2006/11/19

> Berria: Adopzioa > PAREJA DE LESBIANAS: "ACOGEMOS A UN NIÑO POR SOLIDARIDAD, NO QUEREMOS SER SUS MADRES"

  • «Acogemos a un niño por solidaridad, no queremos ser sus madres»
  • Pareja de hecho con un menor en acogida temporal
  • La Nueva España, 2006-11-19

Quizá cuando eran más jóvenes tuvieron deseos de ser madres. Ya no. Juli Rubio y Rosa Diéguez, 43 y 44 años, viven con Manuel (nombre ficticio), un pequeño al que tienen acogido temporalmente -el período de tiempo máximo son dos años- desde que el bebé tenía un mes, la mitad de su vida, en la que ya se ha enfrentado con algunos problemas graves de salud, por lo que requiere «atención permanente». Son las «tatas». «En ese sentido tienen más problemas las parejas con hijos», afirman, «porque oyen a los otros niños llamarlos "papá" o "mamá" y lo repiten».

La pareja formada por estas dos gijonesas participa en uno de los programas de acogida de la Consejería de Vivienda y Bienestar Social «como una labor solidaria con la sociedad». Lo tienen muy claro: «Esta experiencia no sustituye a la maternidad. No es nuestro hijo ni queremos que sea nuestro hijo. No nos planteamos adoptar, pero, aunque nos lo planteásemos, no dejaríamos el programa».

Tan convencidas están, que Manuel es el segundo bebé que acogen: «Tuvimos otro niño desde que tenía cinco meses hasta que cumplió los 2 años y ahora vive con su familia de adopción», relata Juli, que recuerda que aquella despedida «fue muy dura», con muchos momentos de «llorar como locas a escondidas».

Ese momento, el de decirse adiós definitivamente, sigue siendo uno de los principales escollos para las parejas que todavía dudan sobre si acoger o no. Por eso la Consejería trabaja para que las familias lo vivan de la manera menos dolorosa posible. A ellas les dieron un álbum con las fotos de la familia que iba a adoptar al bebé. «Le explicábamos al niño que los que aparecían en las fotos eran su papá, su mamá, su hermanito...».

Hay gente que todavía no entiende que pese al dolor les compense: «Algunas personas nos dicen que, con todo lo que lloramos aquella vez, estamos locas. Los familiares, al principio, nos dicen que no lo quieren conocer porque luego se encariñan, pero, al final, están todos encantados». Juli, Manuel y Rosa son «seres que comparten un espacio, que se quieren y se respetan».

> Berria: Justizia > CGPJ: CONCLUYEN QUE TRAMITAR LAS BODAS HOMOSEXUALES ES UNA OBLIGACION LEGAL Y CONSUSTANCIAL DEL JUEZ

  • El CGPJ concluye que tramitar las «bodas gay» es «obligación legal y consustancial» del juez
  • La Razón, 2006-11-19 # Madrid

