- Califica la Iglesia de inhumanos los matrimonios gay
- Fustiga Obispo Olvera Ochoa Ley de Convivencia Homosexual
- El Sol de México, 2006-11-13 # Isabel Mariano Ramírez · Cuernavaca, Morelos
"Ni son cristianos, casi ni humanos, tratar de separar la familia y el matrimonio entre un hombre y una mujer," dijo el Décimo Obispo de Cuernavaca, Florencio Olvera Ochoa, la acción que persigue la Ley de Convivencia del Distrito Federal; la cual, señaló, es el primer paso para otras "aberraciones" como el enlace entre homosexuales o la adopción de niños entre estas personas.
Tal y como lo anunció el Episcopado, dijo, todas las personas deben aceptar la ley natural, para que el hombre y la creación encuentre su plenitud, y todos deben respetar esa naturaleza.
"Tú eres unidad de cuerpo y alma y eres trascendente; y la persona se expresa como varón o como mujer, no hay intermedios. Ambos, varón y mujer tienen igual dignidad e iguales deberes u obligaciones, y los dos se complementan. Los matrimonios, que bonito se ven las parejitas, complementándose, los dos valen igual".
Indicó que todas las leyes que dignifican a la persona humana deben ser respaldadas, sobre todo las que le ayudan a ser libres y solidarios. Empero, "y el matrimonio es libre, conciente, permanente, de un hombre y una mujer, es la base de la familia; y la familia desde el vértice del matrimonio, ambos son inseparables", acotó.
El jerarca de la Iglesia Católica en Morelos, sostuvo que cuando estas figuras son separadas, ni son actos cristianos, casi ni humanos. Es por eso, que recordó, la sociedad y el Estado son posteriores a la persona y a la familia, de ahí que la sociedad y el Estado deben estar al servicio de la persona y de la familia, y como sean éstos, se conformará una nación y un Estado. Y es que, advirtió el futuro del hombre se decide en la familia, pero la preocupación surge cuando se intenta acabar a la familia o tomar esta integración como un juego o un cuento.
"Y si la familia se convierte en otra cosa, ¿Cuál es el futuro del mundo?", preguntó. Pero para el bien de todos, sostuvo, la Iglesia estará siempre al lado de la persona y de la familia.
Respecto a la Ley de Convivencia del DF, pidió a los medios de comunicación no generar confusiones, porque al parecer, esta normatividad ni intenta cambiar el matrimonio, y mucho menos habrá posibilidad de adoptar niños, pero en la realidad esto no se siente así.
Aun así, el prelado advirtió que este puede ser un primer paso para caer en aberraciones como: los matrimonios homosexuales y derechos de estos para adoptar niños. Ante todo, explicó que la Iglesia respeta a todas las personas, pero no puede permitir actos inmorales que dañen la dignidad integral de la persona, "por eso la Iglesia exige que se respete al asesino, al ladrón, al violador, pero de ninguna manera justifica estos y otros actos que van contra la persona y la familia, se respeta a toda persona, pero se rechaza todo acto malo; y la persona digna es la auténtica medida de la civilización".
En otro tenor, Olvera Ochoa se dijo preocupado del nivel de violencia a los derechos humanos en la sociedad actual, los cuales se violentan no sólo por actos terroristas, sino por la represión o los asesinatos, los cuales calificó como "descaradas violaciones", sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza, y por una estructura económica injusta, que origina grandes desigualdades, "eso merece una denuncia, en especial las violaciones contra los derechos de los niños, de la mujer, o de los grupos más pobres; todavía aquí entre nosotros hay machismo, las mujeres si son golpeadas sepárense; antes se le decía aguanta, no, ahora levanta", acotó.
El prelado manifestó a los católicos que la Iglesia enseña a mostrar bondad y solidaridad con los semejantes y no explotar a los pobres, los sencillos, niños, mujeres, a los migrantes; pero nada ni siquiera los grandes rezos pueden justificar la explotación de las personas. "Que nadie explote al hermano, ni que tú explotes, ni dejes que te exploten. Recurre a Dios", finalizó.