2006/08/10

> Erreportajea: Diskriminazioa > JERUSALEN: EL TERCER MURO NO SE VE, SE SIENTE

  • Crónica: Carta desde Jerusalén
  • El tercer muro no se ve, se siente
  • El País, 2006-08-10 # Juan Miguel Muñoz
Nunca ha sido Jerusalén la alegría de la huerta. La santidad y el jolgorio andan a la greña. Hoy debía celebrarse la World Pride, la marcha del Orgullo Gay. El año pasado ya tuvo lugar una versión local, y los cada vez más influyentes ultraortodoxos judíos, y en esto van de la mano con el Mufti y los imanes musulmanes, pusieron el grito en el cielo. "Bienvenidos a Sodoma y Gomorra", rezaba una pancarta colocada para dar la bienvenida a gays y lesbianas que acudían desde Tel Aviv, la capital de la depravación a ojos de los fanáticos. Desfilaron y alguno fue apuñalado por un extremista. Ahora han sido armas de gran envergadura las que ha forzado la suspensión de la manifestación. No está el horno para bollos en jornadas en las que se entierran a las víctimas de la guerra contra Hezbolá y cuando casi cada vecino hebreo tiene un allegado en el frente.

Jerusalén es manejable por su tamaño y población, 700.000 habitantes. Pero la amabilidad no es su fuerte. Un abismo respecto a la marchosa y mediterránea Tel Aviv, a sólo 60 kilómetros, o al carácter acogedor de los lugareños de los kibutzim del norte. Es una ciudad plagada de muros. Los hay que se ven: el de las Lamentaciones y el de hormigón que Israel construye al este, norte o sur de la ciudad santa, para apropiarse del territorio palestino que le viene en gana, se alzan imponentes.

Hay, sin embargo, otra barrera invisible que se siente cada minuto vivido en la "capital eterna e indivisible de Israel", según reza la tesis oficial desde que el Estado judío anexionó en 1981 las tierras conquistadas en 1967. Y corre precisamente esa barrera de odio y resentimiento a lo largo de la que fue frontera antes de la llamada Guerra de los Seis Días. El desconocimiento del otro es apabullante en amplias capas de la población israelí. Una ignorancia muchas veces elegida. Elinor, de 25 años, vive en las cercanías de la ciudad. "Nunca he pisado Jerusalén Oriental. Sólo voy una vez al año al Muro de las Lamentaciones", dice. No es Elinor ni mucho menos una excepción. De capital unida, nada de nada. Basta comprobar el nivel de los servicios que el Ayuntamiento -dirigido por Uri Lupoliansky, un ultraortodoxo que rechaza dar la mano a las mujeres- presta en uno y otro lado. O tratar de desplazarse de la parte judía a la árabe.

"Voy al hotel Meridien, en Jerusalén Este", se pide al taxista israelí. "Allí no voy", responde sin más explicaciones. Tampoco son necesarias. No se desplazan la gran mayoría de ellos -salvo si son árabes- al Monte de los Olivos, a ningún lugar poblado por palestinos. Ni siquiera hasta el control del Ejército hebreo en Kalandia, a 10 kilómetros de Jerusalén. Otro taxista observa el muro de cemento y las casas palestinas detrás y se arrepiente de haber aceptado la carrera hasta Kalandia. "No me paguen, pero yo no sigo, no sigo. Palestinos, pum, pum". Toca caminar el último kilómetro. Tampoco intente moverse de una mitad a la otra en autobús. La compañía municipal no tiene paradas en la Jerusalén árabe. Ni siquiera pida la misma cerveza. Le costará encontrar Maccabi en los locales palestinos, y lo mismo le sucederá si desea una Taibeh fría en un bar de los barrios judíos. No se puede entrar a un local comercial, a un banco, a un restaurante en la parte judía, sin ser registrado y sin someterse al artilugio detector de metales. "¿Lleva usted un arma?", cuestiona sistemáticamente el vigilante.

Hasta cuando menos se lo espera uno, salta la sorpresa. Una familia judía en un barrio ultraortodoxo le pide al extranjero un favor: "¿Pueden llevarnos al centro de la ciudad?". Ante la respuesta positiva, el religioso jerosolimitano plantea un segundo interrogante: "¿Es usted judío?". Ante la contestación negativa, el creyente declina el ofrecimiento y se busca un correligionario. Es la pregunta eterna al foráneo en el ascensor o en cualquier lugar público. Se formula a veces sin tapujos, como lo hizo el fiel a la Torah. En ocasiones, con rodeos: "¿Ha hecho la Aliya (emigración de los judíos a Israel para quedarse a vivir) o es usted turista?".

