1998/12/17

> Berria: Argitalpenak > "EL CONDON ASESINO", DE RALF KONIG, PUBLICADO EN EUSKARA

  • Arabera traduce al euskera el cómic homosexual "El condón asesino"
  • El País, País Vasco arg., 1998-12-17 # P. G. de Viñaspre, Vitoria
La editorial alavesa Arabera ha publicado la traducción al euskera del cómic alemán El condón asesino, uno de los últimos trabajos de Ralf König. Los 1.500 ejemplares que se han editado pretenden paliar "el vacío que existe en el terreno del cómic en este idioma", además de apostar por una publicación realizada por un autor gay que habla de personajes extraídos del entorno homosexual. "Hemos buscado dos objetivos muy simples", señalan los responsables de Arabera: "Cubrir las carencias que existen en cuanto a ediciones en euskera y acercarnos al mundo gay euskaldún". König refleja en este volumen "un mundo gay muy costumbrista, en el que los personajes son feos y cotidianos, pero muy reales". Sus creaciones persiguen un contraste entre la realidad homosexual y la heterosexual desde un punto de vista "radical y reivindicativo". La traducción ha sido realizada por Imanol Larrea, quien destaca la importancia de trasladar al euskera "un argot propio de un entorno social que en nuestro idioma no está muy desarrollado y en el que he evitado palabras procedentes del castellano". Los colectivos EHGAM y Gaytasuna han apoyado la publicación del libro al entender que se trata de un cómic "hecho por un gay y dirigido a los gays".

[NOTA: En el original la organización figura como EGHAM]

1998/10/22

> Laburrak: Elkarteak > GEHITU PREMIA AL EDIL DONOSTIARRA ERNESTO GASCO

  • Una asociación "gay" premia al edil donostiarra Ernesto Gasco
  • El País, País Vasco arg., 1998-10-22 # I.U., San Sebastián
La asociación gay vasca Gehitu entregará el próximo sábado el premio Gehitu de Plata al concejal socialista donostiarra Ernesto Gasco, en reconocimiento a la labor que ha desempeñado el Ayuntamiento de San Sebastián en contra de la discriminación de los homosexuales. La entrega se producirá en la clausura de las Jornadas sobre Homosexualidad que comienzan hoy en la capital guipuzcoana. Gehitu reunirá hoy en la casa de cultura de Lugaritz (Antiguo) a representantes de todos los partidos políticos, excepto el PP, para que debatan sobre los derechos de los gays y las lesbianas. Mañana, el profesor Daniel Borrillo, de la Universidad de París, ofrecerá una conferencia sobre la situación actual y las perspectivas de la discriminación por motivo de la orientación sexual, y el sábado, el escritor Eduardo Mendicutti disertará sobre la familia homosexual. Por la noche se celebrará una fiesta en las instalaciones de las piscinas de Anoeta. El premio Hojalata se le va a conceder a la discoteca donostiarra Keops por el comportamiento agresivo que sus empleados exhibieron hace un año con motivo de un acto organizado por Gehitu, al impedir que los gays pudieran "comportarse como las parejas heterosexuales".

1998/10/21

> Elkarrizketa: Pedro Macho · EHGAM > "LOS PROGRAMAS ELECTORALES NO INCLUYEN A LOS GAYS POR MIEDO A PERDER VOTOS"

  • Pedro Macho · Profesor y miembro de EHGAM
  • "Los programas no incluyen a los "gays" por miedo a perder votos"
  • El País, 1998-10-21 # Isabel Camacho · Bilbao

Pedro Macho tiene 36 años y es profesor de inglés en un instituto de Vizcaya. Además, es gay y miembro del colectivo EHGAM. Ha comprobado que sólo Izquierda Unida-Ezker Batua y Euskal Herritarrok tienen en cuenta en sus programas a los homosexuales. Y lo interpreta no como un signo de normalidad, sino de "miedo". "Es una táctica electoralista porque hay mucho miedo de sacar a la luz un tema que por su condición minoritaria les puede quitar votos".


Pregunta. La tregua es la constante en esta campaña. ¿Cree que los ciudadanos pueden hacer algo o todo está en manos de ETA y de los partidos?
Respuesta. Hay algo que me sorprende muchísimo y es que no se ha visto ninguna manifestación popular. No sé el motivo; puede ser un síntoma de escepticismo. También se puede llegar a pensar que manifestaciones anteriores fueron manipuladas. Los grupos sociales y las fuerzas políticas, que son los que promueven las movilizaciones ciudadanas, no han hecho lo mismo en este caso. No tengo explicación, ni grande ni pequeña, la verdad.


P. Salvo IU y EH ninguna candidatura recoge los derechos de los homosexuales ¿Cree que es un signo de normalidad o de indiferencia?

R. Ya me he dado cuenta. Me gustaría que fuera un síntoma de normalización, pero no lo creo. Si hubiera igualdad para todos los individuos no habría que hacer reivindicaciones. Pero, sinceramente, no es así. Es más bien una táctica electoralista porque hay mucho miedo de sacar a la luz temas que por su condición son minoritarios. Les da miedo porque hablar de los derechos de los homosexuales les puede quitar votos. Y no corren el riesgo.


P. Hay países como Estados Unidos donde el colectivo de gays y lesbianas tiene mucho peso a la hora de decidir el voto. Hay auténticos lobbies de homosexuales.

R. Yo creo que los lobbies no se asocian con colectivos predeterminados, sino con el poder económico de ciertos individuos. Pueden ser gays y lesbianas, pero no se les favorece por ello, sino por el poder de su dinero.


