2001/03/23

> Berria: Eliza > EL OBISPO GEA ESCOLANO DICE QUE "DONDE HAY HOMBRE, PUEDE HABER LO QUE SEA"

  • Abusos sexuales de curas a monjas
  • El obispo de Mondoñedo dice que «donde hay hombre, puede haber lo que sea»
  • El Mundo, 2001-03-23 # Europa Press, Lugo
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea Escolano, ha advertido de que se producirán nuevos abusos sexuales de monjas por parte de sacerdotes porque «donde hay hombre, puede haber lo que sea». El prelado parafraseó un refrán latino que afirma «soy hombre y no juzgo ajena a mí cualquier cosa humana».

Ante el reciente informe realizado por el Vaticano sobre las denuncias de abusos sexuales de sacerdotes a monjas, Gea Escolano ha indicado, en declaraciones a Radio Lugo, que «han pasado casos como éstos o más graves y seguirán pasando», aunque ha comentado que hay que mostrar cierta comprensión «hacia los pecadores, sean quienes sean».

El prelado recordó que, a lo largo de la historia, «desde sacerdotes, seglares, obispos y papas ha habido de todo». «No debemos extrañarnos, pero es una pena», ha añadido. A su juicio, en un ambiente «distinto» como el de los países africanos existe «una mayor proclividad».

Asimismo, considera que el informe del propio Vaticano sobre sus religiosos «empaña» la imagen de la Iglesia. «Lo ideal sería que todos los cristianos fuéramos como debemos ser», ha concluido.

> Berria: Eliza > CONDENADO EN GRANADA UN SACERDOTE POR ABUSAR DE UN MONAGUILLO

  • Granada: Condenado un sacerdote a 18 meses de prisión por abusar de un monaguillo
  • Los hechos se produjeron entre 1995 y 1997
  • El Mundo, 2001-03-23 # EFE, Granada
El juez de lo Penal 3 de Granada, José María Zurita, ha condenado a 18 meses de prisión al cura de Aldeire (Granada), A.R.R., por abusos sexuales continuados cometidos sobre un monaguillo menor de edad de la parroquia durante dos años, desde 1995 a 1997.

El fallo, hecho público ayer por la asociación de defensa de la infancia Prodeni, agrava la pena por considerar que concurre la agravante de abuso de confianza, e impone al cura el pago de una indemnización de un millón de pesetas por los daños morales ocasionados al menor.

La sentencia, que es recurrible ante la Audiencia de Granada, considera probado que el párroco de Aldeire, que mantenía «una cordial relación» con los padres del menor, comenzó en noviembre de 1995, «guiado por un ánimo libidinoso», a abusar del monaguillo.

Los abusos sexuales se concretaron, según el juez, en besos y abrazos, «llegando a quitarle la ropa y quitársela el propio A., tocando al menor sus genitales e invitando a éste a actuar de igual forma» y proponiéndole que le masturbara, a lo que el menor accedía.

Los abusos, que el acusado llevaba a cabo en su dormitorio, se mantuvieron «con regularidad hasta el mes de noviembre de 1997, fecha en que el menor contó lo sucedido a unas amigas, y, con posterioridad a sus padres», indica la sentencia.

El juez aprecia «la claridad y sinceridad» de la declaración del menor, que «ponen inequívocamente de manifiesto la realidad y certeza de los hechos denunciados», negados por el párroco.

Según los fundamentos jurídicos de la sentencia, las declaraciones del menor en el juicio «apenas varían un ápice» de sus anteriores testimonios, «contestando con absoluta contundencia» al interrogatorio de acusación y defensa, «prueba ésta más que bastante para el dictado de un sentencia condenatoria» junto a los «clarificadores» testimonios de referencia oídos en el juicio: la declaración de otros dos niños que aseguraron que también con ellos el cura «intentó cometer actos de naturaleza sexual».

El juez explica, además, que las causas de animadversión invocadas por la defensa del párroco no son ciertas, pues ni los padres del menor ni éste «tienen motivo alguno para incriminar al señor A.R.R., con quien, por el contrario, siempre mantuvieron una buena relación desde su llegada al pueblo».

Dado que el párroco de Aldeire tomó parte activa en las movilizaciones promovidas en la Comarca del Marquesado para evitar el cierre de las Minas de Alquife, el juez refiere que tampoco este asunto creó «tensión de tipo alguno» entre los padres del menor y el cura.

El presidente de Prodeni Granada y abogado de la acusación particular, Juan Pedro Oliver, ha pedido en conferencia de prensa al obispo de la diócesis de Guadix-Baza, que al conocer la denuncia trasladó al cura de Aldeire a la parroquia de Cortes y Graena, que cese en sus funciones al condenado.