2002/05/06

> Berria: Diskriminazioa > EL GOBIERNO DE AZNAR VOTRA CONTRA LA ENTRADA DE ILGA EN ECOSOC

  • El gobierno español, el más homófobo de Europa
  • Nación Gay, 2002-05-06 # Joaquín de las Heras
A raíz de la última "hazaña" del PP, España se convierte en el país más homófobo de toda Europa. Los responsables de los partidos políticos con representación parlamentaria han criticado duramente al gobierno por el voto emitido en Naciones Unidas en contra de que la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA, en sus siglas en inglés) pasase a integrar el grupo de organizaciones no gubernamentales que asesoran al Consejo Económico y Social de la ONU. Los calificativos de rechazo hacia el ejecutivo español han caído como una lluvia de meteoritos: "ultraderechista", "cavernícola", "sectario" o "tercermundista" han sido algunos de los epítetos que la oposición ha dedicado al grupo dirigido por José María Aznar. En relación a este asunto, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha anunciado que preguntará al ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, por este tema en el Congreso de los Diputados. Una polémica que ha situado a España, en detrimento de nuestra imagen ante la comunidad internacional en materia de lesbianas y gays, a la misma altura que países como Egipto o Zimbaue.

"La posición del Gobierno español queda en evidencia"
Las reacciones en contra del voto español en Naciones Unidas no han tardado en surgir. Para la secretaria de Igualdad del PSOE, Micaela Navarro, con la actitud de España en contra, el único de un país europeo en este sentido, el Gobierno "ha puesto de relieve una vez más la arrogancia y el absoluto sectarismo con el que actúa en el día a día". Rumí ha denunciado que, en lo referente a los derechos de gays y lesbianas, el ejecutivo dice una cosa y hace otra. Según ella, "el movimiento se demuestra andando, no en los discursos, no en las fotos que se hacen, sino apoyando el que todos y todas por igual podamos tener una representación", ha comentado la diputada del PSOE, recordando el voto en contra del PP a la Ley de Parejas de Hecho.

Por otro lado, Gaspar Llamazares ha coincidido en tildar al gobierno de "hipócrita" al tomar esta postura en la ONU y haber argumentado que su posición respecto al matrimonio civil o a los registros de parejas de hecho únicamente "tenía que ver con argumentos técnicos centrados en la adopción". Tal y como apunta el líder de Izquierda Unida, "la posición del Gobierno español queda en evidencia, como una posición homófoba y contraria a la tolerancia con las relaciones homosexuales, que nos alinea con países y periodos de total intolerancia, con actitudes más cerca de Le Pen que de otras democráticas". En contra de la incorporación de la ILGA al grupo asesor de la ONU votaron también países como Egipto, Irán, Sudán o Zimbaue, todos ellos con una larga tradición de persecuciones e incluso ejecuciones por motivos de orientación sexual. Llamazares ha comentado que Piqué va a tener que explicar el voto español o, en caso de que no comparta la posición de la delegación española en la ONU, comunicar "qué responsabilidades piensa pedir" a ésta. El coordinador general de IU ha enmarcado ese posicionamiento en los "guiños" que, a su entender, el gobierno está haciendo hacia los sectores "más duros" de su electorado. Para Gaspar Llamazares, el ejecutivo está dispuesto a "hacer lepenismo sin Le Pen, aunque para ello tenga que quitarse la careta de centro; es un claro mensaje a la extrema derecha para que se sienta representada y no busque aventuras en relación con la representación política".

"Visión muy tercermundista de la homosexualidad"
El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, ha asegurado que la oposición del gobierno español a la entrada de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA) en el Grupo de ONG que asesoran al Consejo Social de la ONU, demuestra que la actitud del PP "en estas y otras cosas" es "la de la derecha de siempre, cavernícola y negadora de la realidad; además, con un doble discurso, porque hay homosexuales del PP que reivindican una cosa y parece que se comen el mundo, pero luego viene el gobierno de su partido y les pone en su sitio de malas maneras". Finalmente, el diputado de CiU en el Congreso Carles Campuzano ha acusado a los populares de tener una "visión muy tercermundista de la homosexualidad y una gran desconfianza, más propia de la extrema derecha" que de un ejecutivo de perfil centrista. Campuzano se ha mostrado "perplejo" por el voto expresado por España y ha reprochado al gobierno de Aznar que "no reconozca el estatus de la principal organización que agrupa al colectivo homosexual, que tiene un prestigio bastante indiscutible", por lo que consideró que "no hay ninguna justificación razonable" que avale el citado rechazo de España. Hay que recordar que ILGA agrupa a más de 500 asociaciones de 85 países.

El diputado convergente también ha manifestado su intención de "interrogar al gobierno" sobre el posicionamiento de España en la votación, coincidente con el rechazo expresado por países islámicos como Egipto, Irán, Sudán, Zimbaue, Uganda y Qatar. La propuesta, por el contrario, fue apoyada por Alemania, Francia y Holanda, entre otros. El PP ya no puede aparentar ni jugar a dos bandas tras esta noticia. La imagen española a ojos de la comunidad internacional ha quedado marcada por la intolerancia y la homofobia más recalcitrantes. Nuestro actual gobierno está completamente borracho, pero en vez de caminar haciendo eses se inclina a la más extrema derecha en todos sus puntos de vista. En éste y en prácticamente todos los aspectos democráticos, el ejecutivo dirigido por Aznar emprendió desde el inicio de su liderazgo un camino tan solitario como patético.

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