P. ¿Qué les falta a los programas electorales para satisfacer a los homosexuales?

R. Me gustaría que los principios básicos de libertad e igualdad se ampliasen. Quiero decir que no creo que estén ahora garantizados para las personas con comportamientos sexuales distintos .


P. ¿Servíría que los políticos homosexuales lo reconocieran públicamente?
R. Nadie tiene que ir por la calle con la bandera de con quien se acuesta. Pero sería conveniente en cuanto a visualización social, y no sólo de los políticos. Serviría para una mayor normalización.

1998/10/20

> Berria: Borroka > EHGAM DENUNCIA AL GRUPO MUSICAL MOLOTOV POR HOMOFOBIA

  • Anti homofobia: Denuncia contra el grupo musical Molotov
  • ContraInfos, 1998-10-20
Durante las últimas semanas estamos asistiendo a una intensa campaña publicitaria del último lanzamiento del grupo mexicano "Molotov": radios, establecimientos comerciales y medios de todo tipo nos están bombardeando incesantemente con una frase tan absurda como insultante: "matarile al maricón". contenida en la canción titulada "Puto". Ante estos hechos, diversos colectivos para la Liberación Gay, están preparando acciones en contra de este grupo musical. EHGAM (Movimiento de Liberación Gay de Euskal Herria) ha presentado una denuncia basándose en el artículo 510 del código penal, que dice: "...los que provocaren a la discrminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía, serán castigados con la pena de prisión de 1 a 3 años y multa de 6 a 12 meses..." La denuncia va dirigida contra el director de la editora Uniersal Music Hispania SA, el director de la distribuidora BMG Music Spain SA, y el autor de la canción. Desde el FAGC (Frente de Liberación Gay de Catalunya) se esta estudiando adherirse a la campaña contra el grupo Molotov que actúa el viernes 23/10 en la sala Zeleste de Barcelona.

1998/07/25

> Berria: Homofobia > LA ILGA ACUSA A CELA DE HOMOFOBO ANTE LA ACADEMIA SUECA

  • "Gays" y lesbianas acusan a Cela de homófobo ante la Academia Sueca
  • El País, 1998-07-25 # Agencias, Madrid
La Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA), que participará hoy en Estocolmo en la manifestación del Día del Orgullo Gay Europeo, ha presentado ante la Academia Sueca y el Instituto Nobel una queja formal por las declaraciones "homofóbicas" del premio Nobel español, Camilo José Cela. El secretario general de la asociación, Jordi Petit, afirmó que el comité ejecutivo de la ILGA consideró ayer en una reunión, que las manifestaciones que hizo el pasado mes el escritor sobre la asistencia de homosexuales a los actos conmemorativos del centenario de Federico García Lorca, son "homofóbicas", además de abiertamente "groseras". Son, según ellos, "declaraciones impropias de un Premio Nobel, que perjudican la credibilidad de este premio" y esperan que tanto la Academia como el Instituto Nobel compartan tal preocupación.

Cela comentó, según Petit, que a él no le gustaría que en un futuro asistieran homosexuales a unos hipotéticos homenajes a su figura y agregó que él "se limitaba a no tomar por el culo".

La ILGA expresa en su queja el "malestar" por esas afirmaciones y las formaliza en razón al respeto que les merecen García Lorca, los derechos humanos y la no discriminación por causa de la orientación sexual.

1998/07/21

> Laburrak: Elkartasuna > EHGAM SE SOLIDARIZA CON EGIN

  • Siguen llegando muestras de solidaridad
  • Euskadi Información, 1998-07-21 # Donostia
[...]

Por su parte, la Comisión Permanente de EHGAM-Bizkaia en su nota dijo "deseamos y esperamos que muy pronto podamos volver a leer y oir EGIN, por el bien de todas y todos los que queremos vivir en libertad".

[...]

1998/06/28

> Berria: Psikiatria > EL PSIQUIATRA, LA ESPOSA Y SU MARIDO

  • El psiquiatra, la esposa y su marido
  • Enrique Rojas reveló un informe sobre una paciente
  • El Mundo, 1998-06-28 # Irene Hdez. Velasco
Tiene un currículum de relumbrón: catedrático de Psiquiatría, director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas, premio Extraordinario del Doctorado en Medicina, premio Conde de Cartagena de la Real Academia de Medicina, Médico Humanista 1995. Por si fuera poco, también es escritor de éxito. Su último libro, El amor inteligente, lleva más de 20 ediciones.

Pero una mancha acaba de ensombrecer la trayectoria de este médico granadino, miembro del Opus Dei. Enrique Rojas, en cuyo diván se tumban nobles, políticos, empresarios y famosos varios, ha sido condenado por violar el derecho a la intimidad de una paciente. Por saltarse a la torera el sacrosanto secreto profesional.

«En modo alguno debió revelar datos ni apreciaciones sobre su paciente conocidos en el ejercicio de su profesión sin el conocimiento expreso de la interesada». Con estas palabras, el Juzgado de primera instancia número 43 de Madrid le ha condenado a pagar dos millones de pesetas a una paciente, por violar su derecho a la intimidad.

La paciente en cuestión se llama María Menchaca. Toda una vizcondesa, de Bahíahonda; un ejemplo de la clientela que se pone en manos de Enrique Rojas.

María Menchaca es la ex mujer de Jorge Juste, famoso del papel cuché, presentador de televisión, habitual de las revistas del corazón y novio durante un tiempo de Ana Obregón. El caso: el matrimonio de María Menchaca y Jorge Juste se hundía. Y, en un intento de enderezarlo, animada por su entonces esposo, María Menchaca acudió a la consulta de Enrique Rojas. Le vio en 11 ocasiones entre diciembre de 1991 y febrero de 1992.

