2004/04/27

> Erreportajea: Indarkeria > LA VIOLENCIA HOMOFOBA, UNA AMENAZA LLAMADA "14.000 SIKINS"

  • La violencia homófoba: Una amenaza llamada 14.000 skins
  • El auge de las agresiones como la sufrida por una pareja gay preocupa a la policía . Según los expertos, el auge de la inmigración y la aceptación social de la homosexualidad han reavivado el fenómeno skin, que ya tiene 14.000 miembros en toda España
  • La Vanguardia, 2004-04-27 # Sergio Heredia, Barcelona
En España, se calcula que hay cerca de 14.000 skins (cabezas rapadas), algunos de los cuales actúan en unas 70 bandas fuertemente organizadas. Este colectivo sería el responsable de unas 4.000 agresiones xenófobas al año, según cifras recopiladas por SOS Racismo. La cifra evidencia la importancia de un fenómeno que parece ir a más y que preocupa a las autoridades. La última tropelía cometida por este colectivo, la paliza brutal propinada a una pareja de homosexuales –uno de los cuales sigue hospitalizado– en el andén de la estación de Passeig de Gràcia de Barcelona el pasado 17 de abril, no es desgraciadamente un hecho aislado.

Además de este ejemplo de violencia homófoba, desde enero se han registrado ataques xenófobos en Sabadell, Granollers, Terrassa, Castellar, Reus, Rubí o Cornellà, por citar algunas ciudades de Catalunya. Un informe interno de la Conselleria d´Interior apunta que los Mossos d´Esquadra han detectado la presencia de grupos juveniles violentos en, al menos, 36 municipios catalanes. En ese listado abundan los grupos skins, pero también las bandas de origen latinoamericano, como los Latin Kings o los Ñetas.

Según SOS Racismo, el movimiento skinhead está renaciendo en estos últimos años como respuesta al fenómeno inmigratorio y a la aceptación social de la homosexualidad. “Antes del 2003, apenas recibíamos una o dos denuncias por ataques xenófobos al año en Catalunya”, dice Carlota Bassols, portavoz de la organización. “El año pasado –prosigue– la cifra ya se elevó a siete denuncias. Y este año la tendencia sigue al alza. Tenemos la sensación de que los grupos skins se están organizando”. Según SOS Racismo, los ideólogos del movimiento tienden a desplazarse hacia las zonas en las que hay más inmigración, y lo hacen con la idea de reclutar a todos aquellos ciudadanos que puedan estar molestos con una presencia significativa de extranjeros.

La Confederació d´Associacions de Veïns de Catalunya (Confavc) expresa la misma preocupación. Jordi Gasull, su secretario, recuerda que los vecinos de Reus, l´Hospitalet o Sabadell se han movilizado para analizar el movimiento skin. “En esos municipios, existe una sensibilidad especial. Se está trabajando en el problema, se trata de crear una atmósfera que facilite la integración del inmigrante, se montan reuniones de asesoramiento, fiestas de la diversidad...”

El movimiento skin funciona a partir de estructuras jerarquizadas: existe un “ideólogo”, que suele ser un sujeto más leído que el resto de los miembros de la banda y versado en el universo neonazi. Luego existen individuos que ejecutan, sin más, las instrucciones homófobas o xenófobas que les llegan de arriba. “Éstos, de entre 16 y 25 años, apenas saben nada del movimiento fascista”, dice un investigador policial. “Conocen a Hitler, por poner un ejemplo, pero –añade– nunca han oído hablar de Joseph Goebbels, el jefe de propaganda del Tercer Reich. Muchos adoptan esta ideología como una fórmula para quemar adrenalina. Golpear a quien consideran diferente les hace sentirse bien consigo mismos y con la colectividad a la que creen representar.”

Los skins se reúnen en locales propios, componen la facción más radical de los aficionados al fútbol, rinden culto al músculo y al ejercicio al aire libre, organizan acampadas de iniciación y reflexión, acuden a conciertos de música ska, se proponen citas a través del correo electrónico –se trata de su principal medio de intercambio de información–, se entregan, al fin, a “cacerías humanas”, en las que desatan su violencia. Todos los cuerpos de seguridad del Estado han creado grupos especializados en la investigación de este tipo de organizaciones violentas. “Yo soy un chaval muy organizado, me gusta cada cosa en su sitio”, declaró en una ocasión Oliver Sánchez Riera, uno de los seis cabezas rapadas que permanecen presos por el asesinato del travestido Juan José Rescalvo, alias “Sonia”, en una glorieta del parque de la Ciutadella (Barcelona), en 1991.

