- Gallardón remite a la igualdad que reconoce la Constitución a todos los ciudadanos
- Informativos Telecinco, 2006-07-29
Asimismo, hizo un repaso al Código Civil, recordando a los contrayentes sus derechos y deberes, y poniendo de manifiesto que, casar a dos personas del mismo sexo, entra dentro de la ley.
El acto tuvo lugar en el Salón Real de la Casa de la panadería. En él se congregaron algo más de setenta invitados; entre ellos, la diputada popular Celia Villalobos, para quien la boda fue "muy bonita", y la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Pilar Martínez.
Igualmente, asistieron a la ceremonia la concejala de las Artes, Alicia Moreno, el consejero de Sanidad, Manuel Lamela, que calificó la boda de "acto entrañable", y el presidente de la asociación Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra.
Además, estuvieron presentes la ex presidenta del Colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid (COGAM), Boti Rodrigo, y la coordinadora del Área Transexual del PSOE, Carla Antonelli.
Una poesía para los novios
A la entrada de Gallardón, un intento de aplauso de uno de los asistentes, que nadie apoyó, recordó que, los protagonistas, aún no habían llegado. Los novios, el 'popular' Javier Gómez y el responsable del programa de asesoramiento de Gays, Lesbianas y Transexuales de la Comunidad de Madrid, Manuel Ródenas, entraron en el salón a las 13.15.
Durante el acto, el bastón de mando del alcalde presidió la mesa ante la que los contrayentes consintieron en casarse. Gallardón ofició una ceremonia breve, durante la cual pronunció el poema "El profeta", de Gibrán Jalil Gibrán. En el texto, se incluían frases como "juntos permaneceréis para siempre" y "juntos estaréis en la memoria silenciosa de Dios".
Tras el acto, la poetisa y amiga de los contrayentes, Ruth Toledano, leyó un discurso y recitó una poesía de Luis Cernuda. Después, los asistentes disfrutaron de un cóctel. Por su parte, Ruiz-Gallardón dijo "la boda ha ido bien, como tienen que ir las bodas".
Boda polémica
Compañeros de partido y de la oposición, colectivos homosexuales y conservadores e, incluso, la Iglesia católica, han reprochado a Gallardón que oficie una boda que, sobre todo, no ha pasado desapercibida.
Desde el PP, se ha acusado al alcalde madrileño de deslealtad, por dar su apoyo al matrimonio homosexual, cuando su partido presentó un recurso de inconstitucionalidad contra la ley que lo hace posible. Entre las filas populares, ya se habla de las futuras consecuencias políticas del "desafío" de Gallardón.
El secretario de Movimientos Sociales y relaciones con las ONG del PSOE, Pedro Zarolo, llegó a exigir al PP que retirase ese recurso de inconstitucionalidad, ante la decisión de uno de sus alcaldes de oficiar la boda de dos compañeros de partido del mismo sexo.
Asimismo, pidió a Gallardón que dé explicaciones a sus votantes, despertando una política aún mayor que la que hubo cuando el presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, asistió a un enlace "gay", el pasado junio.
Por su parte, el Arzobispado de Madrid acusó al alcalde de "ofuscar valores fundamentales que, no sólo pertenecen a los creyentes, sino al patrimonio común de la humanidad", al reconocer teórica y legalmente la validez de una unión homosexual.
Actuación incoherente
Además, los colectivos de homosexuales tacharon de incoherente que oficiase esta boda, y el Foro de la Familia le reprochó "la exhibición de apoyo al matrimonio gay" que supone su presencia como oficiante, rompiendo la práctica habitual de que el alcalde no casa a nadie.
En realidad, se trata de la primera boda homosexual que el alcalde 'popular' preside, pero no la primera que 'autoriza', ya que la capacidad legal para autorizar los matrimonios, en los ayuntamientos, es competencia del alcalde. Sin embargo, para el Foro de la Familia, "no se trata de aplicar o no una ley vigente, sino de la implicación personal y pública, sin necesidad, de un alto cargo del PP en un acto que supone el apoyo a esa ley que tanta contestación social genera".