> Iritzia: Bensaoula Abdel Ghaffour > EN ANTZUOLA

  • En Antzuola
  • El Diario Vasco, 2006-08-10 # Bensaoula Abdel Ghaffour (San Sebastián)
Me quedé de piedra al ver en el periódico que vuestro pueblo sigue celebrando, lo que además de ser una deformación histórica, es una fiesta que fomenta el odio y el desprecio de los demás que en este caso son los musulmanes. Digo que era una deformación de la historia porque Abderramán III era blanco por ser de origen árabe, que es una raza que tiene como características: una piel blanca y los ojos y el pelo negros y por otro lado, por ser hijo de una mujer vasca.

¿Cómo podéis caricaturizar de tan mala manera un acontecimiento histórico tan importante? ¿Cómo podéis odiar una persona que era un descendiente de una familia que ha vivido entre vosotros ocho siglos por parte de su padre y desde siempre por parte de su madre? ¿Cómo podéis despreciar un personaje de vuestra historia, en unas tierras que en sus tiempos tenían las mejores universidades de Europa?

¿Cómo podéis despreciar un personaje que hizo real y durante siglos la convivencia entre culturas? Me pregunto cómo se pueden ignorar detalles tan importantes de vuestra historia.

Para terminar, invito a los vecinos de Antzuola a viajar por los países árabes y buscar si hay algún pueblo que siga celebrando el día que vencieron a los cristianos. Que viajen y que comprueben con sus propios ojos que ningún país musulmán sigue celebrando aquellas victorias y de tan mezquina manera.

> Berria: Erasoak > ABUSOS A INTERNAS INMIGRANTES EN MALAGA: DECLARAN QUE HACE UN AÑO YA HABIA FIESTAS CON SEXO

  • Trabajadores del CIE de Málaga declaran que hace un año ya había fiestas con sexo
  • El País, 2006-08-10 # Pilar Alvarez, Málaga
Los supuestos desmanes policiales en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga no se limitaron a los abusos sexuales denunciados el pasado mes de julio. Al menos dos de los cinco empleados de la limpieza del CIE que han declarado ante el juez, habían asegurado previamente a la Policía que conocían desde el año pasado las fiestas nocturnas en las que varios agentes mantuvieron supuestamente relaciones sexuales con inmigrantes internas. Las primeras diligencias policiales hacían referencia únicamente a cuatro fechas concretas del pasado julio. Cinco agentes están imputados por abusos sexuales por estos hechos. Otros cuatro, por omisión del deber de impedir delitos.

La limpiadora que aseguró ante la juez el pasado 1 de agosto que había recogido "preservativos usados" y botellas de whisky en el módulo de las mujeres sólo trabajó en el CIE hasta mayo de 2005, según consta en su declaración policial. Esta mujer aseguró que sus compañeras tenían "miedo a represalias" si testificaban.

Otro empleado de la limpieza escuchó decir a un agente: "A mí me encantan las mujeres, me las traigo a la silla y que me la chupen". Según consta en su declaración, en una ocasión tuvo que limpiar restos "de lo que parecía ser semen" en la sala de abogados de la planta baja. "La elección de las mujeres por parte de Willy y Cristóbal [los dos agentes que figuran en un auto judicial como supuestos organizadores de las fiestas] era como pasar revista al ganado, las miraban, las revisaban y cuando lo que veían no les gustaba, lo declaraban abiertamente", dijo a la Policía.

Sin cámaras de grabación
Los dos agentes cogieron confianza con él hasta "reconocer abiertamente que se están acostando con las internas en distintas dependencias del centro". "Contaban cómo toqueteaban y metían mano a las mujeres, diciéndole también que en ocasiones eran ellas las que empezaban a hacerlo" y que ocurría en lugares del centro "en los que sabían que no había cámaras de grabación".


El mismo testigo aseguró que encontró "un trozo de hachís" en las habitaciones de las chicas y lo entregó a un funcionario e hizo referencia a invitados "de la calle" que no eran policías.

