2006/07/24

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  • Educación para la Ciudadanía
  • El Diario Vasco, 2006-07-24 # Paloma Ortiz de Zárate (San Sebastián)
El Gobierno de Madrid en su afán por hacernos todo salvo conducir -ya sabemos eso de «no podemos conducir por ti»- obligará a enseñar su ideología en los colegios a partir del curso 2007-08, y la convertirá en los valores morales que deberemos asumir si queremos ser «buenos ciudadanos». Para ello ha inventado la asignatura Educación para la Ciudadanía con carácter obligatorio y evaluable. Muchas familias consideramos esta asignatura como un ataque a las libertades y derechos de la persona y una injerencia inaceptable en el ámbito privado, específicamente en el de nuestros hijos. Pensamos que el Estado no es nadie para decidir los valores morales que deberán recibir nuestros hijos y lo fundamentamos legalmente en el artículo 27 de la Constitución: «Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que está de acuerdo con sus convicciones».

La asignatura diferencia entre moral pública y moral privada, y subordina la expresión pública de la moral privada a lo que el Estado decida que debe ser la moral general. Este sistema de moral pública obligatoria ha sido frecuentemente utilizado en los regímenes totalitarios del pasado siglo con las consecuencias que todos conocemos. La asignatura, por ejemplo, siguiendo los dictados de la ideología de género, convierte en principio antropológico obligatorio que la heterosexualidad del ser humano no es la condición natural de la persona sino una simple opción más, y así se lo enseñará a nuestros hijos desde los 6 años. Si un alumno en el examen escribe que la familia basada en el matrimonio entre hombre y mujer no es lo mismo que la unión de dos personas del mismo sexo, estará respondiendo mal a la pregunta, y no recibirá los puntos necesarios para aprobar. ¿Qué haremos los padres? No nos queda más remedio que la objeción de conciencia y la desobediencia civil.

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