Un año y medio después, María Menchaca y Jorge Juste se separaron. Inmediatamente, comenzó el proceso de divorcio: estaba en juego la custodia de los tres hijos de la pareja.

Y Enrique Rojas volvió a cobrar protagonismo. Acudió al proceso de divorcio como testigo de Jorge Juste. Y presentó ante el tribunal un informe psicológico-psiquiátrico sobre María Menchaca. El texto aseguraba de la que fuera su paciente: «Tiene una personalidad inmadura (....), histriónica y narcisista. (...) María Menchaca muestra claras y graves incapacidades afectivas y de personalidad para la guardia y custodia de sus hijos». El informe concluía aconsejando al tribunal que concediera la guardia y custodia de los menores al padre.

«Me quedé de piedra», asegura María Menchaca. «Rojas acababa de violar el más elemental secreto profesional, entregando a la parte contraria, sin mi conocimiento, mis informes psicológicos, completamente falsos, por otra parte. El, que tanto habla de ética, se comportó de forma amoral».

Segundo informe
El informe no surtió, sin embargo, el efecto que buscaba. Finalmente, le fue concedida a María Menchaca la guardia y custodia de los tres hijos del matrimonio. Entre otras cosas, porque ella presentó un segundo informe psicológico que la acreditaba como perfectamente capaz de hacerse cargo de los niños. «Pero me sentí tan indefensa que decidí denunciar al doctor Rojas», explica Menchaca.

Así lo hizo. Rojas ha sido condenado a indemnizar a la que fuera su paciente con dos millones de pesetas. La sentencia afirma que «no es difícil deducir que la relación de amistad, en mayor o menor grado, entre el señor Juste y el doctor Rojas Montes fue determinante para la emisión del informe. Igual de indudable es que el demandado conocía que su informe, netamente desfavorable para la señora Menchaca, podía determinar serios perjuicios para ésta, lo que acentúa la gravedad del incumplimiento de sus obligaciones profesionales».

El psiquiatra granadino ha declinado hablar en todo momento con este periódico. En una carta dirigida al presidente de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Madrid, Rojas asegura que «en nigún caso quería perjudicar» a Menchaca. «Mi informe pericial, aunque se refiere a ella, tiene como objetivo la protección de los hijos», añade Rojas, que ha recurrido la sentencia que le obliga a pagar dos millones.

Antes de acudir a los tribunales, Menchaca se dirigió al Colegio Oficial de Médicos, solicitándole que abriera un expediente disciplinario contra el psiquiatra. «En dos años no me han dado repuesta alguna», sostiene Menchaca. Acudió al Defensor del Pueblo. «Y el Colegio de Médicos de Madrid me contestó que el caso había prescrito», añade la afectada. «Yo presenté mi queja a tiempo. Pero el Colegio de Médicos ha estado demorando su contestación. Me parece impresentable», afirma Menchaca.

El presidente de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Madrid, el doctor Antonio Piga, no quiso ni confirmar ni desmentir a CRONICA si la queja de María Menchaca contra el psiquiatra Enrique Rojas ha sido archivada. «Es información confidencial», dijo. Pero María Menchaca no va a tirar la toalla. «Si el Colegio de Médicos de Madrid no actúa contra el doctor Rojas, denunciaré a este organismo».

1998/06/23

> Berria: Borroka > EL AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIAN ABRE EL PRIMER REGISTRO CONTRA LA HOMOFOBIA

  • San Sebastián abre el primer registro contra la homofobia
  • El País, País Vasco arg., 1998-06-23 # EP, San Sebastián
El Ayuntamiento de San Sebastián va a crear un registro municipal para recoger las denuncias de los ciudadanos que sufran discriminaciones por su orientación sexual, según anunció ayer el concejal de Cooperación y Tolerancia, el socialista Ernesto Gasco. El corporativo enmarcó esta iniciativa en los actos previstos con motivo del Día Internacional por los derechos de los gay y lesbianas, que se celebra el próximo domingo. Precisó que este registro municipal recogerá todo tipo de denuncias, tanto las de situaciones cuya responsabilidad recaiga en el propio Ayuntamiento como fuera de él. Los hechos denunciados se tramitarán a través del departamento municipal de Régimen Interior o del Ararteko, según el carácter y origen de cada caso. Un ciclo de conferencias en la Casa de Cultura de Egia, un maratón de cine y una manifestación por los derechos de los gay y lesbianas convocada para el día 27 completan el programa de actos, auspiciados por la Concejalía de Cooperación y Tolerancia, que tendrán lugar en Donostia. Dos representantes de las asociaciones EHGAM y Gehitu, que representan a gays y lesbianas y comparecieron ayer ante la prensa junto al edil donostiarra, mostraron su apoyo a estas iniciativas que ha organizado la Corporación de San Sebastián y anunciaron que varios ayuntamientos vascos lucirán en su fachada un triángulo rosa el domingo. Los dos representantes se lamentaron de que aún exista la necesidad de celebrar un día de reivindicación de sus derechos, pero manifestaron que son cotidianas y numerosas las situaciones en las que gays y lesbianas se ven discriminados por su opción sexual. En este sentido recordaron la reciente aparición en Irún de unos panfletos en los que se insinúa la condición homosexual de algunos miembros del Alarde oficial. Además de rechazar las recientes manifestaciones contra la homosexualidad que ha realizado el escritor Camilo José Cela, de quien reclamaron que se le retire en Premio Nobel, reclamaron al PP la aprobación de una ley de parejas de hecho.