Apenas 15 días después de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) rechazase la propuesta del vocal José Luis Requero de reconocer el derecho de los jueces del Registro Civil a abstenerse, por motivos religiosos, de la tramitación de los expedientes matrimoniales entre personas del mismo sexo, el Pleno del Consejo volverá a debatir el asunto esta semana. Tras dar la espalda al informe de Requero (gracias al voto de dos vocales «conservadores», entre ellos el propio presidente del Consejo, Francisco José Hernando), el Pleno encargó la elaboración de una nueva propuesta al vocal Luis Aguiar. En la misma, éste concluye que «es obligación legal y consustancial a la condición de juez encargado del Registro Civil el que los miembros de la carrera judicial que ostentan tales destinos tramiten y resuelvan los expedientes instados en el Registro a su cargo, entre los cuales, naturalmente, pueden figurar expedientes matrimoniales relativos a personas del mismo sexo». El informe insiste en que estos jueces, como todos los demás, se encuentran sometidos al Principio de Legalidad y que aceptar la objeción de conciencia en este asunto supondría una excepción «basada en concepciones y valoraciones puramente subjetivas», algo que, añade, podría convertirse en «un factor de inseguridad jurídica de consecuencias impredecibles». De esta forma, el vocal propone que se rechace el recurso de alzada presentado por un juez de Sagunto que alegó su derecho a la objeción de conciencia, por motivos religiosos, para no tener que tramitar los expedientes de «bodas gay». El magistrado pidió que fuese su sustituto ordinario o un juez para quien no supusiese un problema de conciencia quien se encargase de sustituirle en estos expedientes. Tras insistir en que «es indiscutible que los jueces encargados del Registro Civil forman parte del Poder Judicial», el informe recuerda al recurrente que las mismas creencias religiosas que alega para no tramitar los expedientes de los matrimonios entre homosexuales «no parecen haber generado al menos hasta la fecha objeción de conciencia alguna» respecto a otras tareas inherentes a su cargo que «tampoco gozan de aprobación por la jerarquía eclesiástica, tales como la inscripción de matrimonios civiles y divorcios». Según el vocal, es más que dudoso que en nuestro ordenamiento «sea admisible un hipotético derecho a la objeción de conciencia, con identidad propia y carácter general» pues ello conduciría, añade, «a hacer las normas jurídicas subjetivamente disponibles». Y recoge que según la doctrina del Tribunal Constitucional (TC) ese derecho general a la objeción de conciencia no tiene cabida en nuestro ordenamiento «en cuanto alegable frente a cualquier deber legalmente establecido». Por último, mantiene que reconocer ese derecho supondría «dar carta de naturaleza a la inaplicación de una norma legal que, en su calidad de miembro del Poder Judicial, está llamado a aplicar», sin que exista norma alguna que sustente esa posibilidad.

> Elkarrizketa: PEDRO ZEROLO > "LOS QUE TIENEN QUE SALIR AHORA DEL ARMARIO SON LOS HOMBRES HETEROSEXUALES"

  • Pedro Zerolo · Líder del movimiento gay en España
  • «Los que tienen que salir ahora del armario son los hombres heterosexuales»
  • Ocupa la secretaría federal de movimientos sociales y relaciones con las Ong's del PSOE, pero sigue siendo considerado, y supongo que por mucho tiempo, el líder del movimiento gay en España. Ha estado a punto de ser candidato a alcalde de Madrid, según los mentideros. Igual en otros cuatro años se convierte en el Bertrand Delanöe español. Por su discurso pasa no sólo ya el avance en la normalización de libertad sexual, sino también los cambios de roles que se van produciendo, imparables, en las vidas personales de los hombres y mujeres españoles de ahora.
  • La Voz Digital, 2006-11-19 # Lalia González Santiago

- ¿Qué opina de Miguel Sebastián?
- Es el candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid. Un buen candidato, preparado, que conoce, quiere y sufre Madrid.

- Se habló de usted para el puesto ¿Le ha decepcionado no tener la posibilidad de ser el próximo alcalde de Madrid?
- Me hubiera gustado serlo, como a cualquier hombre o mujer que cree y defiende un proyecto de izquierdas para Madrid. Sigo a disposición de mi partido. Por lo demás, ya se ha proclamado candidato y, ahora, todas y todos a una: ganar Madrid para su ciudadanía.

- ¿Qué puesto espera ocupar en la lista?
- Cualquiera que sea impar. Al ser el número uno de la lista hombre toca impar, pues los puestos pares están reservados para las mujeres. Defiendo la lista paritaria y en cremallera.

- He visto en algún comentario críticas acerca de que podría ser usted el «adorno gay» (sic) en la candidatura ¿qué replica?
- Quien me considere un adorno es que o no me ha escuchado o no se entera.

- ¿Cree que existe un poder gay?
- No. Existe el poder de trasformación que han generado las ideas el movimiento de liberación homosexual, de liberación feminista... lo que existe es un poder ciudadano que es el que pone y quita gobiernos.

- ¿Y una cultura gay?
- Cultura se escribe con mayúsculas y se nutre de la diversidad y la pluralidad. La cultura no es de nadie y es de todas y todos, incluidos los homosexuales y los transexuales que durante siglos no nos hemos podido expresar en libertad.

