por el Ayuntamiento, ha obtenido un enorme éxito, puesto que las placas entregadas a los dos colectivos alaveses han encontrado ya emplazamiento. «En menos de siete días se nos han agotado los 30 carteles que nos correspondían y eso sin movermos, sino que ha sido la gente interesada la que ha venido a buscarlos», admite satisfecha una respresentante de ALA (Asociación de Lesbianas de Alava), Maika Peciña.


En este sentido, reconoce que la bendición del alcalde es fundamental en los logros que pueda alcanzar esta campaña. «Aquí el alcalde tiene mucho peso y no es lo mismo un letrero plastificado, que otro que lleva la firma del Ayuntamiento», subraya.


LIBERTADES HUMANAS
El controvertido alcalde de Vitoria (PNV) abandera nuevamente, como ya lo hizo con la creación del primer registro de parejas de hecho, las iniciativas más singulares en la defensa de las libertades humanas. En sus planteamientos, Cuerda no concibe la discriminación por motivo de la orientación sexual y su creencia en la igualdad de todas las personas le lleva a implicarse en campañas de esta índole. Además, no tiene reparos en denunciar la actitud de la Iglesia católica con los homosexuales «que durante siglos les ha rechazado y discriminado por inmorales».


La satisfacción por el amparo municipal en esta iniciativa no impide que ambos colectivos consideren «muy triste que a estas alturas se tengan que colocar carteles de este tipo». Para el portavoz de Gaytasuna, estas placas no van a conseguir cambiar la mentalidad de la gente -«porque eso es imposible»-, pero hará más visible la existencia de la homosexualidad y permitirá su normalización en la sociedad.


Esta campaña surgió tras la iniciativa emprendida por EGHAM (Colectivo Gay de Bizkaia), que logró trasladar, de forma particular, su rechazo a la homofobia en numerosos bares y comercios de Bilbao. En la capital alavesa también existían carteles plastificados con el mismo mensaje, «aunque no tienen nada que ver con los elaborados ahora en metacrilato por el Ayuntamiento».


El frente está abierto y ellos decididos. «Esta es sólo una de las muchas cosas que se van haciendo para que llegue un momento en que ya no se tengan que hacer», concluye Santos.