- La población de entre 15 y 29 años se ha reducido un 27% en los últimos 15 años
- El estudio subraya la concentración de dos tercios de los jóvenes en comarcas costeras
- Constata que contraer matrimonio "penaliza la permanencia en el trabajo" de las mujeres de menos de 29 años
- Noticias de Gipuzkoa, 2006-10-14 # Jone Guindo, Donostia
En las calles de Gipuzkoa hay hoy menos caras jóvenes que hace 15 años, cuando aún se dejaban notar los efectos del baby boom de los años 60. Además, el informe de Gaztemira, elaborado por el Servicio de Infancia, Juventud y Cooperación al Desarrollo de la Diputación de Gipuzkoa, pronostica que "en los próximos años se seguirá produciendo una reducción del peso porcentual de los jóvenes respecto al conjunto de la población".
De hecho, el colectivo infantil que precede al grupo de jóvenes de entre 15 y 29 años está todavía más mermado. Hoy por hoy, hay 71 niños por cada 100 jóvenes, lo que mantiene la tendencia demográfica de los últimos años y hace difícil creer que en el futuro se puedan sostener prestaciones públicas como el actual sistema de pensiones.
No obstante, Gaztemira asegura que en los cortes de edad infantiles se está observando una "ligera recuperación", en parte motivada por la llegada de familias inmigrantes con hijos de muy corta edad que puede traer un cambio, como ya se está percibiendo en el ritmo de entrada de alumnos en la red educativa.
La distribución de la juventud por comarcas también destaca por estar algo descompensada. Dos tercios de los jóvenes del territorio (67%) residen en tres comarcas costeras, Donostialdea, Bidasoa y Urola Kosta, con la consiguiente despoblación de savia nueva en el interior y la "mayor vitalidad demográfica" del litoral. La capital guipuzcoana y su entorno concentran la mayor proporción de jóvenes, en torno a 66.000, lo que representa el 46% del total, frente al 10% de Bidasoa y Urola Kosta.
En lo que se refiere a los índices de soltería, Gaztemira subraya que apenas un 2% de los habitantes del territorio se casa antes de los 25 años y menos del 9% con menos de 29 años. En cambio, en 1991 prácticamente cuatro de cada diez jóvenes de menos de 25 años habían sellado un compromiso con su pareja.
Matrimonio
La edad media para contraer matrimonio ahora, sin embargo, se sitúa en los 32,4 años, en el caso de los varones, y los 29,9 en lo que se refiere a las mujeres, que tienen su primer hijo a los 32,3 años. Los enlaces civiles ganan cada vez más terreno, y representan ya el 47% de las uniones, mientras que la opción de formalizarse como pareja de hecho sólo convence al 6%.
El informe de Gaztemira califica de "muy alto" el nivel de instrucción de las nuevas generaciones, apoyándose en el dato de que nueve de cada diez jóvenes tienen al menos una titulación secundaria.
No es tan optimista la estadística referida al empleo, que constata las desigualdades que persisten entre hombres y mujeres. Así, frente al 91% de los jóvenes de entre 25 y 29 años que están ocupados, el 85% de las chicas puede presumir de lo mismo. Las diferencias quedan en evidencias en otras cifras: hay menos jóvenes empresarias y autónomas que hombres (un 7%, frente al 10%), menos asalariadas fijas (40%, frente al 46%) y más eventuales (51%, frente al 42%).
El informe es categórico, además, respecto a las negativas consecuencias que sigue teniendo para una mujer contraer matrimonio. "El casamiento penaliza la permanencia de la mujer en el mercado laboral a partir de los 25 años, pues parte de este colectivo se queda en el hogar desarrollando las tareas domésticas", sostiene el estudio, que apoya su tesis en el hecho de que la tasa de actividad entre los jóvenes de entre 25 y 29 años casados se sitúe en un 98%, frente al 77% de las mujeres.
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