- Manifiesto de la CNSE, Confederación Estatal de Personas Sordas
- Diversidad para convivir, igualdad para vivir
- Día del Orgullo Gay-Lésbico 2006
- cnse.es, 2006-06-29
Los agoreros se equivocaron. La sociedad ha vivido con toda naturalidad la normalización de un sector importante de su ciudadanía y, lejos de suceder ninguna catástrofe, somos un país más feliz, gozoso de su diversidad, en el que conviven civilizadamente personas y familias con opciones de vida diferentes. Sin embargo, falta mucho para desterrar los restos de homofobia y transfobia. Continúan existiendo situaciones discriminatorias que provocan sufrimiento, agresiones verbales, insultos, chistes denigrantes, ocultamiento de la condición sexual por temor, invisibilidad, acoso escolar, etc. Esto ocurre sobre todo en las ciudades pequeñas y en las zonas rurales, y para evitarlo es urgente promover la educación y la sensibilización ciudadana. Continúa pendiente, además, la Ley de Identidad de Género, imprescindible para acabar con la marginación de las personas transexuales.
No podemos olvidar que en muchos países del mundo las personas gays y lesbianas no tienen nada que celebrar. En numerosos estados las relaciones homosexuales están ilegalizadas y se penalizan con la cárcel, con latigazos y otros castigos corporales o psicológicos e incluso con la muerte. Es imprescindible la solidaridad y la presión internacional para poner fin a estos atentados contra los derechos humanos y para hacer efectivo el derecho de asilo de las personas que los sufren.
No olvidemos tampoco que la ley que reconoce el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo está pendiente del recurso de inconstitucionalidad.
Un ejemplo de homofobia que hay que combatir, por lo que es importante que se pongan en práctica los principios recogidos en la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE), entre ellos la educación en el respeto a la diversidad afectivo-sexual y a las diversas familias de las que procede el alumnado y el profesorado.
En este día de alegría y lucha, la Confederación Estatal de Personas Sordas, junto con su movimiento asociativo, quiere decir con orgullo que, durante su ya larga trayectoria ha promovido siempre el respeto a la diversidad.
Conscientes de los paralelismos entre la comunidad sorda y la gay-lésbica, hemos querido aportar a cada una de ellas los valores de la otra, en un intercambio enriquecedor. Ambos colectivos han pasado de una situación de baja autoestima, de vergüenza y culpabilidad, a otra de afirmación de la propia identidad y de orgullo, no por el mero hecho de ser personas sordas u homosexuales, sino porque desde la lucha contra la exclusión social a la que hemos estado sometidas hemos adquirido unas experiencias y construido unos valores que enriquecen la diversidad humana y la convivencia.
Los dos colectivos, estigmatizados a lo largo de la historia, han tomado conciencia de sí mismos y reivindican el derecho a la igualdad y el derecho a la diferencia, dos aspectos inseparables del respeto a los derechos humanos.
Queremos agradecer la dignidad y valentía de las personas gays y lesbianas que en los años difíciles han hecho de su vida cotidiana un ejemplo, y a las que han manifestado abiertamente su opción desde sus cargos en la política, la judicatura, el ejército y otras instituciones.
También queremos dar las gracias a las personas y familias que han sabido aceptar y respetar a sus conciudadanas LGTB, alineándose con ellas en defensa de sus derechos y de una sociedad solidaria, respetuosa, sin exclusiones por motivo de lengua, sexo, género o cualquier otra circunstancia personal o social.
Para celebrar el camino recorrido y para dejar claro que nuestra lucha continúa, las personas sordas, sus familias, amigas y amigos nos sumaremos a la fiesta del Orgullo 2006 con nuestra lengua de signos, que es también nuestra seña de identidad. Os invitamos a signar con nosotr*s:
DIVERSIDAD PARA CONVIVIR, IGUALDAD PARA VIVIR
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