- Saliendo por nuestros adolescentes
- El Diario La Prensa [Nueva York], 2006-12-16 # Editorial
El número de desamparados, de adolescentes fugitivos es entre 575,000 y 1.6 millones al año, de acuerdo a reportes del National Gay and Lesbian Task Force’s Policy Institute y el National Coalition for the Homeless. Más del 42 por ciento de esos fugitivos se identifican a ellos mismos como lesbianas, homosexuales, bisexuales o transgénero (LGBT).
Durante su crecimiento, las personas jóvenes tienen muchas angustias. Pero los adolescentes LGBT frecuentemente tienen que confrontar el gran reto de revelar su sexualidad in una cultura ampliamente religiosa que tiene su definición específica de que significa se un hombre o una mujer.
El miedo al rechazo es real: la reacción en torno a la sexualidad de un adolescente es la razón típica por la cual ellos se fugan. De acuerdo con el reporte, 50 por ciento de los adolescentes homosexuales experimentan una reacción negativa por parte de sus padres cuando salen del closet; 26 por ciento fueron echados de sus casas.
Esas reacciones negativas también pueden incluir violencia. Un estudio encontró que un tercio de los adolescentes que son desamparados o que están bajo el cuidado de servicios sociales experimentaron un ataque violento cuando ellos revelaron su identidad sexual.
Estamos forzando a nuestros niños a que agonicen en torno a su sexualidad, y eso está creando una crisis creciente de adolescentes LGBT desamparados que los está conduciendo a la depresión, abuso de substancias y la cárcel.
Como latinos, estamos orgullosos de nuestros fuertes lazos familiares e ideas compasivas. Vivamos con esos valores a toda plenitud con tolerancia y amor.
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