[NOTA: En el original la organización aparece como EGHAM]

1998/06/15

> Iritzia: Terenci Moix > EL NOBEL, EN LA LETRINA

  • El Nobel, en la letrina
  • El autor critica las recientes declaraciones del premio Nobel de Literatura Camilo José Cela sobre los homenajes a Federico García Lorca y el apoyo de los homosexuales
  • El País, 1998-06-15 # Terenci Moix
Don Camilo, académico, Nobel y marqués, ha conseguido desacreditar de un solo golpe sus tres títulos y al mismo tiempo el concepto de «hombre de cultura» tal como nos habíamos acostumbrado a entenderlo en una sociedad democrática. No ha tenido, sin embargo, la virtud de sorprenderme: su reiterada utilización de la palabra «maricón» cada vez que se ha referido a algo remotamente parecido a la homosexualidad -o lo que sus luces le permiten entender como tal- autoriza a comprender por dónde van los tiros. Se parecen mucho a los que acabaron con la vida de Federico García Lorca.A estas alturas, o si lo preferís bajuras, el Cela escritor que cautivó nuestra adolescencia se ha convertido en un figurón que repugna a nuestra madurez, ora con estentóreos desplantes que son obras maestras de grosería y vulgaridad, ora con desfasadas pompas de aristócrata parvenu que entran simplemente en el terreno de la ridiculez.

A mis 14 años intenté aprender en la obra de Cela cómo debía escribir. En mi cincuentena aprendo cómo no debo comportarme. Y aprendo, sobre todo, a elegir con extrema prudencia en su «riquísimo» acervo lingüístico; acervo que, por cierto, se ha convertido en el único soporte de una obra hueca, repetitiva e innecesaria, bagatelas, saldos de diccionario y santoral.

Que ésta sea la elección del otrora interesante escritor es algo que concierne sólo a él y, en todo caso, a su economía. Otra cosa es cuando su lenguaje se convierte en vulgar transmisor de mensajes que desafían las más elementales reglas de la convivencia, por no hablar del buen gusto y la urbanidad. Cuando declaraba ante una perpleja congregación de periodistas que el Premio Cervantes «está lleno de mierda», hacía algo más que ofender a una serie de escritores que, como mínimo, le igualan en importancia y a veces la superan: estaba preparando el camino para hacernos saber, algún día, que «nunca le han dado por el culo».

Ignoro a quién puede interesar el culo de este anciano, pero sí conviene destacar la utilización de un lenguaje que ya no usan siquiera los cabos chusqueros. Es, como mucho, el lenguaje que escupía aquel abominable monstruo televisivo que se llamó La Veneno. Pero también es, tristemente, un lenguaje que revive el añejo espíritu de Raza, A mí la Legión y títulos parecidos. Es así como, en 1998, don Camilo se convierte en una réplica de los inefables machos Cifesa de 1942, inspirados en aquellos oficiales nazis que sabían cómo tratar a los gays de la época en campos de exterminio perfectamente acondicionados.

Y volvemos, con esto, a Federico. Dejando aparte el despropósito que supone ignorar a estas alturas los aspectos homosexuales de su obra, los exabruptos contra la participación de los colectivos gays en el centenario representan un grave atentado contra las libertades constitucionales, marginando a un colectivo, cualquiera que sea, de una manifestación pública. Otra cosa son los gustos personales de don Camilo. Es probable que hubiese preferido ver la memoria de Federico honrada por los miembros de la Hermandad de la Sidra, la Cofradía del Chorizo, la Sociedad de Amantes de la Mojama y otros representantes de la cultura que ha venido patrocinando en los últimos tiempos; y que son, seguramente, los que adornarán su sepelio, cumpliendo la expresa recomendación de que no haya ni un solo gay. Lo triste es que, de seguir así las cosas, no habrá ni lectores.

Pese a todo, seguimos interesados en un hecho fundamental: ¡A don Camilo nunca le han dado por el culo! Es una excelente noticia que confirma el buen gusto de los gays españoles, incluidos los más gerontófilos. Ignoro cuál será el aspecto de esa parte de la anatomía del marqués-académico, pero no debe de ser muy apetecible a juzgar por el resto. Podemos hablar con conocimiento de causa, pues, al serle concedido el Nobel, el señor Cela se nos mostró en una revista poniéndose los pantalones y exhibiendo partes del cuerpo que un caballero jamás debería mostrar.

Dejando aparte la horterez y el mal gusto de semejante opción, era evidente que su ano puede descansar tranquilo. Y, por supuesto, libre, desocupado. ¿Lo estuvo siempre? Cierto que escapó a esa agresión que todo macho de ley debe temer como a la peste, pero parece ser que don Camilo le dio cierta utilidad en el pasado. Es leyenda y es de fama que una de las gracias preferidas del Nobel consistía en tragarse líquido por el recto y expelerlo después. No sé qué diría un buen psiquiatra de semejante pasatiempo, pero ahí quedó, para el anecdotario de las Españas. Se comentó, creo recordar, en una entrevista que Mercedes Milá hizo a Cela en la televisión. Ella se ofreció a sacarle una palangana con vistas a una demostración pública. Desgraciadamente para los récords de kistch universal, don Camilo no tenía sed ese día.

Quede impoluta la reputación de Siete Machos, figura que, por cierto, popularizó Cantinflas; preocupa más la ignorancia de un académico en materias sexuales. Su alusión a los gays como simples tomantes es digna de un vulgar coñón de pueblo, macho de boina, por así decirlo. Debe saber don Camilo que, desde los prósperos tiempos de Sodoma y Gomorra, han existido millones de gays que jamás han «tomado», antes bien han adoptado una actitud activa que acaso les iguale en potencia al Siete Machos, si éste es el problema.

