2006/12/04

> Erreportajea: Hezkuntza > MADRID: UN INSTITUTO DE RIVAS CREA UNA TUTORIA PARA AYUDAR AL ALUMNADO HOMOSEXUAL

  • Quiero decirlo y no sé cómo
  • Un instituto de Rivas crea una tutoría específica para ayudar a alumnos homosexuales
  • El País, 2006-12-04 # Pedro Zuazua, Madrid

"Me gusta un chico de mi entorno y no sé si decírselo o no". "Quiero salir del armario y no sé cómo". Son inicios reales de correos electrónicos recibidos en un despacho del Instituto de Enseñanza Secundaria Duque de Rivas. Allí, en Rivas, en un centro con 1.200 estudiantes, surgió hace un año la idea de crear una tutoría específica para alumnos homosexuales.

El vestíbulo de entrada del centro está lleno de carteles. "La discriminación es el peor virus", reza uno de ellos. Pese a ser un instituto, los paneles, todos con referencia a la educación sexual, están impolutos. No hay pintadas con bromas al respecto. "Eso es algo que dice bastante de cómo son los alumnos", dice orgulloso José Joaquín Álvarez de la Roza, de 46 años, profesor del Ciclo Formativo de Gestión de Empresas en el Duque de Rivas.

Él es el alma de un proyecto de tutorías pionero en España. El consejo escolar no sólo le respaldó, sino que hizo constar en acta su firme apoyo al proyecto. En la actualidad, 23 profesores de los 103 del claustro participan de alguna manera en una iniciativa de la que ya se han beneficiado ocho alumnos. Tres lo han hecho, y lo siguen haciendo, de manera presencial; los otros cinco, por e-mail.

Álex, de 18 años, acude regularmente a tutoría. Habla como si fuera mayor. Viste una camiseta con la S de Superman, vaqueros largos, y tiene un piercing en el mentón. "Tienes miedo al rechazo, de tus padres, de tus amigos... Pero yo estaba tranquilo porque sabía que con José Joaquín contaba con un apoyo en caso de caída", cuenta con desparpajo. Álex se declaró bisexual a los miembros de Cogam (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid) que fueron al instituto a dar una charla; después envió un correo a José Joaquín para contárselo.

"Aquí siempre nos han informado sobre la homosexualidad, con charlas, con películas. Y eso hace que la gente no lo vea como algo raro", explica este joven, que ahora colabora con el tutor en los diferentes talleres e incluso responde a algunos de los correos electrónicos que llegan de otros chicos.

El caso de Manuel (nombre ficticio), de 17 años, es bastante diferente. Viste un chubasquero azul y debajo una sudadera con capucha. Apenas deja ver las manos y mueve los pies todo el rato. Cuando están quietos los deja en tensión, como si hiciera ballet. Durante la conversación repite varias veces la palabra "miedo". ¿A qué? "Pues a cómo afrontarlo, a cómo decirlo. De momento sólo lo saben mi abuela, mi madre, mi hermana y una amiga", dice con una media sonrisa.

"Estaba agobiado, tenía mucha presión. Cuando vi que existían las tutorías no fui directamente: contacté primero por e-mail", recuerda. Todavía se pone nervioso cuando tiene tutoría, y espera en la puerta del aula -sólo él y el profesor saben dónde se llevará a cabo- con inquietud. "Ahora estoy muchísimo mejor, los profesores te ayudan a tener más claras las ideas, te orientan".

"Creo que, en general, no habría una respuesta muy negativa. Sobre todo me da miedo decírselo a los hombres. A mi padre, por ejemplo. Pero desde que estoy en la tutoría estoy más tranquilo, me agobio menos. Sí, es difícil pero creo que va a llegar el día en que se lo diga", reflexiona Manuel.

"Un 10% de los alumnos está en riesgo. Tienen miedo de hablar de su sexualidad y necesitan un referente", asegura José Joaquín, militante del colectivo gay de Madrid y miembro de la comisión de educación del mismo. El proyecto se centra en tres puntos: atención específica al alumnado homosexual y transexual, jornadas de sensibilización educativa y atención al profesorado para que pueda introducir la realidad afectivo-sexual en los contenidos de las asignaturas que imparten. Es decir, que "Juan y María se quieren comprar un piso" también puede ser "Juan y Luis se quieren comprar un piso".