- ¿Los barrios gays no se pueden volver ghettos y los estandartes, clichés o tópicos?
- Los barrios con tasas de población gay, lésbica, transexual y bisexual importante no son ghettos sino espacios de libertad. Chueca es una experiencia magnífica que ha generado diversidad sexual, pero también racial y cultural y lo que es más importante ha construido barrio como espacio de convivencia y ciudadanía. Chueca es el corazón del Madrid que deseo, un Madrid Arcoiris, un Madrid donde quepamos todas y todos desde la diferencia de cada cual.

- ¿Qué precio personal ha tenido que pagar por liderar el movimiento gay en España?
- Que algunos crean que sólo soy «un gay», que no pienso ni tengo criterio. Lo mismo les ha pasado a las mujeres. Y es que sigue habiendo mucho machismo y la homofobia es una forma más de machismo.

- Y hoy, si mira atrás, ¿qué cree que ha cambiado?
- Hemos cambiado tanto en estos dos años de Gobierno de izquierdas que España se ha convertido, por primera vez en su historia, en un referencia de Paz, Libertad e Igualdad en el mundo entero.

- Sin embargo ¿sigue siendo la homosexualidad un problema en los círculos cercanos? Me refiero sobre todo a la aceptación personal, social o familiar. Para mucha gente es aún complicado, o hasta imposible, confesar su sexualidad cuando no es la hetero
- Sí, porque la homofobia, como el machismo, el racismo o la xenofobia están ahí y hay que combatirlas a diario. Y no digamos nada en otras partes del mundo.

- Casi un año y medio después de la aprobación de la ley de matrimonio homosexual en España ¿se han cumplido las expectativas? ¿el número de bodas (4.500 en julio, es el último dato que tengo) es el que esperaba?
- Por supuesto. España es hoy un país más decente; un país que ha tenido la valentía de erradicar una discriminación de siglos: la que hemos sufrido las lesbianas y los gays durante siglos. Por fin vemos reconocida nuestra dignidad. Quede claro, no he luchado por casarme sino por mi dignidad. Una dignidad que debe llevar aparejada tener los mismos derechos y con los mismos nombres, pues si no estaríamos hablando de aparheit. Ahora tenemos todos los derechos y los derechos están para ejercerlos o no. ¿Bodas? Llevamos casi 6.000 en un año, casi 20 al día. A mí me parecen muchísimas. Y el PP que tenga cuidado, al paso que van se les casa medio partido.

- ¿Qué recorrido le augura a los Días del Orgullo Gay?
- Un futuro militante. Los gays, las lesbianas, los transexuales, los bisexuales y los heterosexuales, que llevamos saliendo a la calle muchos años a defender un modelo social inclusivo, nos hemos convertido en activistas de la Sociedad del Arcoiris y de una serie de valores necesarios para lograr la cohesión, la solidaridad y la tranquilidad en esta España diversa en la que vivimos.

- Ha dicho que nunca le han llamado maricón a la cara, pero sí sudaca ¿Dónde sitúa el umbral de tolerancia de la sociedad española?
- Tenemos los índices de racismo y de xenofobia más bajos de Europa y debemos trabajar para mantenerlos. Eso sí, tenemos también una de las derechas más extremas de Europa que alienta y propaga discursos que alientan lo peor de nuestra sociedad. No hay día que no vinculen inmigración con delincuencia, inseguridad o enfermedad y saben que mienten pero viven de la mentira y del miedo que producen.

- ¿Qué le ha llevado a ocuparse a asuntos de cooperación?
- Lo que a cualquier persona de izquierdas. La lucha contra la pobreza mundial siempre ha sido una de las principales señas de identidad del Partido Socialista.

- El otro día en Cádiz, destacaba su coincidencia con el director de Cardijn, el sacerdote Gabriel Delgado. ¿Cree que puede hablarse de dos iglesias en relación con temas de relevancia social, sobre todo en materia de moral, como la homosexualidad?
- Por supuesto, otra iglesia es posible. Me quedo Con Gabriel Delgado, Enrique de Castro o el padre Llanos. He trabajado con muchos curas y monjas en los barrios de Madrid, mujeres y hombres entregados a la misma causa que los que somos de izquierdas, esto es, ayudar y luchar por los más desfavorecidos.