Utilizando siempre el lenguaje y la conceptualidad celiana, recordaremos las potentes maniobras del superdotado Jeff Stryker, una de cuyas producciones videográficas me permito ofrecer al Nobel para su información en sucesivas declaraciones sobre el dar y el tomar.

Reafirmada la reputación de don Camilo, regresamos al meollo del asunto, que tiene ¡cómo no! una base ideológica. Nadie ignora que el Nobel fue antes censor. Creo que corrían los tiempos más negros de la Dictadura. Años después, nos contó que, si bien censuró, fue censurado a su vez. Debe de ser justicia poética. O concede la razón a un agradable western de los años cincuenta: «Los lobos acaban devorándose entre ellos» (Lanza rota, de la Fox).

La censura, que muchos escritores sufrimos con tanta o mayor intensidad que el señor Cela, es una forma de dar por el culo bastante más abominable que la que pueda practicar cualquier homosexual en los sagrados derechos de su privacidad. Me estoy moviendo en la metáfora más gratuita, por supuesto, pero éste y no otro parece ser el estilo de Cela, además de los sabios decires del refranero. No es, sin embargo, su dueño exclusivo, y así los demás podemos recordar que el que censura una vez censura ciento, que el hábito acaba haciendo al monje y que, en última instancia, es preferible tomar en democracia que dar desde el fascismo.

Claro que no todo el mundo parece alinearse en la misma trinchera. Una dama del PP ha declarado con extrema suavidad: «Cela tiene una forma de decir que todos conocemos. Son sus opiniones y nada tengo que decir». Pues malo, bonita, malo. Entre esas opiniones se encuentran algunas muy ofensivas para la mujer. «¿No son las mujeres feministas?», declaró el Nobel, «pues yo soy machista». Si yo fuese usted, señora, empezaría a alarmarme. Aparte de ridiculizar de manera muy barata las encomiables luchas de la mujer moderna, esa forma de decir de Cela amenaza con volverse contra las socias de su digno partido. Igual les recuerda que su sitio está en la cocina, y no en la política. Y es que cuando el Siete Machos entra en acción, las mujeres y los gays -y los negros, los judíos, los magrebíes, etcétera- deben buscar refugio en el mismo combate.

Pero nos estamos poniendo trascendentes y el señor Cela no lo merece. Yo me he limitado a retirar sus libros de mi biblioteca y a sustituirlos por los de Pier Paolo Pasolini. Cierto que era un homosexual declarado, pero en su actitud cívica, en sus responsabilidades ante la historia, en su entrega a la humanidad, demostró tener un par de cojones. Es de desear que el señor Cela sepa demostrar los mismos cuando despierte de su famosa «siesta de orinal». Siesta muy larga, por cierto. Acaso no para un marqués, quizás no para un Nobel, ni siquiera para un académico, pero sí para un ciudadano del hermoso descubrimiento que hemos dado en llamar Democracia.

1998/06/12

> Berria: Homofobia > LAS DECLARACIONES HOMOFOBAS DE CELA PROVOCAN UNA OLA DE CRITICAS

  • Las declaraciones homófobas de Cela sobre García Lorca provocan una ola de críticas
  • El País, 1998-06-12 # E. F.-S., Madrid
Groseras, reaccionarias, desafortunadas, absurdas, impropias, repugnantes, gratuitas, intolerantes, asquerosas y fuera de lugar. Así se respondió ayer desde diferentes sectores sociales a las declaraciones homófobas del escritor y premio Nobel Camilo José Cela sobre la presencia gay en los homenajes a Federico García Lorca. Cela señaló el miércoles en Pontevedra que para sí mismo preferiría una conmemoración «más sobria y menos anecdótica» que la que está recibiendo Lorca y aseguró de forma sarcástica que no tiene nada contra los gay, sino que simplemente se limita «a no tomar por el culo». Ayer, el escritor, aunque lamentó haber molestado, dijo que la reacción es «cosa de ellos» y añadió que sus palabras no tienen precisión posible: «No hay duda de lo que dije».«El señor Cela se ha manifestado siempre como un reaccionario», afirmó ayer el abogado Pedro González Zerolo, presidente de la Federación Estatal de Gays y Lesbianas, que calificó a Cela de personaje intolerante, insolidario, machista, misógino y homófobo. «Que tenga en cuenta que un Premio Nobel de Literatura sólo acredita un buen hacer literario, no supone calidad personal», añadió.

Joaquín Almunia, secretario general del PSOE, afirmó que Cela le parece un ciudadano que no está «a la altura de los tiempos». «Sus palabras me han causado una profunda repugnancia y asco». La ex ministra de Asuntos Sociales Matilde Fernández recomendó a Cela que se lea la Constitución y que profundice «en las libertades que tiene la sociedad española».

La responsable de Asuntos Sociales de IU, Inés Sabanés, comentó: «España también ha invertido de alguna manera en su proyección como escritor y no puede permitirse ciertas licencias». Los miembros de IU del Ayuntamiento de Málaga anunciaron ayer que propondrán al pleno que declare persona non grata al escritor, al considerar ofensivas sus manifestaciones sobre la homosexualidad de Federico García Lorca. También el diputado de IU Felipe Alcaraz propuso que se le declare persona non grata en Granada.

Jordi Petit, secretario general de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays, dijo que es importante que la homosexualidad de Lorca sea reconocida, especialmente «si se tiene en cuenta que éste fue uno de los motivos, si bien no el único, de su asesinato».

