Educación estudia suprimir las alusiones a la homosexualidad para agradar a la Iglesia
Se eliminarían los términos «minorías afectivo-sexuales» y «tipos de familia» en el borrador de currículo de Educación para la Ciudadanía
El Mundo, 2006-10-13 # Pedro Simón, Madrid
El Gobierno estudia suprimir toda referencia expresa a las minorías «afectivo-sexuales» y a los «distintos tipos de familia» que actualmente se incluyen en el borrador de currículo de Educación para la Ciudadanía diseñado para la Enseñanza Secundaria.
Con esta simple omisión, el Ejecutivo pretende granjearse la aprobación de la Iglesia católica, que vería así limadas las alusiones a la homosexualidad y satisfechas, al menos, parte de sus reivindicaciones sobre la materia. Fuentes ministeriales señalan que, con ello, el Gobierno pretende dejar claro que «no es su intención entrar en el terreno moral».
El borrador de la asignatura de Educación para la Ciudadanía referido a la Secundaria que maneja el Ministerio tiene nueve páginas. En él se esbozan una serie de objetivos y y contenidos que deberán regir la asignatura, desde las relaciones interpersonales hasta los deberes y derechos de los ciudadanos.
El objetivo quinto y el primer apartado de los contenidos de la materia son los que más incomodan a los sectores católicos.
El objetivo quinto dice que la asignatura deberá «identificar la pluralidad de las sociedades actuales reconociendo la diversidad como enriquecedora de la convivencia y defender la igualdad de derechos y oportunidades de todas las personas, rechazando las situaciones de injusticia y las discriminaciones por razón de género, origen, creencias, diferencias sociales, orientación afectivo-sexual o de cualquier otro tipo». El primer apartado señala que la materia tendrá que tratar «la familia y sus distintos tipos».
Adoctrinamiento moral
Tanto el hecho de que se trate la orientación afectivo-sexual como los distintos tipos de familias supone, a juicio de los interlocutores católicos del Gobierno, una intromisión en asuntos morales por parte del Estado y conlleva una carga de adoctrinamiento inaceptable.
El documento fue trasladado en junio a las organizaciones sociales para que hicieran sus alegaciones. Fuentes de Educación aseguran que la supresión de estas dos cuestiones sería una solución viable para acercar posturas sobre el documento.
El currículo de la asignatura es una patata caliente cuya plasmación en forma de libro de texto será mirada con lupa desde los sectores escolares conservadores. La filósofa y experta en ética Adela Cortina y la teóloga Carmen Pellicer elaborarán los manuales para Santillana. El filósofo José Antonio Marina hará lo propio en SM. La jugosa clientela de los colegios católicos (en torno a millón y medio de alumnos en la enseñanza reglada) está en juego.
Además de trabajar en la materia de Secundaria, el Ministerio ultima el contenido del alter ego de la asignatura, que se impartirá en Primaria.
El borrador de currículo de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, área que se impartirá en el último ciclo de esta etapa de seis a 11 años, tal y como establece la Ley Orgánica de Educación (LOE), ha sido remitido para su consulta a algunos colectivos sociales a comienzos de este mes. En su currículo, que consta de seis páginas, se ha omitido toda referencia a la homosexualidad o a los distintos tipos de familia que sí aparecían inicialmente en la Educación para la Ciudadanía de Secundaria.
Ciudadanía a un lado, el principal caballo de batalla en cuestiones morales en la escuela sigue siendo la asignatura de Religión. La propuesta del Gobierno para la etapa de Primaria consiste en que sean los centros los que decidan qué tipo de actividad alternativa ofrecen, si es que la ofrecen, y a qué hora la dan.
Queda así por conocerse el espinoso asunto de cómo quedará la materia en la Secundaria obligatoria. El asunto fue tratado en una reunión el martes entre Educación y representantes de la Conferencia Episcopal.
A pesar de las posturas encontradas hasta ahora, fuentes autorizadas de uno y otro lado señalaron que lo más probable es que la Religión acabe teniendo una alternativa, no cuente para pasar de curso ni tampoco para entrar en la Universidad.
«Estaríamos dispuestos a incluir una alternativa siempre y cuando la Iglesia acepte esta concesión como contrapartida para alcanzar un acuerdo global que incluya nuestra propuesta en Primaria», señalan fuentes ministeriales. En cualquier caso, las intenciones de Educación son que esta alternativa no estuviera presente en toda la Secundaria y que el contenido lo definiera cada centro.