2006/06/21

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  • Cristina: "He sufrido agresiones por ser transexual"
  • El Periódico de Aragón, 2006-06-21
Ha sufrido discriminación y maltrato. Ha luchado mucho para cambiar de sexo y de DNI. Cree que la futura ley que permitirá a los transexuales cambiar de nombre en el carnet es solo un pequeño paso.

Vivir de acuerdo consigo misma le ha costado "dinero, esfuerzo, sufrimiento, lágrimas y sufrir la discriminación social". Cristina Amor ha luchado mucho; primero, para pagarse una operación de cambio de sexo y para afrontar un proceso judicial que le permitiera variar su nombre en el DNI. Después, para encajar en una sociedad que no considera normal "algo que lo es". Nació con cuerpo de hombre, pero siempre se ha sentido mujer. Y ha sido rechazada, e incluso agredida, por su condición de transexual.

Según múltiples estudios y opiniones especializadas, la transexualidad es un trastorno por el que se produce un profundo desacuerdo entre el sexo biológico y el psicosocial, aquel que la persona siente como propio. Normalizar esa situación, conciliarla, poner fin al conflicto, no debe entenderse "como una perversión ni como un capricho ni como una cosa rara", sino como "una cuestión de justicia", según la opinión de Cristina.

Los transexuales ven la futura ley que les permitirá cambiar su nombre en el DNI sin pasar por los tribunales como "un pequeño paso" en su lista de reivindicaciones. "Es un problema con el que hemos nacido y que nada tiene que ver con ideas preconcebidas; un problema que necesita soluciones. Y la ley deja muchas cosas por hacer", afirma.
  • Compromisos sin cumplir
El Gobierno, añade, "lleva años prometiendo incluir el tratamiento que necesitamos en la Seguridad Social, pero hasta ahora se ha lavado las manos, pese a que tiene todos los informes positivos. El Ministerio de Sanidad no da el visto bueno y pasa la pelota a las comunidades".

En Aragón, responsables de la Administración autonómica garantizaron el año pasado que el tratamiento necesario para este colectivo se iba a incluir en el sistema público. Todavía no ha sido así. Tampoco hay una unidad especializada completa para tratar a estas personas, un servicio que necesitaría, "como mínimo", un médico, un endocrinólogo, un cirujano y un psicólogo, según Cristina.

Ella se operó hace años. Y ganó en los tribunales su derecho a llevar un DNI con su nombre de mujer. Pero le costó mucho. Y chocó contra muchos muros. "Para operarte tienes que conseguir dinero; para tener dinero debes acceder a un trabajo; para trabajar te piden una documentación, y cuando la presentas, no te contratan porque no quieren gente rara", recuerda.

El 90% del colectivo, sostiene, sufre discriminación laboral. Por no hablar de la marginación social. O de los problemas más cotidianos, "como que no te den en correos un paquete porque el nombre del destinatario y el del DNI no coinciden". Y tener, casi, que recurrir a un notario.

Lo peor son las situaciones extremas. La discriminación puede llevar al maltrato. "Yo he sufrido agresiones por ser transexual y he tenido que huir y empezar otra vida de cero", afirma Cristina Amor, que es escritora y astróloga y que ha conseguido "tener una vida normal". Pero sabe "que hay aún mucha gente que no la tiene".

Ella apostó por la lucha, "pero hay muchos que no lo hacen o que lo hacen y abandonan". Esa posibilidad no pasó por su cabeza en ningún momento: "¿Abandonar yo? La vida es lucha; si dejas de luchar, dejas de vivir, fracasas".

Ve necesario eliminar prejuicios y errores. Como el de confundir a un transexual con un travesti. Este último es un hombre al que le gusta vestirse de mujer (o al contrario), pero que "no se operaría jamás, no lo necesita". O equipararlos a los homosexuales, "que están a gusto con su cuerpo, pero se sienten atraídos por personas de su mismo sexo". Los transexuales, "como cualquiera, pueden ser heterosexuales, bisexuales u homosexuales. En ningún caso, pervertidos".

Piensa que los gobiernos no solucionan los problemas de este colectivo por su escaso peso electoral. "¿Cuántos votos somos? Venden mucho más otros votos", concluye.

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