- Amnistía recoge 160.000 firmas para evitar lapidaciones en Irán
- Siete mujeres han sido condenadas a muerte por adulterio
- El País, 2006-10-25 # Mónica C. Belaza, Madrid
El código penal iraní detalla cómo debe llevarse a cabo la ejecución por lapidación. El artículo 102 dispone que los hombres tienen que ser enterrados hasta la cintura y las mujeres, hasta el pecho. Cuando el condenado ha cometido adulterio, según el artículo 104, deben utilizarse piedras "no tan grandes como para matar a la persona de uno o dos golpes ni tan pequeñas como para no poder considerarlas piedras".
Desde diciembre de 2002 hasta mayo de 2006, según AI, no hay constancia de que se haya lapidado a nadie en Irán, a pesar de que los tribunales han seguido imponiendo este castigo. La organización asegura que en estos momentos hay siete mujeres que pueden sufrir esta cruel suerte. La información sobre estos casos, según indica una portavoz de AI España, la han obtenido de grupos de abogadas, periodistas y activistas iraníes que luchan dentro del país por la erradicación de esta práctica.
Las siete mujeres han sido condenadas a morir lapidadas por adúlteras. En algunos casos se mezcla la infidelidad con presuntas complicidades en el asesinato de los maridos. Pero mientras que por este último delito reciben penas de cinco u ocho años de cárcel, según los casos, el adulterio siempre acaba igual: muerte por lapidación.
Éstas son algunas de las historias de estas mujeres, según información facilitada por AI:
-Khayrieh. "Estoy lista para ir a la horca, pero no deben lapidarme", ha dicho esta mujer sobre su condena. "Podrían estrangularte, y morirías, pero es muy difícil soportar que te arrojen piedras a la cabeza". Según AI, el marido de Khayrieh la maltrataba. Ella entabló una relación sentimental con un pariente del esposo, que asesinó a éste. Ella ha negado toda participación en el asesinato, pero confesó el adulterio y fue condenada a morir lapidada.
-Shamameh Ghorbani. Su marido y sus hermanos la encontraron con un hombre en casa. Lo mataron y a ella la apuñalaron con un cuchillo, pero no murió. Fue condenada a morir lapidada por adulterio en junio de este año. Su causa se está examinando de nuevo.
-Kobra Najjar. Al parecer, fue obligada a prostituirse por su marido, heroinómano que la maltrataba. En 1995, tras recibir una brutal paliza de su esposo, le contó a un cliente que quería matarlo, y éste lo hizo. Él fue condenado a muerte pero fue indultado por la familia de la víctima, a la que pagó una indemnización. Ella fue condenada a ocho años por complicidad en el asesinato y a muerte por lapidación por el adulterio.
-Parisa. Detenida en abril de 2004 cuando trabajaba como prostituta en Shiraz, en el sur del Irán. En las investigaciones preliminares confesó el cargo de adulterio y explicó que su marido la había obligado a prostituirse porque eran muy pobres. En el juicio se retractó de la confesión, pero fue condenada a muerte. Su causa se está revisando.
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