Beatriz Rodríguez-Salmones, portavoz del PP de Cultura en el Congreso, afirmó que Cela «tiene una manera de hablar que todos conocemos. Son sus opiniones y no tengo nada que decir».

La periodista Maruja Torres, que precisamente ayer recibió el Premio del Colectivo Lambda de Gays y Lesbianas del País Valenciano, declaró: «Es mucho más digno tomar por el culo que lamerle el culo al poder, como Cela ha hecho tantas veces».

1998/06/11

> Berria: Homofobia > CELA CRITICA LA PRESENCIA GAY EN LOS HOMENAJES A LORCA

  • Cela critica la presencia de "gay" en los homenajes a Lorca
  • El País, 1998-06-11 # Xosé Hermida, Santiago de Compostela
Camilo José Cela arremetió ayer, en términos sarcásticos, contra la presencia de colectivos homosexuales en los actos conmemorativos del centenario de Federico García Lorca. El escritor gallego afirmó que si alguien le homenajea a él en el futuro no le gustaría contar con el apoyo de gays, aunque precisó que no está «ni a favor ni en contra» de sus reivindicaciones. «Me limito a no tomar por el culo», apostilló.

Cela acudió ayer a Galicia para presentar en Poio (Pontevedra) un curso sobre el 50º aniversario de la publicación de Viaje a la Alcarria, que se celebrará el próximo mes de julio. Los periodistas aprovecharon para preguntarle si dentro de un siglo le gustaría ser recordado del mismo modo que se está haciendo estos días con Lorca. El premio Nobel respondió que preferiría una conmemoración «más sólida, mucho menos anecdótica y sin apoyo de los colectivos gays » . «Y que no me fusilen, claro», agregó, «una de mis aspiraciones es morir de viejo y no asesinado como el pobre Federico».

El escritor y académico también vaticinó que en los próximos años se acentuará en España el proceso de lo que denominó «estupidización» social. A propósito de la pasión nacional por el fútbol, Cela la consideró una prueba de la «estupidización científica de la sociedad española, a la que se ha accedido con ayuda de la televisión».

1998/02/19

> Berria: Argitalpenak > "UN MUNDO PERFECTO" DE RAMON DE ESPAÑA

  • Ramón de España parodia el país actual en "Un mundo perfecto"
  • El País, 1998-02-19 # Xavier Moret, Barcelona
En la nueva novela de Ramón de España, Un mundo perfecto (Edhasa), hay unos personajes que intentan llevar una vida armoniosa pero que por algún motivo no lo consiguen. Matías, por ejemplo, aeromozo de Iberia que reivindica billetes gratuitos para su pareja; un profesor universitario llamado Alberto; o Julia Centeno, joven abogada que busca desperadamente un caso que la lance a la fama y le permita entrar en nómina; o un izquierdista reciclado en periodista sin escrúpulos. Todo ello lo mezcla Ramón de España para crear una novela que retrata con acidez la España de ahora.

Constata Ramón de España, colaborador de EL PAÍS, que las cuatro novelas que ha publicado hasta ahora tienen algo en común: "Todas van de gente que está en el límite, a punto de zumbarse". Algunas entran a fondo en el tema; otras, como Un mundo perfecto, prefieren tomárselo en un tono de comedia, aunque en el fondo flota un panorama muy triste.

El origen de Un mundo perfecto hay que buscarlo en una noticia publicada en la prensa: la del aeromozo homosexual que reivindica billetes para su pareja. "A partir de ahí me puse a escribir", explica España. "Ambienté la novela en Madrid porque es una ciudad caótica, de gente que se mueve en los aledaños del poder real. Barcelona no me servía porque aquí sólo se huele el poder autonómico, que lo único que genera son debates sobre si conviene llevar la senyera a Montserrat".

La 'movida' zumbona
La gente insatisfecha que pulula por la novela de Ramón de España incluye un director de Iberia, Borja Velasco, y un periodista, Lucas Vallés, que proviene de los ambientes izquierdistas y se zumbó con la llegada de la movida. "Es el típico personaje de la lucha antifranquista", señala España. "Follaban poco y vivían mucha clandestinidad y mucha política, y cuando llegó la libertad se zumbaron con lo del sexo libre, las drogas y el rock and roll. En el fondo, todos parten de lo mismo: intentan ser felices y no lo consiguen". Para subrayar el ácido retrato de la España actual, aparece un presidente sin nombre, que juega al pádel y lleva bigote, y una presentadora cursi de televisión llamada Nieves que se peina como Doris Day.


"Son guiños que procuro controlar", dice el autor. "Pero de lo que no hay duda es que ésta es una novela de la España de ahora, porque a veces a uno le entran ganas de ejercer de notario, aunque sin ejercer de deus ex machina".

"Es aparentemente una comedia", resume Ramón de España, "pero con un fondo bastante negro. He procurado no reírme de nadie, pero es que creo que las personas en situaciones límite dan siempre mucho juego. Y lo cierto es que hay muchos más en el límite de lo que creemos".

