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• Manifiesto con motivo del 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida
• 2006-12-01 # Liberación · Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Izquierdas · Madrid
  

Hace ya 25 años del surgimiento del VIH-SIDA. Un vez más, se conmemora el 1 de diciembre un Día Mundial de Lucha contra una de las grandes pandemias de la Historia, cuyo balance en este 2006 –de acuerdo con los datos más recientes que se dan a conocer a 21 de noviembre por ONUSIDA/OMS- es de alrededor 39,5 millones de personas infectadas. Este año se han producido 4,3 millones de nuevas infecciones, de las cuales 2,8 millones (65%) correspondieron a África subsahariana y hubo importantes aumentos en Europa del Este y Asia central, donde se observan algunos indicios de que las tasas de infección han crecido en más del 50% desde 2004. En 2006, 2,9 millones de personas han muerto como consecuencia de enfermedades relacionadas con el SIDA.

Y, hoy, otro 1 de diciembre que llega y pasa: otro 1 de diciembre en que líderes políticos adoptan un gesto de honda preocupación y se prenden de la solapa un lazo rojo que caerá hasta el año que viene. Desde LiberACCIÓN – LGTB queremos denunciar, en primer lugar, la falta de voluntad política real para abordar, integralmente, la prevención de la epidemia y su asistencia. Las grandes campañas de sensibilización no servirán de nada mientras no se corte la búsqueda del máximo beneficio de las multinacionales farmacéuticas, que impiden el acceso a medicamentes a las poblaciones más pobres, ni mientras existan gobiernos que mantengan connivencia o pasividad ante la responsabilidad encubierta de la Iglesia católica, que condena el uso del preservativo.

No podemos olvidar tampoco la estigmatización que durante estos veinticinco años ha tenido el colectivo gay por la ecuación prejuiciosa “homosexualidad masculina = Sida”. Esta creencia, presentada cínicamente como interés por las necesidades sanitarias específicas de los gays, ha ido acompañada de la falta de políticas públicas preventivas dirigidas a este colectivo cuando más se necesitaban: tras un cuarto de siglo, el Ministerio de Sanidad ha realizado este año su primera campaña dirigida a gays a este respecto. A la vez, ha quedado invisibilizada la realidad de las mujeres lesbianas en su exposición y riesgo al contagio. Una muestra más del modelo heterosexista, masculino, homófobo y lesbófobo que condiciona también la Sanidad pública.

Y cómo ignorar la vergüenza que nos producen las declaraciones de nuestra Presidenta autonómica, Esperanza Aguirre, que lamenta “no llegar a fin de mes” por no contar con pagas extras a pesar de su sueldo mensual de 8.000 euros… mientras las personas seropositivas acceden a una pensión media de 301’55€.

Reivindicamos, además, nuestro derecho a disfrutar de la sexualidad sin ataduras ni tapujos, y por ello queremos políticas públicas que promocionen su vivencia plena y saludable. Ya sabemos el desastroso balance de las medias tintas y la doble moral que implícita o explícitamente han asociado la libre experimentación sexual con hábitos arriesgados para la salud.

Por todo esto, hoy, 1 de diciembre de 2006, LiberACCIÓN – LGTB considera posibles, urgentes e imprescindibles:

· El impulso público desde la Unión Europea a la investigación farmacéutica y a la fabricación de antirretrovirales genéricos –tal y como hace Brasil, a pesar de las presiones de Estados Unidos y las multinacionales- para su distribución tanto en territorio comunitario como en la cooperación internacional al desarrollo.

· Campañas públicas preventivas que rompan prejuicios y estigmas discriminatorios para las personas LGTB, pero que tengan en cuenta las injusticias y necesidades específicas de las minorías sexuales.

· Una Ley Estatal de Lucha Contra el SIDA en todos sus frentes, que cree un marco jurídico para garantizar y comprometer políticas públicas dignas de sensibilización, prevención, asistencia y no discriminación.

· La vivencia por parte de cada cual de su sexualidad de manera saludable, sana, libre y militante: como una opción personal con dimensiones políticas, como actitud de búsqueda de una transformación social que, sin liberación sexual, no será.