2006/02/16

> Elkarrizketa: JOEL MALDONADO > "LOS TRANSEXUALES SOLO REIVINDICAMOS EL DERECHO A VIVIR COMO LO QUE REALMENTE SOMOS"

  • Joel Maldonado · Miembro del colectivo LAMBDA de Valencia
  • «Los transexuales sólo reivindicamos el derecho a vivir como lo que realmente somos»
  • Gara, 2006-02-16

Las jornadas organizadas por el colectivo Gehitu tienen como objetivo acercar a la sociedad la problemática de las personas transexuales, que en su vida cotidiana se ven enfrentadas a la identidad que figura impresa en su carné. En la jornada de ayer, tres personas narraron sus vivencias y reivindicaron la gratuidad de la reasignación sexual, entre ellas el colombiano residente en Valencia Joel Maldonado.

­Ser biológicamente de un género y síquicamente de otro plantea un serio problema de identidad.
Sobre todo en la sociedad. Tú te sientes de un género y los de tu alrededor no te reconocen así. Sientes que no existes, porque la persona que llevas por fuera, la que conocen los demás, no eres tú. Las personas transexuales lo que reivindicamos es prácticamente el derecho que tenemos para vivir como realmente somos, como quien nos sentimos, como nos identificamos. Hoy por hoy, para conseguirlo tenemos que pasar por el quirófano e iniciar tratamientos hormonales. En definitiva, cambiar nuestro físico.

­Está extendida la idea de que ser transexual está ligado a la homosexualidad, cuando son dos realidades independientes.
Sí, la identidad, el «quién soy yo», no tiene nada que ver con la orientación sexual, que sería el «quién me gusta». Lo que pasa es que la sociedad no conoce la transexualidad, y confunde los términos de identidad y orientación. Por eso, muchas veces puedes llegar a oír barbaridades, como que somos homosexuales reprimidos que sólo siendo transexuales podemos conquistar a una persona de nuestro mismo género. Una cosa es la identidad, quién soy yo como hombre o cómo mujer; lo de la orientación, de quién me enamoro o con quién quiero compartir mi vida, es otra cosa. Además, los homosexuales no tienen un conflicto con respecto a si son hombres o mujeres; la sociedad a veces cuestiona su virilidad o feminidad, pero nunca el hecho de ser hombre o mujer. Eso jamás se lo niegan a los homosexuales, pero al colectivo transexual, sí.

En la ponencia han presentado la adolescencia como una de las etapas más duras.
Suele ser algo muy duro. En colegios o institutos te ponen uniformes, te obligan a llevar pendientes... y no te ves en ninguno de los lados; no eres ni niño ni niña. Lo peor son los cambios, ves que tu cuerpo no se corresponde a lo que tú sientes. Los cambios biológicos los vivimos como traiciones.

¿En su caso fue así?
Yo nací en La Paz, en Bolivia, y me crié en un entorno social diferente. Además, no descubrí lo que me pasaba hasta que llegué aquí. Sabía que había algo, pude expresar que quería vivir como Joel, como hombre, pero no podía explicar el porqué. En Bolivia no había información, y cuando llegué aquí pude ponerle un nombre a lo que me pasaba, aunque no me gustó en un principio. Porque la palabra en sí, transexual, trae muchos prejuicios. Descubrí lo que me pasaba, supe qué era lo que necesitaba y también qué pasos tenía que seguir para reconciliarme conmigo mismo, para encontrar la paz. Saltando muchas dificultades, he llegado a buen puerto.

¿Qué clase de dificultades?
Muchísimas. En mi caso tenía la dificultad añadida de ser extranjero. La comprensión es la más habitual, el cómo lo digo y el cómo reaccionarán. El siguiente es el tema sanitario; no encuentras una ayuda clara sujeta a la buena voluntad de la persona que te atienda. Pero, cuando uno se siente a gusto consigo mismo, las dificultades que pueden llegar a presentarse son más superables, es peor cuando no sabes lo que te pasa. Una vez que lo descubres sabes cuál es el camino a seguir.

­Han comentado que consideran exigible que la Sanidad pública asuma el coste de la intervención quirúrgica. ¿Por qué?
Las personas transexuales necesitamos que nos ayuden para desarrollarnos bien y para vivir plenamente nuestras vidas, y esa ayuda pasa por el ámbito de la salud, que es un derecho. Su negativa no es por el tema económico, es mentira que suponga un sobrecoste, porque no todas las personas transexuales se operan. El sistema actual tiene sus dificultades y sus problemas a la hora de funcionar, no sólo para nosotros, también para otros colectivos de personas que no ven ciertas necesidad cubiertas.

­Han reabierto el debate sobre una posible ley que reconozca los derechos y la identidad del colectivo. ¿En qué punto está ese debate y cuáles son las perspectivas de cara al futuro?
Es un anteproyecto de ley que viene a solucionar sólo el tema del DNI, que está bien, nosotros lo aplaudimos. Facilitaría bastante la vida cotidiana de las personas transexuales, porque plantea la posibilidad de modificar el nombre y el sexo en el DNI sin necesidad de pasar por la cirugía de reasignación. Sería realmente un gran logro para tener un poco más de dignidad a la hora de vivir el día a día.