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• Transexuales: Mente de un sexo, cuerpo de otro
• Radio Euskadi, 2006-06-28

Aseguran que, "la sociedad nos ve como una agresión". El Equipo de Reportajes de Radio Euskadi conoce quiénes son las personas transexuales y cómo viven su diferencia y las dificultades que les provoca en la vida diaria.

Iván nació hombre, y Andrea nació mujer, aunque el Registro Civil dijese lo contrario. Hoy, Iván lee en su DNI su nombre masculino y una indicación de "Sexo: Varón". Andrea tiene ya ese nombre en sus documentos personales, aunque sea por una triquiñuela legal: "No figuro como mujer; Andrea es, para el Registro en Navarra, un nombre ambiguo. Aunque bienvenida sea la trampa que me permite llevar un DNI acorde con mi aspecto y con lo que siento".

Para llegar a este punto de sus vidas, han pasado por caminos duros, llenos de obstáculos. No en vano, para conseguir su reconocimiento legal como hombre, Iván tuvo que superar una operación de reasignación genital, lo conocido vulgarmente como "operación de cambio de sexo" (aunque, dice él, "no me cambié de sexo, sino que me asignaron los genitales de mi verdadero sexo, que es el de la cabeza, no el de entre las piernas"). Y, por supuesto, todas las dificultades imaginables para que su entorno admitiese su auténtica condición. "Muchos amigos dejaron de hablarme", se lamenta Andrea, mientras Iván recuerda una frase de su madre cuando le confesó que quería ser un hombre con todas las de la ley: "Si has estado 33 años así, ¿qué más te da estar otros tantos?".

• Infancia complicada

Y es que Iván, realmente, llevaba 33 años así. Desde pequeño, lo tuvo claro: Era un hombre, aunque en cuerpo de mujer. Llevar uniforme de un colegio de monjas era para él como disfrazarse. "Me hacía sentirme ridículo, extraterrestre", asegura. Andrea vivió algo parecido: "Desde que tengo conciencia, me he sentido como mujer". Al principio, su entorno estaba lleno de confusión: "Creían que era otra cosa... homosexual", cuenta Andrea. Iván lo corrobora: "Le dije a mi hermana, a los 15 o 16 años, que no me gustaban los chicos, y pensó que era lesbiana cuando realmente, lo que era es un hombre".

La imposición social, las convenciones y la necesidad de ser aceptados les hizo ocultar lo que eran realmente ("para que me dejasen en paz", apunta Andrea). Acabaron "autocastrándose", usando una expresión de Iván. Sólo muchos años después dieron el paso definitivo y se lanzaron a la aventura de ser, completamente, lo que desde pequeños habían sentido.

• Dificultades adultas

No poder pagar con tarjeta de crédito porque el DNI no corresponde a lo que el cajero ve; tener que dar explicaciones; vivir con la sensación de llevar documentación falsa... Es la vivencia cotidiana de un hombre transexual o una mujer transexual. Poco a poco, esos problemas van solucionándose cuando avanzan en el proceso de reasignación sexual. Un proceso largo, complicado y jalonado de muchos prejuicios. El más importante: Pasar una prueba psicológica. "A nosotros no nos importa demostrar que no estamos mal de la cabeza", dice Iván: "lo que nos molesta es que digan que lo estamos y que la transexualidad siga siendo considerada una enfermedad mental". Y es que tienen la sensación de que, para la sociedad, son "una agresión al orden de la que hay que protegerse". El proyecto de ley aprobado recientemente por el Gobierno estatal puede paliar, relativamente, esa dura idea.