  • El momento para actuar

Ser homosexual en el instituto no es fácil. La comisión de educación de Cogam, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, desarrolla el estudio “Adolescencia y sexualidades minoritarias”, en el que adolescentes homosexuales, bisexuales o transexuales exponen sus puntos de vista.

"Mi vida fuera de mi cuarto ha sido un infierno. Una vez me pegaron una paliza sólo por ser gay", cuenta Jaime, de 17 años.

"Tengo 15 años y creo que a los jóvenes homosexuales no se nos tiene en cuenta para nada. Es como si la homosexualidad apareciera... no sé, a partir de los 18 o 19 años", dice Vanesa, madrileña de 15 años.

"Mi primer año escolar fue lo peor, lo peor... Siempre que pasaba toda la fila decía: '¡Tápate el culo, tápate el culo!", relata Mané, de 18 años.

"La adolescencia es una etapa de experimentación, y eso hace que los niños o jóvenes se sientan confundidos, aislados, o que tengan miedo al rechazo", explica Juan Peris, psicólogo que trabajó en el estudio. "La idea de las tutorías me parece muy buena. La adolescencia es un buen momento para actuar y asumir la diferencia sexual", comenta, recordando los suicidios que tienen detrás una homosexualidad no aceptada.

"Si te pasas la vida oyendo la palabra maricón como un insulto, es normal que uno tenga reparos a expresar lo que siente", añade José Joaquín Álvarez de la Roza, promotor de las tutorías en Rivas. "Creo que el proyecto es interesante y extensible al resto del país; puede servir de ayuda a muchos chicos que no saben qué hacer", advierte. José Joaquín Álvarez pone su correo (tutorglbt@yahoo.es) a disposición de todos los que quieran hacer uso de él.

> Erreportajea: Trans > CATALUNYA: DOS MUJERES TRANSEXUALES Y LESBIANAS SE CASAN EN EL AYUNTAMIENTO DE GIRONA

  • "Simplemente, otra forma de familia"
  • Dos mujeres transexuales y lesbianas sellan su relación en una boda celebrada en el Ayuntamiento de Girona
  • El País, 2006-12-04 # Emilio de Benito, Madrid


"Simplemente, somos otra forma de familia". Dicho por Ángela y Sabrina, la frase tiene más de un doble sentido. Las dos son mujeres transexuales y lesbianas. El sábado pasado se casaron en el Ayuntamiento de Girona.


Ángela, la mayor -"a una mujer no se le pregunta la edad", contesta con coquetería-, es arquitecta e intérprete de idiomas para el poder judicial y los cuerpos de seguridad. Sabrina, "20 años más joven", se educó en Inglaterra y es licenciada en Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).


Nada en su historia es convencional, aunque ellas rechazan que se las califique de excepcionales. "Nos conocimos hace dos años en el foro de la web de temática transexual carlaantonelli.com", relata Ángela. Y así se relacionaron hasta hace nueve meses, cuando Sabrina se licenció y viajó a España. "Hace cinco años, nuestra historia hubiera sido imposible. Hoy día, con Internet y las tarjetas telefónicas, es diferente. Durante más de un año conversamos todos los días", relatan, casi al alimón.


El encuentro en el aeropuerto madrileño de Barajas fue su "mayor emoción". "Yo salía por las puertas esas de cristal, que no se ve nada de lo que hay al otro lado, y cuando la vi esperándome le di el abrazo más sentido que he dado en mi vida. Y ella lo mismo", dice Sabrina. "Fue como si nos conociéramos de toda la vida. Un reencuentro después de un año", añade Ángela.


Con la boda del sábado quieren, ante todo, poner el broche a una historia de amor. "Un colofón, pero que es sólo un paso más. Ella me ha prometido que el compromiso durará al menos 30 años", dice Sabrina. "Para ella es fácil prometer eso, que tiene 25 años, pero a ver cómo voy a llegar después de otros 30 años", bromea Ángela.


Pero aparte de los nervios y las chanzas, las dos saben que su boda va más allá que una ceremonia más. "Son las primeras transexuales lesbianas de España que se casan", había advertido Carla Antonelli. "Lo que queremos demostrar es que, en contra de lo que dicen el PP y los obispos, hay muchas formas de familia, y que la nuestra es una más", apunta Ángela cuando se pone seria.