Antes de que se produjeran las denuncias, en el CIE de Málaga trabajaban una agente policial fija y otra temporal, ninguna de las cuales cubría el turno de noche. La Comisaría Provincial de Málaga ha reforzado el servicio con cinco nuevas funcionarias, una por cada turno, para que "siempre se quede una por la noche", según indicó ayer un portavoz policial. Los siete agentes que fueron puestos a disposición judicial no han vuelto a sus puestos en el centro, según las mismas fuentes. La decisión sobre el cese del jefe de seguridad, también imputado por abusos sexuales, compete a la Dirección General de Policía, según el mismo portavoz.

> Berria: Adopzioa > UN TOTAL DE 188 ADOPCIONES EN LO QUE VA DE 2005 EN LA COMUNIDAD AUTONOMA VASCA

  • Los vascos han adoptado durante este año a 188 niños, la mayoría chinos y rusos
  • El Diario Vasco, 2006-08-10 # Europa Press, Bilbao
Los vascos han realizado en lo que va de año un total de 188 adopciones internacionales, la mayoría de ellas de niños procedentes de China y Rusia, según informaron las Diputaciones de Vizcaya, Gipuzkoa y Álava.

Según informó la Diputación de Gipuzkoa, durante los primeros seis meses del año se han presentado 110 solicitudes de adopciones, de las que se han realizado 35. China y Rusia son los dos países de donde provienen la mayoría de los niños ya adoptados, 16 y seis, respectivamente, y a ellos les siguen Ucrania, Colombia, Bulgaria, Kazajstan y Nepal.

Durante 2005 se presentaron 212 solicitudes para adoptar a niños extranjeros, mientras que fueron 89 las adopciones aprobadas, de las cuales 53 procedían de China y 12 de Rusia, según la Diputación guipuzcoana.

127 adopciones
En cuanto a Vizcaya, en el primer semestre de 2006 se presentaron un total de 173 solicitudes de adopciones internacionales, de las que se han resuelto 127.

Por países, un total de 73 menores proceden de China y 32 de Rusia, seguidos de Colombia, Etiopía y Ucrania. Además, los vizcaínos han realizado, durante los seis primeros meses del año, un total de 32 adopciones nacionales. Durante el ejercicio 2005, los vizcaínos hicieron un total de 323 adopciones internacionales y otras 32 nacionales.

Por su parte, durante los seis primeros meses de este año, en Álava se adoptaron un total de 26 niños procedentes de China y Colombia. Así, en el mismo semestre del año pasado, se llevaron a buen fin 42 adopciones internacionales.

> Berria: Argitalpenak > "EL DESNUDO AL DESNUDO" DE PEDRO LOPEZ ANADON

  • Reportaje: Al abrigo de la naturaleza
  • El sociólogo Pedro López Anadón escribe un libro sobre la historia del nudismo en España
  • El País, 2006-08-10 # M. J. L. D., Almería
El ser humano se comporta de diferentes modos ante el desnudo del semejante, si bien la variedad de reacciones se resumen dos actitudes totalmente extremas: los que lo ven "bien" y los que lo toman como un "insulto y una intromisión" a su intimidad.

Esta segunda reacción más visceral es la que ha motivado al sociólogo y abogado Pedro López Anadón (Madrid, 1952) a escribir El desnudo al desnudo, un libro avalado por la Federación Española de Naturismo (FEN) que constituye una de las pocas obras en idioma castellano que investiga históricamente el nacimiento del nudismo en España y en el mundo. "Existía un vacío en lengua castellana de un libro que hablara sobre los orígenes del nudismo en España desde la época de la segunda República. Observé en Vera, cuando desembarqué hace 30 años, mis propias reacciones y las de los demás frente al desnudo y decidí escribir este libro", explica el ex profesor de Sociología en la Universidad Complutense.

López Anadón presenta mañana su publicación, editada por Librería Argentina con una tirada de 10.000 ejemplares que se venderán a 20 euros, en el hotel Vera Playa Club, el único hotel nudista en España situado en la playa nudista de El Playazo de Vera (Almería), donde conviven nudistas y no nudistas en "relativa armonía", según reconoce el autor.