El fenómeno de los skinhead sigue así vivo y recuperando la fuerza que tuvo en los años ochenta, cuando jóvenes no necesariamente fascistas –también había grupos skins vinculados a la izquierda– importaron el uso de botas militares, de chaquetas bomber y el corte de pelo que inicialmente conformaba la imagen del colectivo.

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  • Ayuntamiento y Coordinadora Gai serán acusación particular contra los cinco skins
  • El servicio jurídico de la Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya presentará una denuncia contra los agresores en los próximos días y calificará el ataque de tentativa de homicidio
  • La Vanguardia, 2004-04-27 # Sergio Heredia, Barcelona
El Ayuntamiento de Barcelona y la Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya (CGL) compartirán la acusación particular contra los cinco skinheads que apalearon a una pareja de homosexuales en un andén de la estación de Renfe en Passeig de Gràcia (Barcelona) hace nueve días. El Consistorio anunció ayer que se personará como acusación particular, aunque no ha confirmado los términos de la denuncia. CGL, por su parte, y por boca de su abogado, Ricardo de la Rosa, declaró que la coordinadora calificará el ataque de tentativa de homicidio. “Es evidente que no se trata de una simple agresión, tal y como lo había calificado la policía en un primer momento, sino de un homicidio frustrado”, dijo ayer De la Rosa. La policía redactó ese primer informe tras constatar que el médico que atendió a los dos heridos en la misma estación no había detectado lesiones de gravedad en un primer momento.

Cuando la calificación de CGL entre en los juzgados, el suceso entrará en una nueva dimensión: el juez que tramita el proceso podría ordenar a la policía judicial que detenga a los cinco agresores –tres de ellos son menores de edad, según fuentes policiales– y el juicio de faltas se convertiría en un procedimiento penal. De la Rosa, que ya ha redactado la denuncia, esperará a que los agredidos, J. L. (46 años) y D. S. (31), se recuperen por completo para que firmen el documento. Está previsto que J. L., que permaneció tres días ingresado en la UCI de un hospital catalán, reciba el alta en los próximos días. Una resonancia magnética confirmó ayer que su estado evoluciona bien.

J. L., que se llevó la peor parte de la agresión, se sintió mal tres días después del ataque. Había llegado a casa el domingo, de madrugada, tras ser dado de alta del hospital de Sant Pau (Barcelona), en cuya sala de urgencias había recibido los primeros cuidados. Según la versión policial y de la coordinadora gay, los médicos consideraron que sus lesiones eran leves. El primer informe policial, que ahora deberá reescribirse, se había redactado a partir de esa información.

Pero J. L. se desmayó el lunes de camino al hospital. Sufría cefaleas, pérdida de visión y vomitaba sangre. “Llegó in extremis”, dijo ayer a este diario Albert Barberà, presidente de CGL. Esta vez, los facultativos localizaron coágulos de sangre en su cerebro. Lo ingresaron en la UCI, lo sometieron a un tratamiento anticoagulante y lo mantuvieron allí durante tres días. En los día sucesivos, este hospital ha remitido un nuevo informe médico al juzgado competente, que lo incorporará a los trámites, según confirmaron ayer fuentes de la Conselleria de Interior.

“Es evidente que se trata de un intento de homicidio; los golpes iban dirigidos a la cabeza –dice De la Rosa–. Les pegaron, los tiraron al suelo, los patearon, siguieron haciéndolo aunque ya no podían defenderse. Sabemos las consecuencias que puede tener un golpe en la cabeza: quien lo sufre tal vez muera.”

El caso ha reabierto el debate sobre el movimiento skin y sus actitudes homófobas en Catalunya. La pareja agredida iba cogida de la mano, un motivo que azuzó a los atacantes. Una de las agresoras (había dos mujeres y tres hombres) se acercó a la pareja y le escupió cáscaras de pipa. “¿Por qué me haces esto?”, le preguntó uno de ellos. “Porque eres maricón”, contestó ella. El ataque arrancó así, sin más. “Lo que más me duele es que el andén estaba lleno de gente y nadie hizo nada”, ha denunciado José Benito, portavoz del Grup d´Amics Gais.