"Queremos que la ceremonia y su publicidad sirvan para romper tópicos y para aclarar la diferencia entre identidad sexual [que las dos se sientan mujeres y vivan como tales aunque biológicamente nacieran como niños] y orientación sexual [que a ambas les gusten las mujeres]", indica didáctica Ángela.


El otro tópico es el que relaciona a las mujeres transexuales con la marginación y la prostitución. "Entre las dos hablamos 10 idiomas; las dos somos universitarias", afirma Ángela, que es quien lleva la voz cantante a la hora de las reivindicaciones.


Claro que ello no quiere decir que llegar hasta donde ellas han llegado haya sido fácil. Siempre remisa a hablar de su pasado, Ángela no puede dejar de ironizar sobre los tiempos en que ella corría delante de la policía. "Fíjate, los maderos con los que ahora trabajo", dice con picardía.


Sabrina achaca gran parte de su felicidad actual "a la suerte". "Mi mamá siempre me apoyó, emocional y económicamente. A mis abuelos les costó acostumbrarse, pero no lo llevaron mal, y enseguida empezaron a llamarme Sabri. Y mi universidad siempre ha sido de izquierdas, y más en una carrera de humanidades, donde había lesbianas, muchos gays, y yo", afirma risueña.


Ahora viven "el sueño" de poderse casar, algo que "sólo se puede hacer en España", dice Ángela. Con la boda no sólo solucionarán la situación de Sabrina, que aún no tiene los papeles en regla. Para un futuro inmediato dejan el aprovechar las ventajas de la futura ley de identidad de género, por si todavía les quedara algún fleco legal que arreglar. "Y conseguir un trabajo para Sabrina. En México trabajó en la radio y es una gran imitadora", dice orgullosa su pareja.


El sábado, con una veintena de amigos -alguno venido de México-, dieron un paso más en su historia. "Es una manera de dar un toque a la sociedad", dice Ángela. Aunque más que "un toque", las dos saben que le están dando un auténtico aldabonazo.

> Berria: Eskubideak >CASTILLA-LA MANCHA: LOS HOMOSEXUALES TAMBIEN QUIEREN ESTAR EN EL ESTATUTO

  • Los homosexuales también quieren estar en el Estatuto
  • El colectivo de Gays de Albacete ha reclamado su presencia en el Estatuto de autonomía con dos artículos, uno sobre los derechos de los gays y el otro sobre los de los transexuales.
  • El Digital Castilla-La Mancha, 2006-12-04

Gays y lesbianas de la región han levantado la voz para quejarse de la exclusión a la que les condenan las Cortes regionales al no tenerles en cuenta en la reforma del Estatuto de Autonomía. Este colectivo reclama el reconocimiento de sus derechos, según publica en su edición de este lunes “La Verdad de Albacete”.

Aeguran que «un Estatuto que no incluya a gays y lesbianas, desintegra socialmente y desiguala civilmente, además de invisibilizar institucionalmente». Por ello desde esta agrupación han iniciado una campaña solicitando al Parlamento regional que incluya en el Estatuto dos artículos, uno de ellos referido a los derechos de los gays y lesbianas y otro de los derechos de los transexuales.

También exigen que el nuevo documento recoja un apartado más en el artículo de competencias en materia de igualdad para que de esta forma Castilla-La Mancha asuma el objetivo de progresiva erradicación de la homofobia.

«Las Cortes están a tiempo de rectificar si no quieren excluir», explicaron desde este colectivo que ha lanzado la web www.albacetegay.es con la pretensión de reflejar en ella una opinión pública «gay-lésbica» de Albacete.

Asimismo, desde esta agrupación manifestaron que el Gobierno autonómico debe cambiar su rumbo «pasando de no hacer nada y marginar, a poner en marcha políticas transversales e inclusivas de gays, lesbianas y transexuales, creando para ello un órgano políticos responsable, tenga el nivel que tenga». Además, desde el colectivo también solicitan un esfuerzo a los homosexuales de la Región para que tomen conciencia de que no se puede admitir «ni la homofobia institucional ni la legal». En este sentido recordaron que también es su responsabilidad «visibilizarnos», informa el diario “La Verdad.