- Los colegios podrán elegir contenidos de la asignatura de Ciudadanía ajustados a su perfil
- La nueva materia ha suscitado ya las críticas de las asociaciones de padres de alumnos y centros religiosos por enseñanzas sobre la familia y la sexualidad
- El Correo, 2006-07-18 # Marta Fdez. Vallejo, Bilbao
El secretario general de Educación, Alejandro Tiana, explicó ayer a "El Correo" que la intención que persigue el Ministerio con esta materia es que los alumnos conozcan «los derechos humanos y los valores constitucionales, y sepan lo que significa vivir de forma democrática». Tiana asegura que el fin de Ciudadanía es «formar a jóvenes tolerantes y respetuosos con el resto de las personas, y que aprendan a solucionar los conflictos mediante el diálogo».
Sin embargo, el borrador ha suscitado ya fuertes críticas de asociaciones de padres de alumnos y de colegios religiosos. La polémica se ha suscitado, principalmente, por algunos temas -hay 60- que tratan sobre los diferentes tipos de familias, biparentales, monoparentales y homosexuales, o la forma de abordar las relaciones sexuales. Estos contenidos forman un bloque de enseñanzas denominado Relaciones Interpersonales, que aborda también el cuidado de las personas dependientes o la ayuda a compañeros desfavorecidos.
Conflicto
La Federación de España de Religiosos de Enseñanza (FERE) y la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) han mostrado ya su oposición frontal a la asignatura y auguran conflictos. «En Religión se enseñarán unos valores y en Educación para la Ciudadanía, otros», argumentaron sus portavoces. Interpretan la inclusión de esa materia como «un intento del Estado de asumir la transmisión de valores».
Las asociaciones de padres Concapa y Cofapa -de colegios católicos- rechazaron ayer el borrador al considerar que sus contenidos tienen un objetivo de «adoctrinamiento», y que el Gobierno intenta «usurpar a los padres su derecho a decidir sobre la formación moral de sus hijos». «Esta nueva asignatura pretende imponer un planteamiento sobre la familia y la sexualidad opuesto al de millones de familias», añadieron.
Educación cree, por el contrario, que la materia se puede «encajar perfectamente» en el programa de un colegio religioso, ya que «no está ligada a criterios morales». «Es perfectamente posible porque en estos centros respetan a los derechos humanos y los valores constitucionales, lo importante de la materia. Los tipos de familia son una mínima parte en 60 bloques de enseñanza y no esencial», señaló el secretario de Educación.
Tiana argumentó que el Gobierno establece unas enseñanzas mínimas pero las comunidades tienen capacidad de desarrollar parte de los contenidos de esta materia, como en las otras. Y, además, «el sistema de desarrollo curricular de cada colegio le deja un margen de maniobra grande y hace imposible la imposición moral». Por último, el profesor, cuando imparta la asignatura, «podrá dar los contenidos que él seleccione».
El director de cada colegio elige al docente que imparte Ciudadanía -«¿Cómo vamos a adoctrinar a nadie así?»-, subrayaban ayer desde el Ministerio. La intención del área que dirige Mercedes Cabrera es «lograr un amplio consenso para que funcione la asignatura». «No buscamos ninguna imposición moral ni crear polémica. Algunos colectivos ven fantasmas donde no los hay», dijo Tiana.
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