1998/01/18

> Erreportajea: Testigantza > YVES SAINT LAURENT, EL ULTIMO MITO VIVO DE LA MODA

  • Yves Saint Laurent: el último mito vivo de la moda
  • El alcohol, los barbitúricos y sus constantes hospitalizaciones no le han impedido crear un imperio y cumplir 40 años en el mundo de la moda
  • En el colegio de Orán se mofaban de él a causa de su homosexualidad. Triunfar en la vida sería su venganza
  • En 1972 su amigo de correrías Andy Warhol le inmortalizó en varios óleos. Cuando Yves se enteró de que también había pintado a su competidor Valentino, juró romperlos. Sin embargo, hoy siguen colgados en su despacho en París
  • El servicio militar le provocó un colapso nervioso, que marcó su dependencia del alcohol y los barbitúricos
  • El Mundo, La Revista, n. 118, 1998-01-18 # Ana Parrilla y Mar Cohnen

Año 1989. Yves Saint Laurent ingresa con delirium tremens en un hospital psiquiátrico. El pronóstico es grave. Oficialmente, su taller habla de una profunda depresión. El diario norteamericano The Wall Street Journal lo confirma: "El estado de salud del modisto es inquietante". Mientras, en el mundillo de la moda, corren las apuestas: sobredosis de alcohol, barbitúricos, cocaína, sida y hasta intento de suicidio. No era la primera vez que el modisto visitaba las páginas de sucesos. En los últimos tiempos, se había convertido en cliente habitual de centros médicos y clínicas de reposo. Días después, un Yves Saint Laurent avejentado, frágil, con la mirada perdida, posaba ante las cámaras para desmentir los rumores. Era la otra cara del sastrecillo valiente que, a los 21 años, saludaba triunfante desde el balcón del imperio de la moda, la casa Christian Dior. El Principito, el revolucionario de la alta costura de la mitad de siglo, el hombre que impuso los pantalones en el guardarropa femenino, se tambaleaba en su trono.


Comenzaba así el último y trágico tercer acto de Yves Saint Laurent, un escandaloso final de trayecto del que el diseñador no ha sido víctima inocente. Si Balenciaga huyó de la prensa, y Givenchy se escondía tras la silueta de su musa, Audrey Hepburn, Yves Saint Laurent no dudó en posar desnudo en 1971 para promocionar su perfume Pour Homme. Fue el primer modisto que se atrevió a jugar con los medios de comunicación con sus propias cartas. Un genio en una industria para idiotas, como sentenció su socio y amante durante más de 20 años, Pierre Bergé.


Yves nació el 1 de agosto de 1936, en Orán (Argelia), con el nombre de Henry Donat Mathieu. Hijo de un empresario de seguros de origen alsaciano, al modisto siempre le ha acompañado la sombra de una inestabilidad, de la que nunca ha llegado a desprenderse. Durante su infancia, la tranquilidad familiar se rompía cada mañana. "Por mi homosexualidad yo no era como los otros chicos del colegio -ha comentado en diversas ocasiones-. Los niños hicieron de mí su víctima propiciatoria. Me encerraban en el cuarto de baño, me insultaban, me pegaban...". La debilidad de Yves buscaba refugio entre las faldas de su madre, su primera musa. El futuro era su única defensa. "Recuerdo que, cuando soplé las velas de mi noveno cumpleaños, pedí que mi nombre se viera con letras luminosas en los Campos Elíseos". Su obsesión era triunfar, convertir el éxito en la más dulce de las venganzas. Y es que la homosexualidad en el Orán de los años cuarenta era un pecado imperdonable. Un secreto que tardó en confesar. "Mi madre fue la primera en saberlo". Muchos años después, en 1985, cuando recibió la Legión de Honor de manos del presidente Miterrand, Yves se sinceró con su padre. "Papá sabes lo que soy. Habrías preferido que fuera un verdadero hombre, que continuara tu apellido...". Charles Mathieu zanjó la conversación con un simple: "Eso no tiene importancia".


En 1953, con 17 años, Henry Donat Mathieu, ya atrincherado tras el nombre de Yves Saint Laurent, empezó a tocar sus sueños de triunfo. El boceto de un traje de cóctel con corte asimétrico le llevó a un viaje relámpago a París para recoger el premio del Secretariado Internacional de la Lana. Dos años después, desembarcaba de nuevo en la capital para iniciar sus estudios de moda. "No me atrevería a calificarlo de modisto, pero tiene estilo. Es un niño prodigio de la alta costura", relataba la primera profesora que se topó con este geniecillo de 1,80 metros de estatura, 62 kilos de peso, grandes lentes, un talento precoz y 50 diseños bajo el brazo.


En esos años, Yves Saint Laurent combinaba los libros con la peregrinación por las redacciones cargado de bocetos. En junio de 1955 el director del Vogue francés, Michel de Brunhoff, pidió a su amigo Christian Dior que recibiera a un introvertido jovencito. Curiosamente, sus apuntes eran parecidísimos a la todavía inédita Línea A del maestro. "Dior estaba a punto de salir de vacaciones y Michel le instó a que retrasara su viaje", recuerda Yves Saint Laurent.


Aquella cita marcó el inicio de su idilio con Dior, el por entonces rey indiscutible de la moda mundial. El tándem Laurent/Dior duró 29 meses. "Trabajar con él fue un milagro. Parecía más un embajador que un modisto. Jamás tuvimos una conversación profunda. Sólo nos intercambiamos algunas miradas... Éramos tan tímidos el uno con el otro...". Una atracción silenciosa que culminó con la designación de Yves como su sucesor. El delfín tenía 19 años. Dior, 61. En octubre de 1957 el maestro moría de un ataque al corazón. Saint Laurent se convertía, con 21 años, en el creador más joven de la alta costura.