- Los movimientos familiares cristianos aseguran que la ley de matrimonio homosexual ataca a la familia ¿cree que puede ser así?
- Tengo la sensación de que muchas de las personas que se manifestaron contra nuestros derechos no volverían a hacerlo de nuevo. Han comprobado que la familia no se ha roto, que es más fuerte, porque las sociedades verdaderamente fuertes son aquellas en las que hay mayores cotas de libertad, igualdad y felicidad y es que la Ley de matrimonio entre personas del mismo sexo ha traído mucha felicidad a este país.

- ¿Y la adopción por parejas homosexuales?
- Tener un hijo es una de las cosas más importantes que suceden en la vida. Lo saben las mujeres lesbianas y los hombres gays que llevan adoptando niños desde 1987, o las mujeres lesbianas que recurren a la inseminación artificial desde 1988. La Ley da respuesta a lo que ya estaba ocurriendo en nuestras vidas por mucho que algunos se empeñen en negar la realidad y la evidencia.

- ¿Cuáles son sus objetivos en su nueva área de trabajo?
- Aportar mi compromiso, mi ilusión y toda mi capacidad de trabajo en este momento decisivo de la historia de nuestro país. En España se está impulsando un apasionante proceso de democratización y modernización.

- ¿Y ha abandonado el liderazgo del Movimiento Gay y Lesbianas?
- Nunca me he considerado un líder, me sigo considerando uno más, un activista. El verdadero liderazgo está en las ideas, las ideas son el molde del futuro que merecemos.

- La inmigración ¿será controlable? ¿cómo?
- Las migraciones han existido siempre, el reto, en todo el planeta, está en ordenar los movimientos migratorios, en el respeto de la Ley y la defensa de los derechos humanos. La auténtica prioridad está en la lucha contra las razones que obligan a una persona a hacer las maletas y abandonar su país, y esas causas, las causas de la inmigración son guerra, dictadura y pobreza.

- ¿Qué va a aportar la Ley de Igualdad?, ¿qué dotación económica tendrá?
- La dotación económica alcanza los 400 millones de euros que van a potenciar el proceso de liberación más grande de la historia de nuestro país. Las mujeres, que son más de la mitad de la población española, siguen necesitando más espacios de libertad e igualdad. Lo más importante está todavía por conquistarse.

- ¿Es posible la conciliación? Y ¿es sólo un asunto de mujeres trabajadoras?
- Claro que es posible la conciliación, pero quizá debamos tener en cuenta algo más importante: la conciliación, además de posible, es necesaria. Eso es algo que tenemos que asumir todas y, fundamentalmente, todos. El desafío es compartido pero el esfuerzo de los hombres debe ser mayor, porque somos los hombres quienes más se están resistiendo al cambio. La solución pasa por una implicación real y efectiva de los hombres.

- ¿Qué actuaciones eficaces son posibles para luchar contra la violencia de género?
- Cualquier iniciativa que rompa el silencio, porque es el silencio lo que nos hace cómplices. Por eso hago campaña a diario contra la violencia de género, contra la violencia machista, contra el machismo en cualquiera de sus manifestaciones, cuando mata, cuando agrede, cuando minusvalora o cuando discrimina a la mujer. Nuestra compañeras, amigas, hermanas, madres... nos necesitan, ellas son las víctimas. Las mujeres ya no buscan hombres, sino hombros de hombres.

- ¿No cree que ahora lo que ha llegado es la hora de los hombres?
- Por supuesto. Los que tienen que salir ahora del armario son los hombres heterosexuales y mostrarse plenos, redondos en la búsqueda de la nueva masculinidad. El hombre debe ser consciente de que nada es masculino o femenino, que la pericia no es masculina y el sentimiento femenino, que somos seres plenos. La crisis ahora se vive en la relación heterosexual, porque la mujer busca un hombre que no ha nacido y el hombre, una mujer que la muerto. Pero debe ser una crisis meliorativa, que sirva para aprender. El hombre debe ser capaz de poder organizar su vida, profesional y familiar, en busca de un proyecto de corresponsabilidad, no de una mujer, sino de una compañera.