El libro intenta dar respuesta al surgimiento del pudor, de la vergüenza o al por qué unas "partes" se admiten más que otras al verlas sin ropa, como es el caso del top less. En ese sentido, el sociólogo ha encontrado muchas de las respuestas en las tres religiones semitas. "Cristianismo, judaísmo y religión musulmana han influido en reglamentar cuestiones sobre el cuerpo. El cambio en la civilización se produjo en Roma, que empezó a considerar el cuerpo como malo y demoníaco y lo tapa. El cristianismo impuso sus reglas morales a partir de Constantino. Todo eso viene unido a la discriminación de la mujer, doblemente reprimida: como ser humano y como mujer", explica el autor.

La publicación incluye una guía de asociaciones y 464 playas donde practicar el nudismo en España en la que se describe cómo llegar y se indica el núcleo de población más cercano. "En la próxima edición matizaré que en agosto la cosa puede cambiar y que la presión de la gente textil, como denominamos a los que usan bañador, puede hacer incómoda su práctica", advierte el autor.

España, con 500.000 practicantes del nudismo de manera crónica o puntual durante el año, es uno de los países "privilegiados", junto a Alemania, en la práctica del nudismo. "Aquí el nudismo está permitido y nadie te detiene por practicarlo, excluyendo las actividades indecentes delante de menores o la práctica de sexo. Además, se practica normalmente en playas apartadas salvo la excepción de Vera. Y en el resto de España ocurre lo mismo: será difícil ver a alguien en las playas urbanas de Barcelona, pero no en las retiradas. Aquí existe el concepto de free beach frente a países como Francia que, con 1,5 millones de practicantes, establece dónde poder hacerlo", explica.

Sobre el futuro que aguarda al Playazo de Vera, ese arenal que hace apenas dos décadas era casi virgen y en la actualidad es ya una playa urbana, el autor se muestra optimista: "Ya no hay carteles de separación y los nudistas se pasean libremente, al igual que los textiles, que vienen mucho a pasear por la zona nudista. Hay libertad individual, antes se aplaudía y se silbaba", remacha.

> Erreportajea: Indarkeria > SON CINCO LAS DENUNCIAS POR VIOLACION PRESENTADAS DURANTE LAS FIESTAS DE BAYONA

  • Agresiones sexuales en Bayona
  • Se elevan a cinco las denuncias por violación presentadas durante las fiestas de Bayona
  • Se sospecha que a tres de las víctimas les suministraron una droga que les provocó amnesia. Se investigan varios casos más de agresiones sexuales.
  • El Diario Vasco, 2006-08-10 # I. Ibargoien, DV, Bayona

El número de jóvenes que han sido violadas durante las recientes fiestas celebradas en la ciudad vascofrancesa de Bayona no son dos como en un primer momento reconocieron fuentes oficiales, sino cinco. Se sospecha que a tres de las víctimas les suministraron una droga. Todas las agresiones se perpetraron en la madrugada del domingo. En el balance efectuado por el alcalde de la ciudad, Jean Grenet, el mandatario municipal admitió la existencia de dos agresiones sexuales, a las que ahora hay que sumar las de otras tres jóvenes de entre 20 y 25 años.

Fuentes consultadas afirman que tres de las víctimas, que permanecen en observación en el Hospital de Bayona, presentan una amnesia en torno a los hechos que acontecieron la noche en que fueron agredidas. Su recuerdo se circunscribe exclusivamente al bar en el que tomaron la última consumición y posteriormente al lugar en el que recobraron la consciencia. Las tres jóvenes despertaron lejos de los lugares que habían frecuentado la noche de los hechos. Una de ellas, incluso, apareció en Biarritz. Asimismo, las víctimas, que no tienen ninguna relación entre sí, manifestaron que tras despertar sintieron un fuerte dolor en la vagina.

Este episodio repetitivo de la amnesia hace sospechar a los médicos que las tres jóvenes pudieron estar bajo la influencia de la droga GHB, conocida como la pastilla de los violadores. Los resultados de los análisis a los que las chicas han sido sometidas, que no se conocerán hasta dentro de tres semanas, confirmarán la presencia o no de esta u otra sustancia estupefaciente que les hubiese sumido en un estado de inconsciencia, durante el cual fueron sexualmente agredidas.

