2006/12/24

> Elkarrizketa: Felipe del Baño > "LA HOMOSEXUALIDAD NO ES PATRIMONIO DE NINGUN PARTIDO"

  • Felipe del Baño: «Zaplana es un gran amigo mío, pero eso del zaplanismo tiene mucho de leyenda»
  • Diputado autonómico del Partido Popular, tuvo los arrestos de criticar a su partido por recurrir la ley de matrimonios gays al Constitucional. Antes, reconoció su homosexualidad. A sus 39 años, muestra un aplomo propio de la madurez política. Seis años de asesor de Zaplana son un máster intensivo.
  • Levante, 2006-12-24 # Francesc Arabí, Valencia

-¿Para ser liberal hay que ir siempre hecho un pincel?
-De ningún modo. Precisamente el liberal rompe con estereotipos y clichés, tiene mentalidad abierta a los cambios, incluso estéticos.

-Y siendo un dandi de la política, ¿no le parece que hay poco estilo entre los políticos, con tanta grabación y crispación ambiental?
-Vivimos un período de estabilidad con los gobiernos del PP, pero Zapatero, que tanto presume de talante, ganó las elecciones y ha querido ningunear al principal partido de la oposición, que representa a la mitad de los españoles. Incluso muchas reformas legales emprendidas hubiesen tenido mejor aceptación de haber sido consensuadas. Nuestro presidente, Mariano Rajoy, se ha cansado de pedir diálogo.

-¿No cree que los políticos son como las moscas, que no se sabe muy bien para qué existen, aparte de para molestar?
-No, hombre. Estamos para trabajar y estar abiertos a lo que la sociedad nos demanda en cada momento. El reto del político consiste en no perder nunca el paso. Estés en el gobierno o en la oposición.

-Zapatero parece que en materia de derechos civiles (matrimonios homosexuales) y en cuestiones sociales conecta con las demandas.
-Hay que dar respuesta a las demandas sociales pero intentando buscar puntos de encuentro entre las fuerzas políticas para crear cuerpos legislativos fuertes. Era necesario dar un paso para regular derechos de parejas de gays y lesbianas pero ha sido innecesaria la polémica creada. Yo habría intentado sacar una ley por unanimidad y, como mínimo, habría evitado generar un debate inútil que acabó siendo «homosexualidad sí o no».

-¿Haber reconocido su homosexualidad y haber criticado el recurso del PP contra la ley de matrimonios gays es un problema o lo blinda para repetir de diputado?
-Mi gesto fue bien entendido. Era necesario hacerlo en un momento en que se patrimonializaba esta lucha por parte de una determinada ideología. Mi partido entendió mis críticas al recurso. No era el momento. Ahora, nunca he pensado si eso me perjudica o beneficia porque no es cuestión de oportunismo sino de convicciones profundas.

-Dijo que era compatible ser homosexual y del PP. ¿Por qué el colectivo Lambda de gays y lesbianas apoya a la izquierda?
-De entrada, quiero reconocer la gran labor de Lambda en épocas muy difíciles. Mantengo muy buenas relaciones con Lambda y el Consell siempre ha atendido sus peticiones y hay un convenio de colaboración. Pero la homosexualidad no es patrimonio de ningún partido. Homosexuales hay en todos los ámbitos políticos y sociales.

-¿Se puede ser liberal y pobre?
-Por supuesto. El liberalismo es una filosofía de vida, es creer en la libertad del individuo, la tolerancia, la justicia social, la igualdad...

-Parece que sea Pla.
-Parezco un liberal; igual él lo es y ni siquiera lo sabe.

-¿A quién quiere más, a Eduardo Zaplana o a Francisco Camps?
-Pues le contesto con total sinceridad. Con Eduardo Zaplana he trabajado codo con codo seis años y he aprendido mucho de alguien que vivió con intensidad la política valenciana. Hoy, Zaplana es uno de mis grandes amigos.

-Cuidado, señor Del Baño.
-Con Camps tengo una estrechísima relación. Lo conozco desde que yo iba en bicicleta con su hermana por la Cañada. Él me trajo de la mano a AP y firmó mi ficha de afiliación hace 20 años. Comprenderá que sienta gran afecto por él.

-Acaba de regresar a la lista autonómica en el último segundo.
-Le digo la verdad, siento un gran aprecio por ambos.

-Cuando se afilió a AP tenía 18 años. ¿Tuvo un mal día?
-No, yo sentía interés por la política. Mis amigos me veían raro porque seguía los mítines, los informativos y un día fui a un acto de AP, donde coincidí con Camps, que era presidente de Nuevas Generaciones. Empezamos un largo viaje.

-¿El zaplanismo también sería una filosofía de vida?
-Eso del zaplanismo va camino de convertise en algo mitológico, tiene mucho de leyenda. Mire, Camps y Zaplana son políticos de primera línea y cada cual tiene una función y un estilo. La relación entre ellos es buena, aunque quizás las formas de gobernar son muy distintas.

-¿La diferencia es que Zaplana gobernaba con la caja llena y Camps, con la caja llena de telarañas?
-Zaplana ganó las elecciones y empezó a transformar la Comunitat, que estaba en el vagón de cola y hoy es un referente. Habíamos perdido incluso la autoestima y fuimos superando hasta el conflicto lingüístico y con nota. Camps ha consolidado el proyecto. Ha llevado a cabo una gran reforma del Estatuto. Y lo que dice de la falta de dinero, en política eso se suple con imaginación. Pero es que, además, hay dinero. Acabamos de aprobar unos presupuestos para crear 400.000 puestos de trabajo. El PP es como una factoría de creación de empleo.

-Zaplana pasó de adoptar la Tercera Vía de Blair a alinearse con Acebes y Aznar en el ala dura del PP, ¿cuál de los dos es el auténtico?
--No creo que los dos sean distintos. La diferencia es que aquí gobernaba y allí está en la oposición. La oposición que se está haciendo es firme ante un Zapatero al que le viene grande el gobierno de España. Es una oposición dura, pero no por ello menos correcta. En un partido abierto es normal que haya gente que opina distinto.

-¿Qué le parece que el Opus Dei y los Legionarios de Cristo tengan medio secuestrado al PP o al menos tengan tanta influencia?
-¿Qué me dice?

-¿No estaba usted por aquí cuando la visita del Papa?
-La visita del Papa, además de un acontecimiento mundial, fue un éxito de logística y una gran promoción para la Comunitat. En el PP solemos estar de acuerdo en el fondo de las cuestiones, pero en determinadas cosas puede haber matices. Y las convicciones religiosas de las personas son muy respetables.

-Si usted fuera presidente del PP, ¿dejaría que Fabra y Alperi se presentaran a unas elecciones? ¿Obligaría a dimitir a condenados en firme como el alcalde de Vila-real?
-Hay que luchar contra la corrupción y el transfuguismo, pero hay que tener en cuenta que hay muchas acusaciones infundadas. Por eso conviene tener tranquilidad y esperar a que los jueces hablen. No se pueden poner etiquetas que después cuestan mucho de quitar. Ahora, cuando uno está condenado sí lo apartaría.

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