- Pero muchos hombres no quieren...
- Claro, porque el machismo, que es un mecanismo de poder para someter a las mujeres, ha castrado a los hombres, les ha hecho seres ariscos en muchos ámbitos de la vida. Y la vida hay que disfrutarla en todos los sentidos, en el día a día.

- Sigue funcionando lo que Carmen Alborch llama «el club de los alegres muchachos»
- Es que el machismo sigue rentando. Es evidente que continuamos en una sociedad machista, homófoba. Siempre me ha horrorizado que para mayor discriminación nos dijeran a los «gays» que éramos como mujeres. Por eso son tan necesarias las medidas que este Gobierno está impulsando sobre paridad, perspectivas transversales de género, etc., para corregir desequilibrios.

- Pero ¿no cree que también hay muchos homosexuales que rechazan lo gay?
- Siempre he dicho que gay significa activismo desde la alegría. El movimiento gay es al hombre lo que el feminismo a la mujer. Hay mujeres que no son feministas, como hay homosexuales que no son gays. Se trata de una actitud política ante la vida, de cambiar la sociedad para poder caber tú, es lo que han hecho las feministas, el movimiento de liberación más importante que ha habido nunca. Hay incluso homosexuales que ven mal el movimiento gay porque han sido muchos siglos de opresión y muchos se han acostumbrado a vivir discriminados. Los movimientos de liberación personal son los que más felicidad han traído al mundo, y es importante decirlo en Cádiz, donde la Constitución proclamó la felicidad de los ciudadanos como objetivo del Gobierno.

> Berria: Homofobia > CASO BLANCA CASTILLA: OLEADA DE CRITICAS A SUS DECLARACIONES HOMOFOBAS

  • La secretaria de la Academia de Doctores afirma que los gays abusan de los niños
  • El PSOE reclama al fiscal que actúe contra Castilla de Cortázar
  • La Nueva España, 2996-11-19 # Madrid

La secretaria general de la Real Academia de Doctores, antropóloga y doctora en Filosofía y Teología, Blanca Castilla de Cortázar, ha provocado una gran oleada de protestas y críticas tras asegurar que los homosexuales varones «utilizan a los niños para abusar de ellos».

«Las lesbianas me preocupan menos, pero los tíos carnaza me parecen muy preocupantes para los niños. Es mi discreta opinión. Me parece que los homosexuales utilizan a los niños para abusar de ellos», declaró Castilla de Cortázar a «Europa Press» preguntada acerca de los resultados del estudio «La infancia en cifras», que desvela una gran disminución de los niños que viven en el seno de un matrimonio convencional y el aumento de los que se crían con parejas de hecho, familias monoparentales y homosexuales.

«Lo que me preocupa -afirmó- es la parte de cómo viven la sexualidad los hombres carnalmente (...), uno hace de mujer y otro de hombre, uno de débil y otro de fuerte. Todo eso es una barbaridad antropológica y los niños ahí corren grave riesgo, no por la parte débil del hombre que hace de mujer entre comillas, pero sí del que hace de fuerte, que puede coger al niño como el débil y abusar de él».

El secretario de movimientos sociales y relaciones con las ONG del PSOE, Pedro Zerolo, exigió ayer el cese de la secretaria general de la Real Academia de Doctores e instó a la Fiscalía General del Estado a que actúe contra ella por las acusaciones dirigidas hacia el colectivo de homosexuales.

Zerolo aseguró sentirse «impactado» por las declaraciones cargadas de «tópicos monstruosos» y que «imputan a todo un colectivo la comisión de un delito».

«Decir que los varones homosexuales utilizan a los niños para abusar de ellos no es sólo una monstruosidad, sino imputar un delito a los padres homosexuales que ya tienen legalmente hijos a su cargo», aseveró.

Y la presidenta de la Federación Estatal de Gays, Lesbianas y Transexuales, Beatriz Gimeno, denunció la «homofobia profunda» y la «incultura» de la secretaria general Castilla de Cortázar. «Una persona que hace este tipo de declaraciones no puede estar al frente de ninguna organización en un país democrático», subrayó.

