- Reportaje: Juicio rápido por homofobia
- Una pareja gay y el dueño de un bar sevillano litigan por un incidente
- El País, 2006-10-24, azkena # Mercedes Díaz, Sevilla
La Fiscalía de Sevilla solicitó ayer, en un juicio de faltas, la absolución para José Hernández, el dueño del bar JH, de la capital hispalense, que insultó y amenazó supuestamente con una barra de hierro a la pareja de homosexuales que estaban besándose y acariciándose en su establecimiento. La fiscalía también pidió la absolución para Fran y David, los emparejados, quienes a su vez habían sido denunciados por Hernández por gritarle presuntamente "facha y guarro". Manuel Salazar, el abogado de la pareja, quiere que el juez imponga una multa de 300 euros a Hernández por las faltas de amenazas, coacciones, injurias y vejaciones.
José Hernández, un hombre que ha pasado el umbral de los 60, vive de su negocio desde hace más dos décadas en una zona que ha sido hasta hace unos años el barrio de las prostitutas en la capital andaluza. "A mi bar han ido muchos gays siempre y yo tengo a mis amigos más íntimos que son gays", gritaba ayer en la puerta de la sala de vistas, bastante sofocado y "desbordado" por el desarrollo de los hechos.
Fran y David residen en el casco antiguo de Sevilla. El pasado sábado, sobre las nueve de la mañana, volvían de copas, se compraron el periódico y se sentaron a tomar un café en la terraza de un bar en la calle Feria. No había nadie más en las mesas que tiene el establecimiento en la calle, pero los clientes que estaban en el interior observaron la "actitud cariñosa de la pareja".
Según la denuncia presentada por la pareja, el dueño de la cafetería les mostró una barra de hierro, y desde detrás del mostrador les dijo que si no se marchaban se la iba "a meter por el culo y les iba a salir por la boca".
"Las versiones son contradictorias. De las declaraciones de los testigos nadie puede deducir que José amenazó con una barra de hierro a la pareja", justificó el fiscal. Y añadió: "No entramos a ver su orientación sexual en este juicio, sino su actitud vehemente; parece que indecorosa, según se desprende de las declaraciones".
El ministerio público afirmó que los "insultos" del camarero podrían estar motivados por el hecho de "ejercer una autoridad pseudopolicial en un negocio que es suyo".
"Venían borrachos. Estaban magreándose y besándose en plan deshonesto y los clientes me dijeron que les llamara la atención. Lo hice y se pusieron a insultarme. Me llamaron facha, guarro...", contó Hernández.
"Se dirigió a nosotros, que estábamos besándonos y en actitud cariñosa, de mala forma. Nos dijo que ya valía de mariconería y de conductas porno. Y le respondí que mi abuelo había pasado una guerra y 40 años de dictadura para que yo no tuviera ya que reprimirme", explicó David.
Fran, según la versión de la pareja, solicitó a renglón seguido el libro de quejas. Ante eso, José les invitó a avisar a la policía. Ellos llamaron y, en ese momento es cuando, según la pareja, el dueño del establecimiento sacó la barra de hierro y les amenazó con ella. "Yo me quedé inmóvil, no sabía si ir para delante o para detrás. Pensé: ya me tocó", señaló Fran.
En un comunicado, Fran y David aseguran que no pretenden que el dueño del bar cambie de actitud, pero "sí que recapacite y comprenda que tiene la obligación de respetar la homosexualidad".
La pareja anima a gays y lesbianas a "denunciar". "Pequeños pasos como éste se hacen necesarios para que la homofobia que existe vaya poco a poco desapareciendo", dice el texto. "Deseamos continuar nuestra vida con naturalidad y discreción", añaden.
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