- El próximo censo contabilizará por primera vez las parejas homosexuales
- Por primera vez, el INE considera como pareja la formada por personas del mismo sexo
- El País, 2001-08-15 # Charo Nogueira, Madrid
Un censo es la foto fija de la población de un país. Pero también es la oportunidad de conocer cómo viven sus habitantes y algunos de sus problemas. Con este planteamiento, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha introducido varias modificaciones en los cuestionarios que comenzarán a repartirse a partir del 22 de octubre en los 13 millones de hogares españoles.
Los cambios afectan también a los análisis de los datos. Uno de los más relevantes se refiere a las parejas de hecho. 'Se va a cuantificar su número', afirma el jefe de área de censos demográficos del INE, Eduardo Teijeiro. Por primera vez se conocerá cuántas uniones no matrimoniales existen en España (el censo anterior permitía cuantificar las parejas heterosexuales no casadas, pero el dato no se publicó). 'Ahora sí lo haremos, y compararemos esa cifra con la que aporte el nuevo censo', añade el técnico. Ello permitirá conocer la evolución de esta forma de convivencia familiar en alza.
En cambio, el INE no podrá comparar otro dato nuevo: la cifra de parejas homosexuales que viven bajo el mismo techo. Se contabilizarán por primera vez. El censo anterior no las cuantificó, 'porque imponía que para formar una pareja las personas debían ser de distinto sexo', señala Teijeiro. 'Computaremos todas las que se declaren', asegura.
Derecho a la intimidad Pese a que por ley todos los ciudadanos están obligados a cumplimentar los cuestionarios del censo y a hacerlo verazmente, el INE matiza que quienes lo deseen podrán omitir los datos que revelen su inclinación sexual. 'Les ampara el derecho a la intimidad', puntualiza Teijeiro. Añade que la contabilización de las parejas de hecho tanto heterosexuales como homosexuales ha sido una iniciativa de los técnicos que han elaborado los criterios del censo 2001. Los nuevos datos sobre uniones se extraerán del cuestionario de hogar, uno de los cuatro formularios que se entregarán en los domicilios. En él, los ciudadanos deben indicar su estado civil y su relación de parentesco con la persona cuyo nombre aparece en primer lugar en el formulario. El INE elige a esa 'persona 1' con un criterio: favorecer la claridad de los parentescos que existen en el hogar.
'Es imposible ser políticamente correcto en esa cuestión', reconoce Teijeiro. En el censo de 1991, en lugar de emplearse el término cabeza de familia se utilizó el de 'persona principal'. 'Eso también levantó muchas suspicacias. Por eso hemos optado por hablar de persona 1. Suele ser la que aparece empadronada en primer lugar', añade el experto.
Para diseñar el nuevo censo, 'revolucionario' según sus responsables, se consultó a las comunidades autónomas y a distintas entidades sociales y políticas. Incluye 15 preguntas nuevas que arrojarán luz sobre las condiciones de vida de la población.
El cuestionario individual inquiere sobre los desplazamientos diarios, el transporte empleado y el tiempo que necesita el ciudadano para llegar al lugar de trabajo. También pregunta si dispone de coche y el número de horas de trabajo semanales.
El formulario de vivienda permitirá obtener datos sobre los problemas que padecen los ciudadanos respecto a ruidos exteriores, contaminación, limpieza urbana, malas comunciaciones o escasez de zonas verdes. Además, los habitantes de las comunidades autónomas con lengua propia deberán contestar sobre su conocimiento de ésta.
Unos 40.000 agentes se encargarán de repartir y recoger los formularios antes de Navidad. Los primeros datos (de población) se conocerán antes del próximo verano. El censo, que costará 27.000 millones de pesetas, es una herramienta de primer orden para la planificación de servicios e infraestructuras.