> Erreportajea: Hiesa > VEINTICINCO AÑOS DE SIDA

  • Veinticinco años de sida
  • Victoriano Cárcaba tenía 28 años cuando diagnosticó en la Residencia Nuestra Señora de Covadonga el primer caso de sida del Principado. Al cumplirse el primer cuarto de siglo de la aparición de la enfermedad, rememora para El Comercio cómo se vivió la llegada de la epidemia y su evolución
  • El Comercio, 2006-11-19 # Isabel López

Victoriano Cárcaba cursaba en 1987 el último año de su formación como especialista en medicina interna en el Hospital Nuestra Señora de Covadonga de Oviedo cuando llegó a la consulta un asturiano que residía fuera del Principado. El paciente no se encontraba bien desde hacía un tiempo y, además, quería consultar sobre unas manchas aparecidas en sus brazos, a pesar de que algunos médicos del lugar donde vivía le habían dicho que no tenían importancia. «Le examiné, descubrí más manchas en otras partes del cuerpo, que él no había visto, y me di cuenta de que aquello era un sarcoma de Kaposi, una de las enfermedades con las que se diagnosticaba el sida. Yo mismo le hice una biopsia y le saqué sangre; mandé las muestras a analizar y confirmé que tenía sida», recuerda el médico, que tenía entonces 28 años. Fue el primer caso notificado desde Asturias.

Han pasado casi veinte años, pero el doctor Cárcaba guarda en su memoria con todo detalle cómo era el paciente que inauguró la lista de enfermos de sida en Asturias, una lista que hasta el 30 de junio pasado cifraba en 1.290 las personas diagnosticadas en el Principado desde la aparición de la enfermedad en Estados Unidos, de la que se cumplen 25 años en este 2006. «Fue el primer caso oficialmente registrado, aunque desde hacía tiempo veíamos ya pacientes con síntomas de sida», explica el médico, actual jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Valle del Nalón.

En su pequeño despacho del centro langreano, Victoriano Cárcaba rememora los primeros años de una enfermedad que ha marcado las vidas de médicos como él, llegados al sida por casualidad. Los primeros pacientes eran adictos a la heroína que llegaban a los hospitales «desguazados», con una salud más que deteriorada, y que se encontraban con el rechazo del personal sanitario. Fueron los médicos residentes, los que completaban su formación especializada en medicina interna, quienes lidiaron con unos enfermos rebeldes, que incumplían las indicaciones médicas y que estaban ansiosos por volver a la calle y seguir consumiendo droga. «Nos tocó a nosotros, y tuvimos que aprender todo porque en la carrera no nos enseñaron nada del sida, simplemente porque no existía», señala el médico ovetense.

La primera autopsia

Los primeros años de la enfermedad fueron difíciles, incluso épicos para quienes en los hospitales trataban a los afectados por una enfermedad nueva, en la que todo estaba por descubrir. Pasó un tiempo hasta que se supieron con certeza cuáles eran las vías de transmisión de aquel virus que se cebaba en homosexuales, adictos a la heroína inyectable y hemofílicos. «Había desconocimiento, y el miedo es libre, así es que algunos pensaban que podían contagiarse con sólo tocar a un enfermo», admite Cárcaba. De ahí que los hospitales esterilizasen los cubiertos de esos pacientes o señalasen con un punto rojo los historiales de los enfermos de los que se sospechaba pudieran padecer el cáncer rosa, como se denominó inicialmente al sida, por su identificación con los homosexuales, sus primeras víctimas en Estados Unidos.

Victoriano Cárcaba recuerda como una de sus peores experiencias la autopsia que realizó, junto a otro residente, a una paciente suya con síntomas de haber fallecido por la extraña enfermedad. La familia dio su conformidad para la necropsia, pero ningún especialista del centro donde Cárcaba realizaba la especialidad médica quiso practicarla. «Desde el punto de vista científico era interesante, y la familia había consentido, así es que la hicimos, pero es muy duro tener que abrir a una paciente a la que has tratado durante semanas y has visto con vida la víspera. Los patólogos pueden hacer autopsias porque sólo ven sobre la mesa un cadáver, no a un paciente», opina el médico. El examen confirmó que la mujer había fallecido por el virus del sida; fue la primera autopsia practicada en Asturias a un muerto por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Los médicos que atendieron los primeros casos de sida tuvieron que realizar pruebas que, en teoría, deberían llevar a cabo compañeros de otras especialidades. Así fue como siendo residente de cuarto año, Victoriano Cárcaba realizó la biopsia de los tumores de piel que presentaba el que se convertiría luego en el primer enfermo de sida de la región. Cuando confirmó que era un sarcoma de Kaposi, se puso en contacto con el Instituto Pasteur, en Francia, pionero en la investigación del sida, para conocer posibles terapias. «Ahora buscas bibliografía en internet, y dispones de ella en un momento, pero entonces no, y era una enfermedad nueva»,

