- Sólo uno de cada diez nuevos infectados por el VIH recibe tratamiento
- Bill y Melinda Gates califican de "irracionales" y "crueles" las políticas en contra del preservativo
- El País, 2006-08-15 # Emilio de Benito, Toronto
La dimensión de esta epidemia, 25 años después de detectarse la enfermedad, siguen siendo abismal. En la actualidad hay 40 millones de personas infectadas por el VIH en el mundo.
Desde hace 25 años han adquirido el virus 65 millones de personas, de las que han muerto ya 25 millones.
En la cumbre de Toronto no hubo ayer nuevos anuncios de dinero por parte de la Fundación de Bill y Melinda Gates (que ya han realizado la mayor donación no gubernamental al Fondo Mundial contra el Sida), pero sí denuncias, que satisficieron plenamente a los asistentes a la ceremonia. Para empezar, las cuentas no salen, según advirtió el fundador de Microsoft. Al ritmo actual, será imposible frenar la epidemia, que añade cada año cuatro millones de nuevos afectados a su lista (desde que comenzó hace 25 años, 65 millones de personas han adquirido el virus, de las que han muerto 25 millones).
"El tratamiento sin prevención es, simplemente, insostenible. Si los 40 millones de personas actualmente infectadas necesitaran tratamiento, y si pudieran recibir el más barato de los disponibles [aproximadamente un dólar al día], ello supondría más de 13.000 millones al año, una cifra inasumible y que además crecerá cada año", dijo Gates ante los máximos dirigentes de la lucha mundial contra la enfermedad.
La solución es evitar las nuevas infecciones, dijeron Bill y Melinda Gates, quienes se repartieron a partes casi iguales un discurso de cerca de una hora que ninguno de los dos leyó. Para lograr ese fin, "hay que dar el poder a las mujeres", que son ya más del 50% de las infectadas en los países con mayor incidencia de la enfermedad, advirtieron.
Los Gates proponen dos estrategias para la lucha contra el sida. La primera, fomentar los métodos de prevención actuales. La segunda, "desarrollar una píldora oral o un gel vaginal que detenga la infección", dijo Bill Gates en referencia a dos de los temas estrella de esta conferencia: los microbicidas y la llamada profilaxis pre-exposición.
El motivo es que el actual método -conocido como ABC, siglas de abstinencia sexual, fidelidad (be faithfull en inglés) y condones- es muy deficiente. "La abstinencia no es una opción para muchas mujeres; tampoco la fidelidad, si tu pareja no lo es; y el problema de los condones es que la mujer no puede imponerlo sola", dijo el fundador de Microsoft.
Más al día en las reclamaciones de los activistas, Melinda arrancó una de las grandes ovaciones de la noche cuando en lugar del ABC habló del CNN: condones, agujas limpias (clean needles en inglés), y negociación para la educación y el tratamiento. Melinda Gates hizo una dura crítica a los políticos que se niegan a promover el uso de preservativos o el reparto de jeringuillas limpias entre los usuarios de drogas por vía intravenosa. A todos ellos les acusó de tener una actitud "cruel e irracional". En contra de la promoción del uso del preservativo están, por ejemplo, el Vaticano y algunos líderes políticos africanos.
"Negar el acceso a los condones no quiere decir que la gente tenga menos sexo; quiere decir que la gente va a tener menos sexo seguro", afirmó. La copresidenta de la fundación, que tiene un papel muy activo en esta conferencia, también criticó a los políticos que "por moral" se niegan a tratar a las trabajadoras del sexo. "Salvar vidas es el mayor acto ético posible. Si lo prefieren, que piensen en las mujeres a las que los hombres que les son infieles, y cuyas vidas ponen en peligro", afirmó.
Mujeres asiáticas
Pero la sesión tuvo otra protagonista: Frika Chia Iskandar, una indonesia que "nació el año que se descubrió el sida" y que lleva tres años en tratamiento. Ella ha sido elegida "la cara del sida" en esta conferencia, rompiendo la tradición de que en la inauguración hable una persona afectada del país anfitrión. "Cuando se escoge como lema que es Tiempo de Cumplir, eso quiere decir que no hay tiempo que perder", dijo esta mujer. Con su elección la organización quiso hacer visible que el futuro del sida se debate en este momento entre las mujeres asiáticas.
Chia se centró en un tema que conoce de cerca: el estigma y la discriminación. "Sabemos que están ahí, y que no van a desaparecer. Por eso lo que tenemos que hacer es aprender a enfrentarnos a ello. Yo lo he hecho. No se trata sólo de dar testimonio, sino de exigir nuestros derechos, que son derechos humanos, cada día", afirmó.