- Reportaje: La capital mexicana regula las uniones del mismo sexo
- La Ley de Sociedades de Convivencia ha sido acogida como primer paso hacia las bodas
- El País, 2006-11-11 # Antonio O. Avila, Ciudad de México
En una decisión considerada revolucionaria, la Asamblea de Representantes de la Ciudad de México aprobó ayer la Ley de Sociedades de Convivencia. La norma es vista como un primer e importante paso hacia las bodas gays. "México ya no es el mismo, es un momento histórico", dijo la activista por derechos de las minorías Enoé Uranga.
En verdad, la norma no se refiere específicamente a los homosexuales. Ampara a todos, incluido a los familiares o personas que cuidan a un anciano o enfermo durante años, gente que vive bajo un mismo techo compartiendo problemas y beneficios, y parejas de un mismo sexo o de distinto sexo sin estar casados. Toda esta gente estaba hasta ahora desprotegida por la ley en la ciudad y en el resto de México.
En toda Latinoamérica, sólo la ciudad de Buenos Aires había reconocido derechos a las parejas homosexuales. En Uruguay el Senado ha aprobado una ley, llamada de unión concubinaria, en el mismo sentido, pero la norma todavía no ha sido ratificada por el Congreso, informa Jorge Marirrodriga. También la Cámara Alta de Colombia tramita una norma similar, con el apoyo del presidente Álvaro Uribe.
La legislación de la capital mexicana, que entrará en vigor a principios de marzo, concede derechos a los convivientes como recibir compensaciones o manutención después de rota una unión y derechos sucesorios. El texto indica que no es válida cuando perjudique derechos de terceros, lo que se ha interpretado como un candado legal para la adopción por parte de parejas de un mismo sexo.
La norma recibió su bautizó de fuego con el rechazo de la Iglesia católica. El Consejo Episcopal del Arzobispado Primado de México sostuvo que la ley recibió luz verde por parte de los diputados "obedeciendo a grupos minoritarios y radicales, y menospreciando el parecer de la mayoría de los católicos". Más del 80% de los cerca de 103 millones de mexicanos se consideran católicos, pero los habitantes de la capital suelen aprobar medidas liberales.
Años de trabajo
Durante años, los políticos y asociaciones que piden el reconocimiento de las uniones de personas del mismo sexo trabajaron para sacar adelante el proyecto. Un primer borrador fue rechazado por presiones políticas conservadoras, incluso del ex alcalde de la ciudad, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien en julio pasado perdió las elecciones presidenciales ante el derechista Felipe Calderón.
En el combate final, la Ley de Sociedades de Convivencia en la Asamblea Legislativa obtuvo una decisión a favor muy amplia: 43 votos a favor, 17 en contra y 5 abstenciones. Los derechistas del Partido Acción Nacional (PAN, que gobierna México) intentaron hasta el último frenar la iniciativa, pero se quedaron solos. El ambiguo Partido Verde se abstuvo en bloque, lo mismo que los representantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que pidieron que se cambie el concepto de hogar por el de lugar de convivencia.
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