Piden testigos
Fuentes del hospital han señalado que, de momento, son cinco las violaciones confirmadas, si bien admiten que se han atendido «bastantes más» casos de agresiones de índole sexual. Todos están siendo examinados para determinar si se tratan de violaciones o no. Muchas de las jóvenes coincidieron en relatar el mismo episodio de amnesia y tener la sensación de que habían sido agredidas. De momento, ninguna de ellas ha presentado denuncia, pero podrían hacerlo en los próximos días, ya que como sucedió el pasado año, las víctimas esperaron unos días antes de formalizarlas.

Por su parte, la joven de 16 años que fue hallada errante en las inmediaciones del Ayuntamiento de Bayona, en mal estado tanto físico como psicológico tras haber sido víctima de una violación, continúa aún bajo el shock de lo vivido. Las brigadas de menores encargadas de tomar declaración no han podido aún obtener ningún testimonio de ella. Las autoridades han solicitado la ayuda de posibles testigos que el domingo, hacia las seis de la mañana, vieron o escucharon algún tipo de agresión o altercado en la esquina de las calles Thiers y Bernède.

De momento, la Policía ha abierto la investigación con la finalidad de esclarecer todas las agresiones, pero lo cierto es que no cuenta con demasiados elementos de prueba, ya que todas las víctimas, a excepción de la joven violada por dos hombres en las inmediaciones de la estación del tren, padecen del mismo episodio de amnesia.

Por su parte, los colectivos de mujeres creen que «está saliendo a la luz» algo que ya se sabía y recuerdan que según las estadísticas, en Francia, únicamente una de cada ocho violaciones son denunciadas.

Caída desde la muralla
Además de las violaciones y el joven que resultó herido por arma blanca, en la madrugada del domingo se produjo también otro trágico episodio. Un hombre de 31 años, originario de la región de Lot y Garona, cayó desde lo alto de las murallas y sufrió lesiones de carácter gravemente. Según el último parte médico, el joven ha perdido la movilidad de las piernas y corre el riesgo de quedar parapléjico.

Hace dos años, también durante las fiestas de Bayona y prácticamente en el mismo lugar, una persona falleció tras sufrir una caída.

  • «No vayáis por calles oscuras»
  • Los bayoneses siguen sobrecogidos por las violaciones y echan la culpa a la masificación de las fiestas
  • El Diario Vasco, 2006-08-10 # Juanma Velasco

Todavía sigue en pie parte de la iluminación y banderolas que hace apenas cuatro días decoraba las calles de Bayona. En el suelo, confetis y serpentines de papel son el rastro de cinco días de desenfreno en la ciudad. Pero este año las fiestas de Bayona han vuelto a dejar un sabor amargo entre los vecinos de la ciudad y sus visitantes. Las cinco denuncias por violación a jóvenes han vuelto a poner a las fiestas que cada año inaugura el Rey León en el punto de mira.

«Estamos sobrecogidos, inquietos... Le ha podido pasar a cualquier chica», se lamenta Sandrine, de 35 años, comerciante de una de las calles más céntricas de la ciudad por donde ayer paseaban cientos de bayoneses y turistas.

Pero ¿Qué ocurre en las noches de fiestas de Bayona? El año pasado se denunciaron otros cinco casos de agresión sexual y un joven de 19 años falleció tras caer de un puente, en una apuesta entre amigos. Este año, el balance de agresiones y violaciones trae de cabeza a vecinos y autoridades. ¿Son peligrosos los festejos de Bayona? Pocos quieren enfrentarse a la respuesta y echan balones fuera con referencias a las fiestas de «otras ciudades vecinas».

Según datos oficiales, más de un millón de personas han llenado este año las calles de la ciudad bañada por los ríos Adour y Nive. «Cada año viene más y más gente. La fiesta se ha masificado con jóvenes visitantes de otras regiones de Francia y turistas -algunos de este lado de la muga- que acuden a pasar unas noches de desenfreno y alcohol», asegura Sandrine. La comerciante es madre de una hija de 12 años, que este año «felizmente» ha pasado las fiestas junto a ella.

Psicosis en la ciudad

La dueña del quiosco de prensa más próximo al Ayuntamiento, en cambio, se cuidó mucho de avisar a su hija de 17 años que «estuviera siempre con el grupo de amigas y que, si en algún momento se quedaba sola, llamara por el teléfono móvil». Con una expresión entre el horror por lo ocurrido y el alivio porque su hija escuchara sus consejos, opina que «hay gente que viene a las fiestas a hacer mal». Desde su atalaya, no hay momento que un cliente no le haya recordado estos días la «mala suerte» que tuvieron las cinco chicas violadas durante el fin de semana. La psicosis se ha adueñado de la ciudad.

