- El Gobierno subvenciona una fiesta gay junto a la Catedral de Valencia días antes de la visita del Papa
- ABC, 2006-06-09 # Luz Derqui, Valencia
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales subvencionará un congreso sobre diversidad familiar organizado por grupos homosexuales en Valencia, coincidiendo prácticamente con la llegada de Benedicto XVI a la ciudad para clausurar el V Encuentro Mundial de las Familias. Este hecho ha sido visto como una «provocación ofensiva» por el Arzobispado de la ciudad del Turia, máxime cuando el programa incluye una manifestación de orgullo gay a las mismas puertas de la Catedral y a escasos metros del Palacio Arzobispal.
El congreso, organizado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Felgt) y la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) está financiado por el Gobierno y cuenta con la colaboración de la Universidad de Valencia, cuya Facultad de Psicología acogerá todos los actos.- 17.000 euros del Ministerio
La implicación del Gobierno no se limita a los 17.000 euros que han dado de subvención, sino que será la directora general de las Familias y la Infancia, Amparo Marzal Martínez, la encargada de inaugurar el congreso. A las jornadas también acudirá el subdirector general de las Familias, Félix Barajas Villaluenga, quien participará en una mesa redonda sobre «Políticas de protección y apoyo de la diversidad familiar».
Los propios organizadores reconocen que se celebra en «un momento muy especial, dada la proximidad del Encuentro Mundial de las de las Familias que organiza la Iglesia católica». En este sentido, asociaciones de la Felgt han iniciado un campaña contra la visita del Papa que, bajo el lema «Jo no t´espere» (Yo no te espero), critica los recursos destinados al evento e incita a la sociedad a mostrar su rechazo a la presencia del Papa en Valencia.
Para hacer aún más explícita y notoria la presencia de estos colectivos, el congreso incluye una manifestación del orgullo lésbico, gay, transexual y bisexual que tendrá lugar en la plaza de la Reina de Valencia, a las puertas de la catedral, y situada en las inmediaciones del Palacio Arzobispal y de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, donde el próximo 8 de julio Benedicto XVI presidirá diferentes actos con motivo de su primera visita a España.
El congreso incluye además una «fiesta del Orgullo» nocturna en la plaza Viriato, también a poco metros del Arzobispado, aunque para ninguno de estos dos actos se ha solicitado aún permiso a la Delegación del Gobierno.
La postura del Ministerio de apoyar y subvencionar estas jornadas ha sido recibida con sorpresa e indignación por la organización del V Encuentro Mundial de las Familias y el propio Arzobispado. Fuentes cercanas a la prelatura calificaron ayer de «provocación ofensiva» esta iniciativa, especialmente para los valencianos, «que con tanta ilusión trabajan desde hace meses para que la visita del Papa sea un éxito».
De la misma forma, incidieron que se trata de una «provocación apoyada por ideologías que ya han sido bautizadas como nacional-laicismo, corriente que como se demuestra en esta ocasión, está sustentada, incluso económicamente, por el Gobierno».
Esta «agresión» contra la mayoría católica se une, según fuentes arzobispales, a la campaña instigada y protagonizada por elementos radicales, que «se ha traducido en amenazas contra algunos sacerdotes valencianos y contra el propio Papa en pasquines, pancartas y pintadas difundidas por toda la ciudad». De la misma forma, sorprende el apoyo del Ministerio a estas jornadas, muy relacionadas con activos opositores, no sólo a la visita del Papa, sino a la Iglesia como realidad. En este sentido, entre las iniciativas llevadas a cabo por la Felgt destaca la que, bajo el lema «ni un céntimo para quien te discrimina», incita a los contribuyentes a que no destinen dinero a la Iglesia en su declaración de la renta.
- Polémica por la retransmisión
Este nuevo capítulo contra la visita del Papa se une a otras fricciones surgidas respecto a la organización del Encuentro de las Familias. Esta misma semana, el arzobispo de Valencia denunció el afán del Ejecutivo de controlar la visita papal, con un «empeño continuo y persistente» por que TVE tuviera la señal institucional para transmitir las imágenes en perjuicio de la televisión autonómica valenciana.
Esta actitud, que ha provocado ya varios enfrentamientos entre representantes de Moncloa y los de la Generalitat y el Arzobispado, contrasta, según palabras del propio prelado, Agustín García Gasco, con la política del ente estatal que «a la misma hora abría sus informativos autonómicos haciéndose eco de las acciones de grupúsculos radicales de carácter violento que amenazan al Pontífice y piden boicot a su vista, incitando a la violencia y despreciando la libertad religiosa de los ciudadanos».
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