El 29 de enero de 1958 ya estaba lista su primera apuesta como director de la firma: la Línea Trapecio, una personalísima versión de la mítica Línea A. Su revolución: aligerar y acortar los vestidos de monsieur Dior, quitar ballenas, eliminar corsés, en definitiva, liberar el cuerpo. "Genial" sentenció la prensa internacional, que le bautizó con el nombre de El Principito. En marzo de ese mismo año, el Vogue americano decía: "Una sensación recorre París, nueva para la ciudad y para Francia: la creciente influencia de la juventud". Y es que Yves no sólo había resucitado el mundo de la moda, había desempolvado el esplendor de una nación. Su éxito arrastró a la economía francesa. En los 32 meses que estuvo a cargo de la casa, la firma facturó el 50% de las exportaciones de moda del país.


El servicio militar apagó sus fuegos revolucionarios. En septiembre de 1960 Yves Saint Laurent fue llamado a filas. Nunca llegó a coger el fusil. A los pocos días, un colapso nervioso le encerró en el centro psiquiátrico Val-de-Gracê. El cautiverio duró dos meses y medio. "Me atontaban con pastillas. Yo estaba acostado en la sala, solo, con personas que entraban y salían. Estaban locos, locos de verdad. Algunos me acariciaban. Otros bramaban sin razón alguna". El miedo y los barbitúricos le anclaron a un camastro. Sólo el aire fresco de las visitas de Pierre Bergé, su amante -a quien había conocido dos años antes, a través de Marie Louise Bousquet, de la revista de moda Harper's Bazaar-, aliviaban su angustia. Después del tratamiento, Yves, con 35 kilos de peso, sufría serias perturbaciones cerebrales y adicción al alcohol y los barbitúricos. Los médicos militares le abrieron las puertas cuando concluyeron que ya no respondía de sí mismo. Su drogodependencia durará más de 20 años.


Derrotado y al límite de sus fuerzas, volvió a París. Pero todo había cambiado. El puesto de diseñador jefe de la casa Dior lo ocupaba su rival, Marc Bohan. Tras un viaje a las Islas Canarias, su amigo, amante, confesor y socio, Pierre Bergé, le animó a embarcarse en un nuevo proyecto: fundar su propia casa de alta costura. En 1962 estaba lista la primera colección. La prensa volvió a rendirse: "Las mejores blusas desde Chanel", proclamaban los críticos.


Cinco años después, el tándem Yves-Bergé daba otra vuelta de tuerca a la alta costura con la primera boutique de prêt-à-porter con colección propia: Yves Saint Laurent Rive Gauche. No se trataban de burdas copias o adaptaciones de la alta costura, sino de modelos originales listos para llevar. La socialización de la moda había comenzado. Las mujeres se agolpaban frente a su tienda de la rue Tournon para adquirir sus vestidos con corazones rojos. Dos años después, volvían a formar filas a las puertas de su tienda de la avenida Madison de Nueva York, suspirando por sus saharianas, blusas transparentes y su gran revolución, el traje pantalón. Una prenda prohibida en los locales más exquisitos, como el Club 21 de Nueva York o el Savoy de Londres. Las mujeres dejaban el pantalón en el guardarropa y entraban sólo con la chaqueta, mucho más corta que una mini.


Con el éxito, Bergé y Saint Laurent se convirtieron en la pareja más chic de París. Dos actores al límite en una obra sublime y decadente. Alcohol, barbitúricos, viajes suicidas por los callejones mal iluminados de la ciudad conduciendo un frágil Volkswagen descapotable, jolgorios hasta la madrugada en Regine's, New Jimmy's... La fiesta se extendía por el triángulo París-Londres-Nueva York con Rudolf Nureyev o Andy Warhol como copríncipes.


A principios de los 70, la firma ingresaba más divisas en Francia que la casa Renault. Mientras la empresa extendía sus tentáculos en la cosmética, los complementos y la ropa masculina, la íntima amiga del diseñador, Talitha Pol, esposa del multimillonario Jean Paul Getty, fallecía en Roma por una sobredosis de heroína. Para Saint Laurent comenzó una interminable sucesión de crisis nerviosas y curas de reposo.


El perfume del escándalo. Aún quedaban algunas fiestas y éxitos sonados. En 1977 alquiló un yate de superlujo (50 millones de pesetas por una noche) para presentar en sociedad un perfume con el escandaloso nombre de Opium. En los ochenta sus prendas se expusieron en el Metropolitan de Nueva York, en el Bellas Artes de Beijing, en el de la Moda de París... Mientras, Saint Laurent recibía la Legión de Honor y el Oscar al mejor modisto. En 1986, más de 10.000 personas trabajaban para YSL, unas siglas con 60.000 millones de pesetas de beneficios al año.


Pero mientras los éxitos se sucedían, su ex amante y todavía socio, Pierre Bergé, abandonaba el domicilio de la rue Babylon que compartían desde hacía 20 años. Solo, sin la compañía de su amigo, Yves tocó fondo. Bergé tuvo que salir al paso de los rumores. "No tiene ni cáncer ni sida, y no es seropositivo", declaró el todavía presidente y director de la sociedad. "Todo el mundo sabe que tiene problemas psíquicos y que toma demasiados tranquilizantes. Ojalá que todos los modistos estuvieran tan enfermos como Yves y tuvieran tanto talento".


Para demostrarlo, Yves Saint Laurent saca fuerzas cada temporada y abandona sus refugios de Normandía y de Marrakech con una enésima revisión de sus clásicos sobre la pasarela: el traje pantalón, el esmoquin femenino, la sahariana... Una vuelta anunciada con la que parece confirmar sus palabras: "Conmigo morirá la alta costura". A sus 62 años, asegura que ya no prueba el alcohol ni esnifa cocaína. "Las pastillas antidepresivas las necesito todavía y, aunque ya no bebo, sigo suspirando por tomar una copa". Quizá por ello ha llamado Yvresse (borrachera) a su último perfume. Un guiño más del genio.