- Julen Zabala · Militante de EHGAM
- «Somos parte de esta sociedad, y debemos de estar presentes en todos los ámbitos con nuestra realidad»
- Julen Zabala revela los momentos duros vividos por gays y lesbianas, habla de la visibilidad y de las populares 'salidas del armario'
- El Diario Vasco, Tolosa-Goierri arg., 2006-06-28 # Juantxo Unanua
Julen Zabala, tolosarra, muy ligado al Goierri, es militante de EHGAM desde hace muchos años. Es uno de los que ha hecho posible que hasta la sala de exposiciones de Usurbe llegue la muestra Los colores de una lucha, que permanece en la galería beasaindarra en coincidencia con la fecha de hoy, día del Orgullo Gay hasta el domingo 2 de julio.
-¿Qué pretende reflejar? ¿Cuál es el mensaje de la muestra 'Los colores de una lucha' que se exhibe en la sala del Usurbe?-Esta exposición preparada por EHGAM tiene un objetivo claro: dar a conocer algunos momentos de la lucha de gays, lesbianas, transexuales y otras minorías sexuales en Euskal Herria de una lucha muy larga, que comenzó hace casi 30 años, a finales de 1976. Ahora, que estamos consiguiendo algunas equiparaciones legales hay que recordar que nuestra lucha ha sido intensa, que hemos sufrido muchísima incomprensión, que hemos tenido que ir peleando por el reconocimiento de derechos, saliendo a la cale en numerosas ocasiones, empezando desde lo más básico, la propia legalización de los grupos de gays y lesbianas.
-Esta muestra refleja una realidad que ha pasado y pasa todavía por situaciones incómodas.
-En efecto, esta exposición, titulada Los colores de una lucha presenta unas cuantas imágenes algunas de las acciones que Ehgam y otros colectivos han realizado a lo largo de estos años, especialmente en Gipuzkoa. Aunque hoy en día sea un poco más fácil sentirse gay o lesbiana, todavía cuesta, sobre todo en los pueblos pequeños, donde el anonimato no existe. El ambiente social sigue siendo muy homófobo y lesbófobo. Pero antes la situación era aún más terrible. Poco a poco lo vamos superando, pero aún no se ha dado la normalización social plena. En la exposición hay una fotografía que refleja perfectamente la difícil situación de gays y lesbianas en los años 80. Es una foto que presenta a la gente que iba a mirarnos en una manifestación del 28 de junio. Sus caras reflejan perfectamente ese odio que hemos llamado homofobia.
-Últimamente, se viene dando un 'boom' de las popularmente conocidas como 'salidas del armario' que benefician o a la postre llegan a perjudicar al colectivo.
-Nos parece que sigue siendo necesario que la gente salga del armario, en cualquier lugar y de cualquier tipo. Porque al final no es más que un acto de 'visibilidad' Se trata de vivir la homosexualidad, el lesbianismo e, incluso, la transexualidad de una forma normal, natural. Se necesitan referentes, modelos de todo tipo, pues no todos somos iguales. Hay una gran pluralidad dentro de los gays, lesbianas, etcétera. Cada uno debe vivir y desarrollarse como desee. Los referentes no pueden ser sólo personajes populares que salen en la tele.
-El término visibilidad está cada vez más presente.
-Pues es, en definitiva, lo que te estaba contando. Es fundamente que en todos los medios de comunicación existan referentes de gays y lesbianas que nuestras vivencias aparezcan tal cual son. Formamos parte de la sociedad y debemos estar presentes en todos los ámbitos con nuestra propia realidad.
- Actitudes de rechazo
-Muchísimas. Hay lugares muy cerrados donde es muy difícil mostrarse con naturalidad como homosexual o como lesbiana. Sucede mucho más en los pueblosque las grandes ciudades. Con la gente de la cuadrilla, en el escuela, en el trabajo, en la familia, por ejemplo. La presión es enorme. Casi no hay lugar para mostrarse como 'diferente', hay que seguir los patrones que se nos imponen desde la niñez: el 'heterosexismo' imperante es terrible y muy difícil de superar. Hay una labor enorme a desarrollar, por ejemplo, en el ámbito educativo para romper tabúes y crear personas más libres. A veces, nos cuentan cosas difícilmente explicables en pleno siglo XXI. No hace mucho nos contaron que en un colegio del Goierri los chicos, adolescentes, se negaron rotundamente a ver una película que trataba la homosexualidad. Se negaron, incluso, a debatir o tratar el tema. Otro ámbito en el que las dificultades son mayores es el laboral: los compañeros y las compañeras de trabajo no deberían suponer nada y rechazar los comentarios y las situaciones homófobas, lesbófobas y, cómo no, el machismo y el heterosexismo.
-Actividades como la exposición ayudan en algo a lograr esa normalización.
-Sin duda, porque nos presentamos tal cual somos. En este caso, contamos nuestra lucha. Que nadie piense que se nos han dado unos derechos, no; los hemos conseguido a través de una larga, difícil y dura lucha. Y aún nos queda muchísimo por lograr. Nuestro horizonte actual es la igualdad social y la erradicación de la homofobia, la lesbofobia y la transfobia.
- Situación diferente
- En efecto. La situación es bastante diferente. Estas comunidades son más cerradas y se admite peor al diferente, al raro, a cualquiera que salga de la norma. Lo habitual es que gays y lesbianas en estas zonas lleven una doble vida: no renuncian a su homosexualidad o lesbianismo, pero lo viven de forma oculta, sin que lo sepa su familia; en la mayor parte de los casos, ni sus amigos o amigas, ni en el trabajo, etcétera. Es una forma de sufrir innecesaria. Hay que dar el paso y poder mostrarse como cada uno y cada una es. Por ello, llevamos luchando desde hace tantos años.
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