- La ordenación de mujeres y gays divide a los anglicanos
- La Razón, 2006-09-18 # Sara Martín, Madrid
Las últimas decisiones tomadas por la Iglesia anglicana en Gran Bretaña y EE UU han vuelto a levantar la sombra de más divisiones internas. Según informa la agencia de noticias Zenit, el pasado julio el Sínodo de la Iglesia de Inglaterra votó a favor de permitir que las mujeres se ordenasen obispos. Previamente, catorce de las treinta y ocho iglesias anglicanas autónomas de otros países habían aprobado ya que las mujeres pudieran ser consagradas como obispos. Pero la decisión de la Iglesia británica, sin embargo, ha sido mucho más importante, puesto que se la considera como la «madre» del anglicanismo. Esta votación, que finalizó con una importante victoria de 288 a favor de ordenar mujeres obispos contra 119 que no apoyaron esta decisión, ha tenido lugar tras un largo período de tensiones en el seno de la Iglesia anglicana. Enfriamiento ecuménico Pero la desunión anglicana no es la única amenaza: las relaciones ecuménicas también están en duda. El cardenal Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, advirtió días antes de la votación anglicana que permitir que las mujeres se ordenasen obispos complicará más los intentos de lograr la unidad porque la ordenación de mujeres como sacerdotes ya condujo a un «enfriamiento» en su momento. Por último, aseguró que «sin identidad, ninguna sociedad y menos una iglesia, puede sobrevivir». Catorce años después del visto bueno a las mujeres sacerdotes en el Reino Unido, 283 fueron admitidas en el seminario el año pasado, en comparación con los 295 hombres. Según explica un artículo escrito por Hilary De Lyon en la revista de la fundación británica de pensamiento «Demos», aunque sólo han pasado doce años desde que las primeras mujeres fueran ordenadas en la Iglesia anglicana, ya comprenden nada menos que el 20% del clero, y ocupan el 50% de los puestos no retribuidos de los sacerdotes. Al otro lado del Atlántico, la rama americana de la Iglesia anglicana, los episcopalianos, sigue en plena agitación desde que en mayo su iglesia de San Francisco rechazara la elección de un homosexual como obispo local. En su lugar, eligieron a Mark Handley Andrus, que concurría con otros seis candidatos, tres de los cuales vivían abiertamente con sus parejas del mismo sexo. Pero la controversia continuó cuando la Convención Episcopal General eligió a Jefferts Schori como su líder en Norteamérica. Schori es la primera mujer que encabeza una agrupación nacional de la Iglesia anglicana, y su elección levantó preocupación desde el principio por su apoyo explícito en 2003 a la elección de Gene Robertson como obispo, el primero abiertamente homosexual en la historia de la Iglesia anglicana. Desde Inglaterra, el obispo de Rochester, Michael Nazir-Ali, afirmó que las divisiones entre liberales y conservadores eran tan profundas que ya no es posible un compromiso: «Los anglicanos suelen rehuir algunas cosas, pero creo que éste es un tema tan grave que no hay forma de rehuirlo».
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