Loirie y Sandrine, dos hermanas de 17 y 19 años de la vecina Peyhorade, se confesaban «impactadas» y tachaban de «inaceptables» los casos de agresiones ocurridos. A pesar de todo, la más joven de ambas no se ha perdido ninguna noche de fiesta. «Mis padres siempre me dijeron que tuviera cuidado y que evitara las calles oscuras o sin luces», afirma la joven, que no se separó del grupo de chicas con los que había quedado para faire la fête.

En la aventura nocturna de estas dos hermanas, que no corrieron «ningún peligro», se toparon con «peleas y broncas entre chicos que habían bebido demasiado, gente durmiendo en cualquier esquina y en los jardines. Mucha gente pierde los papeles por la noche». También presenciaron escenas similares Tifain, Julie e Indiana, todas ellas de 18 años. Veranean cada año en la ciudad y en esta ocasión sus padres les permitieron descubrir «lo populares que son las fiestas de Bayona».

Ambas, pasaron horas y horas en la zona conocida como Petit Bayonne, donde se concentran la mayoría de bares de ambiente para jóvenes durante las fiestas. Lo que durante los cinco días de fiesta -del 2 al 6 de agosto- han sido calles repletas de gente joven, ayer apenas acogían a perdidos viandantes. Un veterano comerciante de Petit Bayonne achacaba las agresiones y violaciones a la masificación de la fiesta. «Si en cinco días se junta más de un millón de personas, es probable que en todo ese mundo haya algún criminal», aseguraba.

Este comerciante, conocedor de las grandes fiestas de ambos lados de la muga, considera que «en los últimos años cada vez vienen más jóvenes de entre 18 y 22 años de todas partes de Francia con el único objetivo de beber alcohol y tomar drogas. Son jóvenes que no participan en los actos tradicionales de la fiesta. Llegan, se alojan en un camping o duermen en cualquier lugar de la calle». En su opinión, la medida de restringir la venta de alcohol y su consumo en la calle a determinadas horas de la madrugada aplicada en estos dos últimos años «está muy bien».

Sandrine, comerciante del centro, vería con buenos ojos añadir «la presencia de Policía de paisano, de blanco y con pañuelo rojo, para evitar las agresiones».

  • Análisis: Extrañas pulsiones
  • El Diario Vasco, 2006-08-10 # Alberto Moyano

Adscrito a la doctrina del sargento de La chaqueta metálica, según la cual, el culpable del robo en una taquilla no es el ladrón sino el recluta que se la deja abierta, el alcalde de Bayona, Jean Grenet, zanjó el año pasado el caso de las violaciones durante las fiestas -primero dijeron que dos, ahora resulta que fueron cinco- con el argumento de que no se puede ir por ahí provocando. Doce meses después, las denuncias por violación han vuelto a ser cinco, con la incorporación de drogas psicotrópicas en algunos casos. Y es una pena que todo esto suceda precisamente en el país que más toneladas de estudios, ensayos, análisis y panfletos ha dado al mundo en torno al tema de la fiesta como ruptura de la cotidianeidad y bla, bla, bla.

El tema daría para varias tesis de psicología social porque lo cierto es que en materias de sucesos escabrosos, el País Vasco francés se sitúa a la altura de Galicia o incluso Levante, lo cual ya es de por sí una enormidad dada las diferencias de población. En todo caso, algo huele a podrido en La France. La aparente vida inane que preside estas apacibles poblaciones vascofrancesas parece ocultar unas pulsiones inconfesables que estallan bajo el amparo generoso de la fiesta. Lo dicho: una pena porque la libertad es para todos -incluidas las jóvenes que se suman al jolgorio- o no es para nadie. «No entiendo cómo una joven de dieciséis años puede estar en la calle a esas horas», se preguntaba ayer un tal Jean Pierre desde las páginas de este periódico, obviando la cuestión de qué hacen los violadores «en la calle, a esas horas». A día de hoy, no hay noticia sobre los presuntos autores de los cinco abusos sexuales que se denunciaron el año pasado. A ver si este año hay más suerte. Más que nada, pensando en las fiestas de 2007.