Un virus 'inteligente'

Un hospital parisino, el Pitié Salpêtrière, ensayaba en esos momentos un fármaco nuevo llamado interferón, y hasta allí se fue el paciente asturiano. «Era un hombre 'con posibles', y cada pocos meses viajaba a París a por el medicamento, pero yo fui quien controló y siguió la evolución de su enfermedad hasta que murió», recuerda. El enfermo pudo ser tratado con AZT, el primer medicamento específico contra el virus del sida, pero falleció, en 1989 fuera de Asturias. «Tuve suerte, porque hubiera sido muy duro para mí, ya que en ese y en otros casos de sida, los enfermos traspasan esa burbuja en la que intentamos mantenernos para no implicarnos emocionalmente con los pacientes», reconoce Cárcaba.

En los primeros años, los médicos poco podían ofrecerles. «No teníamos tratamientos frente al virus y sabíamos que todos morirían, así que apenas podíamos hacer nada más que intentar tratar las infecciones que padecían», explica este médico que ha diagnosticado el sida a compañeros de profesión, amigos de la infancia y a personas conocidas en muchos ámbitos de la vida asturiana. «Había una implicación emocional fuerte. Muchas veces te preguntabas por qué ellos, y pensabas que podías ser tú el infectado, porque el del sida es un virus 'inteligente', que ha elegido para su transmisión el mismo mecanismo que tiene la vida para asegurarse la continuidad, las relaciones sexuales», reflexiona Cárcaba.

Si mantener esa barrera emocional era difícil con unos pacientes que preguntaban cuánto les quedaba de vida, el empeño se tornaba imposible cuando el enfermo era un niño. Victoriano Cárcaba no había estudiado pediatría ni nunca pensó que tendría que tratar a menores, pero el sida llevó a muchos hasta su consulta, como un adolescente hemofílico, que murió de sida a los 16 años y que dejó honda huella en su vida; aún hoy, sus padres le visitan. O aquel otro niño, compañero de colegio de su sobrino, que le mostraba siempre sus calcetines con el escudo del Oviedo. «Yo le decía que era del Sporting para hacerle rabiar, y él se ponía sus calcetines cada vez que venía a la consulta». La madre siempre le agradeció que no impidiera a su sobrino jugar con el enfermo. «Es que la situación era terrible para las familias, y más cuando los afectados eran niños, porque el sida era algo tabú», señala Cárcaba.

«Vi morir a centenares»

El VIH cambió muchas cosas en los hospitales, dio paso a la creación de unidades de enfermedades infecciosas y al uso generalizado de guantes y de material desechable. Pero el sida golpeó también convenciones sociales de la época, porque afectaba sobre todo a personas -usuarias de drogas y homosexuales- con prácticas rechazadas por amplios sectores. Ahora está de moda y bien visto 'salir del armario', pero hace veinte años el panorama era muy distinto. También la consideración social hacia las drogas era distinta, generaba gran alarma social por los robos a farmacias y la inseguridad cotidiana. Gracias al sida, la adicción a la heroína comenzó a tratarse como una enfermedad, lo que abrió el camino en la década de los noventa a programas de intercambio de jeringuillas o de administración de metadona.

