- La probable candidata socialista a la presidencia de Francia promete impulsar las bodas gay
- Ségolène Royal se muestra partidaria también de permitir la adopción por parte de homosexuales
- El País, arg. digitala, 2006-06-20 # Madrid
La más que probable candidata socialista a las presidenciales francesas de 2007, Ségolène Royal, se ha comprometido ha impulsar el matrimonio entre personas del mismo sexo en una entrevista que mañana publicará la revista gay Têtu y a cuyo contenido ha tenido acceso Le Monde. Royal se muestra también partidaria de la adopción por parte de las parejas homosexuales y enmarca esta reivindicación de igualdad de derechos dentro de la eclosión de "nuevas libertades".
"Si está en mi mano llevaremos a cabo estos avances, eso es seguro", afirma Royal. Según su opinión, "detrás de la cuestión del matrimonio está la cuestión esencial de la discriminación dentro de la República. Eso significa que los homosexuales no estén nunca más apartados, que no sean considerados ciudadanos de segunda fila". La política socialista también parece tener las ideas claras sobre la adopción por parte de parejas gays. "La adopción es, ante todo, un proyecto familiar. Lo que cuenta es la calidad de dicho proyecto", afirma.A pocos días de la marcha del orgullo gay, lesbiano y transexual del próximo día 24 en París y a un año de las elecciones presidenciales en Francia, un sondeo de Ipsos para Têtu muestra que la mayoría de los ciudadanos se muestra partidario del matrimonio homosexual (61%) aunque el 55% está en contra de la adopción por parte de parejas del mismo sexo. La proporción de franceses partidarios de de este cambio legal ha ido subiendo de forma sostenida desde 2000.
Sin embargo, la legalización del matrimonio homosexual sigue teniendo detractores incluso dentro del propio Partido Socialista. El ex primer ministro Lionel Jospin es uno de los políticos que más claramente se ha posicionado contra este proyecto.
La propia Royal ha virado también en su postura, según informa en su edición electrónica el diario Libération. Apelando a su archivo, este periódico recuerda que no hace muchos meses la política socialista calificó este tipo de uniones de "provocación injustificada a las convicciones religiosas y familiares" y aseguró que se estaba produciendo una "confusión de identidades".
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