En 1991, Victoriano Cárcaba dejó el Hospital Central de Oviedo -surgido dos años antes al unificarse el Hospital General, Covadonga y el Instituto de Silicosis- para ocupar una plaza de Medicina Interna en el del Valle del Nalón, y se encontró con que el centro de Langreo no trataba enfermos de sida. «Es que no iban allí, porque en los primeros años todos los infectados por el VIH de Asturias eran enviados a Oviedo», explica. La situación se normalizó con constata el médico.el paso del tiempo, y ahora todos los hospitales atienden a los pacientes infectados o enfermos de sida de su área sanitaria. «He tratado centenares de personas con esta enfermedad, y he visto también morir a cientos», asegura Cárcaba, quien continúa asistiendo a estos pacientes. «No lo puedo dejar ni por compromiso ni por demanda porque, desgraciadamente, la prevención ha fallado y la gente sigue infectándose y enfermando de sida".

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  • Cinco nuevos casos en el último mes
  • Cuatro de ellos ni siquiera sabían que eran seropositivos cuando el médico les diagnosticó el sida
  • El Comercio, 2006-11-19 # Isabel López

Tres hombres y dos mujeres son las últimas personas diagnosticadas de sida en el Hospital Valle del Nalón de Langreo. Las cinco en el último mes, y ninguna sabía siquiera que estaba infectada por el VIH, aunque una lo sospechaba. De las cinco, sólo una es usuaria de drogas; las otras se han infectado por mantener relaciones heterosexuales sin protección. «Mucha gente cree que el sida es algo que pertenece al pasado y para lo que existe cura, y no toma ninguna precaución», lamenta Cárcaba.

Estos casos reflejan cómo ha cambiado el sida en España desde que hace 25 años se diagnosticara el primero en Barcelona. La mayor parte de las nuevas infecciones tiene su origen en relaciones sexuales mantenidas entre hombres y mujeres sin utilizar condón, y no en el hábito de compartir jeringuillas, la principal causa de expansión del VIH en nuestro país hasta hace unos años.

También responde al actual patrón el hecho de que cuatro de los cinco enfermos hayan conocido su seropositividad cuando el sida ya se ha desencadenado. Ocurre con frecuencia: alguien acude al médico por no encontrarse bien y lo que le sucede es que tiene sida. «De estos casos, uno tenía un linfoma, otro una toxoplasmosis, otro presentaba una neumonía por neumocistis carinii, otro adenopatías...», detalla el doctor Cárcaba al referirse a las patologías de los cinco pacientes, todos ellos con el sistema inmune muy afectado.

Ser seropositivo no es algo que se refleje en el rostro, y el virus del sida puede tardar muchos años, hasta más de diez, en dar síntomas clínicos, por lo que las personas infectadas son focos de transmisión si no utilizan el preservativo en sus relaciones sexuales. «Las mujeres son, por una cuestión anatómica, las que más fácilmente pueden infectarse», explica.

«La prevención falla»

Victoriano Cárcaba se enfrenta a menudo a pacientes que creen que el sida se cura, cuando ninguna terapia logra todavía erradicar el virus, aunque es verdad que desde la aparición de los potentes antirretrovirales en 1996 la mortalidad ha descendido y los enfermos pueden desarrollar una vida normalizada. Las terapias se han simplificado, y están lejos de la veintena de pastillas diarias de los primeros tiempos, lo que ha mejorado la calidad de vida de los infectados. «Pero hay efectos secundarios, y algunos con graves repercusiones en la salud», advierte. La mayoría de las muertes entre los enfermos con sida se producen por cirrosis o infarto, porque los cócteles de fármacos contra el VIH dañan el hígado y favorecen las enfermedades arteriales al elevar los niveles de colesterol.

Esa falsa idea de que el sida ya no mata y la imposibilidad de 'ver' el virus en los compañeros sexuales hacen que la enfermedad se expanda. «Los mensajes no han calado lo suficiente, la prevención ha fallado», sostiene Cárcaba. «Tengo dos hijas de 16 y de 19 años, y nunca nadie les ha hablado en el colegio del sida; lo que saben es por sus padres, porque los dos somos médicos, pero en los colegios deberían abordar la cuestión», afirma Cárcaba, para quien no se trata de alarmar a la población: «Nadie debe vivir obsesionado, simplemente actuar en la vida sin olvidar que el virus está ahí, porque además el sida está infiltrado en todos los estratos sociales, y las relaciones sexuales son algo inherente al ser humano desde su juventud, y eso no va a cambiar».